Buenos Aires chill: nueve propuestas en la ciudad para bajar mil cambios y cortar con el agotamiento mental

Casi dos años de pandemia, agotamiento físico y mental, fin de año cada vez más cerca y la primavera respirándonos en la nuca, pero que todavía no llega: te merecés un descanso/Desde una librería de Chacarita que es un oasis absoluto hasta dos mellizas que te llevan a navegar y meditar/Además: un spá cervecero y un café «botánico» de Pilar inspirado en las yungas que es lo más.

Huir del frenesí urbano en velero es una de las posibilidades.

Buenos Aires chill: nueve propuestas en la ciudad para bajar mil cambios y cortar con el agotamiento mental. Por Fiamma Zampino.

Desde un spa con degustación de birras, un hotel y una estancia de más de 100 años hasta spots que son un secreto. Desde recorrer un poco más de kilómetros hasta lugares que quedan en plena ciudad (y no se escucha el ruido del caos) y una propuesta que no queda en la tierra. En MALEVA te contamos adónde podés ir para darte todos los gustos.
Casi dos años de pandemia, agotamiento físico y mental, fin de año cada vez más cerca y la primavera respirándonos en la nuca, pero que todavía no llega: te merecés un descanso. Desde cafecitos para estar chill hasta lugares para conectar con la naturaleza y olvidarte de todo lo demás. Te mostramos nueve propuestas para empezar a relajar (y viajar) sin salir de Buenos Aires.

1) Tédelúpulo: el primer spa de cerveza en Argentina. Un lugar fuera de la ciudad pero que está adentro / Mario Bravo 890 – Palermo.

Javier Cababié y Pablo Ugarte siempre tuvieron una amistad productiva ligada a lo creativo. Tédelúpulo nace hace tres años del trabajo de personas que tienen formación en comunicación y psicoanálisis. “Es un spa de cerveza, pero podría haber sido otra cosa muy distinta”, cuenta Javier. Aunque Tédelúpulo es mucho más que eso. Sus dueños siempre están pensando en el próximo paso, son su propia brújula (ya que son el único en el país) para continuar creando vivencias singulares.

Javier y Pablo crearon un espacio que te invita a elegir tu propia experiencia privada que consiste en circuitos con hidromasaje, sauna, ducha multifunción, cervezas seleccionadas y un menú de muchos pasos, masaje a ciegas, jacuzzi y la posibilidad de transportarte a un casamiento en Las Vegas, de ir a Manhattan o China sin salir de Buenos Aires.

Lúpulo, malta y levadura no solamente como partes necesarias para armar una cerveza, sino para ser utilizadas para el bienestar del cuerpo. Desde el spa-bar te explican por qué y qué estás tomando en cada momento: el lúpulo es antioxidante, la malta sirve para exfoliar y la levadura es un complemento alimenticio. “No es lo mismo lo que se toma adentro, que afuera del sauna o cuando estás recibiendo un masaje, hay una justificación para todo”, explica Javier.

Cada circuito está preparado para que te tomes un recreo del torbellino del día a día, desde la comida (completamente vegana pero que le gusta a todos los paladares y hasta tienen opciones aptas para celíacos) y la bebida hasta la ambientación y la calidez de las anfitrionas que te reciben.

Todo está pensado para que sea una isla urbana: un lugar fuera de la ciudad pero que está adentro. Apenas entrás ocurre muy pronto la desconexión con el resto del mundo y la pérdida de la cronología del tiempo, como si estuvieses de viaje. “Uno no es el mismo cuando entra, que cuando sale”.

2) Teatro ciego: viajar dejando de lado el sentido de la vista / Jorge Luis Borges 1974 – Palermo Viejo. 

Teatro Ciego invita a vivir una experiencia diferente. “Lo que buscamos es estimular la imaginación, cortar con el sentido de la vista y por ende con la sobre estimulación visual a la que estamos acostumbrados”, explica la coordinadora de comunicación, Paula.
Funciones presenciales, espectáculo gourmet con cena (comida con show y música en vivo), shows infantiles y de magia, ciclos de música (en un domo con sonido de 360° en donde se pueden escuchar distintos discos desde todos los ángulos) y propuestas en casa que incluyen: comida, cata de cervezas y una box de meditación perfecta para la introspección: un audio va guiando toda la experiencia y pasos sensoriales para conectar con los cuatro elementos de la naturaleza. Todo con los ojos vendados.

La obra de este momento es “Sapo de otro pozo”: una representación teatral para vivir sin mirar y con auriculares que simula un vuelo en avión. Ideal para extrañar un poco menos la sensación de despegar.

3) Hotel Savoy: brunch 24/7 en el lugar donde dictó clases Einstein y Duki y María Becerra grabaron un videoclip / Av. Callao 181 – Microcentro.

Entre los autos, colectivos, bocinas, el ruido de la calle y los oficinistas en traje que van y vienen todos los días por Av. Callao, la entrada del Savoy pasa desapercibida, pero si te animás a entrar no te lo vas a olvidar más: el ruido de afuera desaparece por completo entre las paredes del hotel que supo ser un lugar de encuentro para la comunidad gay en los 80.

En 1925, Einstein dictó clases magistrales en los salones de Savoy durante un mes. En 2021 los artistas traperos eligieron el hotel como el escenario de su videoclip “Además de mí”. Savoy tiene más de 100 años y la mezcla de lo histórico con lo moderno se nota. “Queremos ser un nuevo clásico”, cuenta Rodrigo Mercau, el gerente de alimentos y bebidas.

Por eso Rodrigo creó una nueva propuesta gastronómica: brunch a cualquier hora del día. Acá se piensa en todos: hay opciones para el que busca algo más tradicional, sin TACC o tiene una alimentación vegetariana y hasta vegana.

Podés alojarte en una de las 164 habitaciones del hotel, reservar el salón para 15 personas que queda en el último piso y tiene una vista de la ciudad imperdible o ir a mimarte con una rica comida en su lobby bar Imperio: desde croissant de jamón y queso, huevos revueltos, sándwich de pastrón, bruschetta de salmón ahumado y guacamole hasta una cake de jamón y olivas. Lo dulce acompaña muy bien todo esto: degustación de alfajor de nuez, pastafrola, scons dulces y salados. Con hambre no te vas a quedar, con ganas de volver sí.

Para los comensales veggies tienen (entre otras cosas) leche de coco, queso de almendras, degustación de frutos secos, sándwiches con palta y unas medialunas caseras que no tienen nada que envidiarle a las clásicas. Para los celíacos las opciones van desde croissant y alfajor de maicena y dulce de leche hasta sándwich de jamón serrano y rúcula.
Para hacer la experiencia completa la idea es que reserves antes de ir: te esperan con todo servido y recién preparado para que puedas disfrutar en sus cómodos sillones y vivas una vida de hotel.

4) Soltando Amarras: meditación en el agua, dos mellizas que dejaron el estrés en la tierra y te enseñan a encontrar la paz navegando por el Río de la Plata / Luis Piedra Buena 3498 – Victoria (a 40 minutos de CABA).

Las mellizas María Noelia (contadora) y María Soledad (licenciada en turismo y arquitecta) Pardal de 36 años eran exitosas en lo que hacían, pero no estaban felices. “Sentíamos que habíamos venido al mundo para algo más importante que le daría sentido a todo”, cuentan en conversación con MALEVA.

Por casualidad o causalidad y gracias a una amiga, Noe se anotó en una materia optativa mientras estudiaba: Timonel, para aprender a timonear un velero. Años más tarde y ya profesionales ambas sintieron un llamado del alma de hacer un curso juntas. “Desde la primera clase que asistimos fue una conexión inmediata, como si lo recordáramos de otra vida, fue un volver a conectar con la alegría de vivir, el soltar amarras e izar las velas dejándonos llevar por el viento era sublime”. Cuatro años después (y con muchos paseos marítimos encima) siguen emocionándose en cada puesta de sol desde el río y te invitan a sentir lo mismo.

Las hermanas conocen el estrés de cerca ya que ambas tenían trabajos agitados. Hoy encontraron su paz y te ayudan a encontrar la tuya a través de la meditación. “El agua nos permite aquietar las emociones, meditar sobre ella nos ayuda a que sea mucho más profundo, permitiendo a su vez una sanación energética, ya que al estar alejado de la contaminación de las antenas y junto con la vibración del cuenco tibetano nos armoniza cuerpo, mente y alma”.

Ellas creen que todos venimos con una misión y que la suya es ayudar a los demás a reconectar con su alma, a soltar los miedos y las creencias limitantes para despertar el propósito de vida de cada uno. “Muchas veces postergamos la vida sin descubrir cuáles son nuestros dones y talentos, aquello que nos apasiona hacer”.

Las chicas te invitan a preguntarte: ¿Estoy viviendo la vida que deseo vivir?

5) Elocuente: café (y té y mate), libros (y juegos de mesa), arte y opciones foodie hasta para tu perro. Un lugar en el quizás seas un rato feliz / Bonpland 1549 – Palermo Viejo. 

En la entrada te reciben con un texto que te propone pensar en tu felicidad y dejar todo eso que te estaba pasando en la ciudad, que es a veces un poco caótica. En Elocuente no solamente es bienvenida toda interpretación artística, en su local suele haber presentaciones de autores, bailes y música en vivo, además intervienen las calles y la ropa de sus baristas (un buzo oversized y unisex que vos también podés comprar y llevarte a tu casa). También piensan en todos a la hora de la comida: café, té, maté y opciones tradicionales, más bomba, vegetarianas, veganas, sin gluten y fitness. Hasta el animalito que sacaste a pasear tiene su menú.

Su dueño, Eneas Garriz, es escritor y amante del café. “Fue fácil unir dos mundos que suelen llevarse muy bien, sumando a la ecuación el arte en todas sus expresiones”. Para él “la intervención del arte es el secreto de una vibra tan chill en un contexto tan agitado”.
Afuera: un espacio con verde donde te podes sentar, adentro: sillones (que son tan grandes que te podés acostar), hamacas colgantes, libros que se pueden comprar y juegos en cada mesa son algunos de los elementos que se pueden ver en este local que abrió hace poco más de un mes.

Para Eneas el objetivo es “conectar la cotidianeidad del café con la excepcionalidad del arte. Entender que en esos momentos simples del día en los que tratamos de ser un poco más felices, el arte es uno de los mejores aliados”. Animate a ir y contanos si cumplieron su meta.

6) Yunga café: un café plant-based que queda adentro de un vivero / Chubut 400 – Pilar.

Adentro de Herbarium (un vivero y lugar de decoración por el que podés pasear antes o después del café) y rodeado de naturaleza se encuentra Yunga, un café vegano que la rompe (seas veggie, te guste la comida saludable o probar sabores nuevos) y es ideal para salir de los edificios grises y respirar aire puro.

Las yungas son regiones de Argentina con bosque andino y selva de montaña. En este bioma está inspirada la estética del lugar, ya que se encuentra en un rincón ideal para plantar este tipo de especies.

En Yunga ofrecen platos salados y dulces (muchos sin TACC) para desayunar, almorzar o merendar y opciones frías y calientes para tomar. En la carta se destacan las clásicas tostadas con queso (pero de cajú) y mermelada (casera y de durazno), un “chipapa” (pan de mandioca y papa) relleno de queso de castañas de cajú y girasol con tomate asado y albahaca que no te podés perder, un roll de hojaldre de masa madre y aceite de coco relleno de arándanos y sus tortas raw (es decir, que no llevan cocción y conservan 100% los nutrientes naturales).

Te recomendamos tomar nota ya que dentro de poco (a mediados de octubre) se suma otro spot a este espacio: Yermo, una pizzería vegana y vinoteca que va a dar que hablar y lo leíste primero en MALEVA.

7) Estancia Villa María: un cuento de hadas a nada de la ciudad de la furia / Avenida Pereda s/n, Máximo Paz -Ezeiza.

El grounding es la exposición de una o varias partes del cuerpo con la superficie de la tierra y sirve para relajar y a equilibrar el organismo. La Estancia Villa María cuenta con 74 hectáreas de parque, lo que la hace perfecta para estar en contacto con la naturaleza.
Además de la posibilidad de alojarte en una de sus 11 habitaciones (es considerado uno de los mejores hoteles tradicionales del mundo por Forbes Traveler). También podés pasar un día de campo y siesta (de 10 a 18 hs) que incluye almuerzo y cena en su restaurant gourmet, cabalgatas, paseos en carruaje y en bicicleta, la utilización de las canchas de tenis, futbol, vóley y golf, caminatas por el parque y paseo botánico auto-guiado.

En Villa María podés tomar clases de equitación, polo, cocina y yoga o hacerte unos masajes para descontracturarte y relajarte. Además, tienen un paseo en globo aerostático para que cumplas un sueño en este lugar que parece salido de una película de Disney. Es ideal para sentir que te fuiste de vacaciones, pero estás a 45 minutos de Capital Federal.

8) Falena: un búnker de libros, café, vino y magia / Charlone 201 – Chacarita.

De afuera parece la plataforma 9 3⁄4 que llevaba a Harry, Ron y Hermione a tomarse el tren para Hogwarts. Quizás tratándola de cruzar como los jóvenes magos, no llegues a la escuela de hechicería y solo te golpees la cabeza. Pero con reserva previa y tocando timbre podés atravesar la puerta de madera y entrar a esta casona antigua que funciona como librería (aunque es mucho más que eso).

Para Marcela Giscafré, matemática y dueña de Falena, los libros fueron su refugio. “Tal vez por eso hoy tengo una librería que promueve la intimidad”. Sillones como si fuese un living, lámparas que irradian una luz tenue que acompañan la vibra del lugar, un hogar a leña, sillas y mesas de hierro, un patio interno rodeado de plantas donde te podés sentar a leer y a tomar una taza de café (o té, o una copa de vino), escaleras de cemento que te transportan a un paraíso (una terraza a cielo abierto con una vegetación alucinante) y claro, libros organizados por países en cada rincón, crean un ambiente completo para sumergirte en la lectura y desconectar de todo lo que pasa afuera.

9) Charqui Restaurante: una comidita en un hotel boutique (con salón, patio y jardín de invierno) / Bonpland 2275 – Palermo Viejo.

Charqui es el jardín (y salón y patio) secreto de Palo Santo Hotel. Solo adentro del hotel boutique te encontrás con este restaurant al que podés ir (seas o no huésped) a brunchear, merendar, tapear o cenar.

Para brunchear o merendar tienen un montón de opciones (pueden adaptar platos a veganos, pero no es apto indecisos): pulled pork, pulled beef, hamburguesa de quinoa o lentejas en pan de zapallo, bruschettas con palta, huevo y panceta, french toast con pan brioche casero y frutas de estación, bagel de trucha, lomito o vegetales, croque monsieur y croque madame que además de lomito, queso, salsa bechamel y gruyere (como el monsieur) tiene un huevo frito arriba, frutas con pancakes, leche o yogur, alfajores, budines y tortas son algunas de las cosas que podés encontrar. Además, con el brunch también podés elegir tomar cerveza, vino o Aperol. Para tapear tienen picadas con fiambres, embutidos y panes producidos por ellos mismos.

Si lo que estás buscando es vivir un almuerzo o cena de hotel sin irte lejos, Charqui es la opción indicada. Desde entradas como fainá con gruyere y puerros caramelizados hasta scon de queso con bondiola curada, platos principales como risotto con hongos de pino y espinaca y ravioles de bondiola y ricota, hasta tres opciones de postre: flan casero, panqueque con dulce de leche y cheesecake con salsa de frutillas. Todo esto lo podés disfrutar en su patio bajo las estrellas, la fuente y las lucecitas colgantes, en el salón o en el jardín de invierno que hacen un ambiente perfecto para sentir que te desconectaste.

///

Fotos: son todas gentileza de las propuestas mencionadas. Foto destacada gentileza Unsplash (PH Josh Sorenson).