Una bomba: el «Frappu» All Saints
Los amantes incondicionales del café nos entenderán cuando decimos que, todo bien con el verano, pero el calor nos complica un poco. No hay nada mejor que empezar el día tomando uno, usarlo como fiel compañero a la hora de encarar nuestras responsabilidades, o como excusa para juntarse con amigos y cortar el día. Pero, con 30 grados de temperatura, el cuerpo no nos lo permite. Para combatirlo, la brillante solución que ya conocemos: los cafés fríos. Todo lo lindo (y rico) de consumir esta amada bebida, pero con hielo para que no mueras de calor en el intento. Cuando decimos cafés fríos o frapuccinos, es inevitable que se nos venga a la mente Starbucks, la cadena cafetera internacional que presentó esta alternativa al mundo. Tienen muchos y con una oferta muy variada, eso no es novedad. Pero, a diferencia de lo que piensa la mayoría, no es el único lugar donde podemos tomar café y hielo en el mismo vaso. Los hay saborizados, clásicos, con hielo en cubitos o frapuccinos (hielo triturado), y son hechos también por baristas en cafeterías de especialidad. ¿Dónde están los más deliciosos? ¡En MALEVA Te lo contamos!
Se adueñó de una esquina en Belgrano y la convirtió en un mundo cafetero de especialidad muy hipster. “No conozco otra cafetería de especialidad que ofrezca frapuccinos”, explica Diego Godine, barista y encargado.
Cuando le preguntamos cuál es el frappu especialidad de la casa, no dudó ni un segundo en responder: “El All Saints”. Y sí, lleva el nombre de la cafetería por algo. Esta bomba tiene dulce de leche y coco, y sale $75. Más que una bebida, pareciera un postre helado con el toque del café, y así son los demás gustos: bien dulceros. Los hay de chocolate blanco con coco, mocca blanco (café con chocolate negro y blanco), frutales (frutilla, frutilla y banana y frutos del bosque), ¡y hasta de Nutella! “Cambiamos y ampliamos la carta de frappus hace poco, ¡son todos naturales y riquísimos!”, nos cuenta Tamara, miembro del equipo creativo del espacio.
Pero como el mundo de la cafeína fría de All Saints no se reduce a sus muy famosos frappus, la carta incluye otras alternativas. La más clásica, café con cubitos de hielo en distintos sabores como caramelo, avellanas, chocolate y más. “Aparte, se vende uno preparado en método especial de goteo. Tenemos el cold drip café, filtrado con hielo por ocho horas, y el black & white, que incluye azúcar orgánica y leche”, agrega Diego. Ya dijimos que era una cafetería de especialidad, ¿no? Hicieron del café frío una muy rica ciencia.
Aunque esté ambientado como un refugio cafetero antiguo, su menú no está nada quedado en el tiempo. Este acogedor espacio en pleno microcentro seduce con sus cafés para todos los gustos, y los fríos no pasan desapercibidos. Susana Hewith, una de las dos baristas, nos explicó la diferencia entre el clásico café frío y el frapuccino: los cafés fríos tradicionales tienen los cubos de hielo enteros, mientras que, en el frapuccino, el hielo es licuado junto a dos medidas de expreso y muy poco de leche. De esta segunda bebida, los gustos disponibles son vainilla, coco, avellana o caramel. “Ahora en verano se mueven mucho los fríos, pero nosotros los ofrecemos durante todo el año. Próximamente vamos a estar lanzando un nuevo gusto que no tiene casi ninguna cafetería en Buenos Aires: el cold brew, café filtrado pero frío”, adelanta Susana.
Acá los frapuccinos se llaman “lattes frozen”, vienen en vasos de 400 ml, salen $125, y tienen un protagonista bien dulcero que la rompe: la crema chantilly. Y sí, como amantes de la buena pastelería, no sorprende que se inclinen por sabores bien azucarados. Los hay de vainilla, caramelo, chocolate, dulce de leche y avellana, y aunque atenten contra la misión de llegar al verano, es un permitido que vale la pena. ¡También es ideal para compartir! Con sede en Villa Urquiza y Recoleta, su estilo más tradicional se acerca a una clásica casa de té y se presta como un escenario perfecto para encarar una merienda. Buena pastelería y frapuccinos, ¿qué mejor combinación?
Con un estilo moderno y canchero, esta cafetería apunta alto instalándose en Puerto Madero y Palermo. Lámparas colgantes, mucha madera y un espacio súper cómodo para llenar la panza en cualquier momento del día. En lo que a cafetería fría respecta, lo suyo son los capuccinos, especialidad indiscutida de la casa, y los destacados son dos: el Capuccino Lobo frío y el Lupo Capuccino. El primero, hecho con café de la casa house blend, leche, almíbar de cardamomo y una crema a base de leche líquida con vainilla. El segundo, de helado americano artesanal con café, caramelo, y crema de vainilla. ¿Ya los tentamos? Además de estos gustos especiales, ofrecen dos tradicionales (el clásico y el de vainilla) para aquellos que quieran algo menos potente.
Instalados en plena zona laboral, es elegido por muchos para un recreo de oficina con su amplia sucursal de madera y estantes llenos de productos Illy, el café italiano con el que se producen las bebidas. Igualmente, el trabajo muchas veces no permite esas pausas, y la opción de take away se convierte la más popular de la cafetería. Los gustos cafeteros de los frapuccinos son clásicos, nada muy pesado para no interrumpir la rutina, pero sí lo suficientemente ricos como para que ameriten hacer la fila (que suele ser larga) y probarlos. Capuccino freddo, vainilla, mocca con salsa de chocolate y topping de crema, y el más popular, caramel. El precio ronda los $90 y es la bebida perfecta para alegrar una mañana laboral.
Fotos: gentileza cafés mencionados.