Mientras aprovechaba sus días de vacaciones en Japón, un amigo decidió ir a conocer el bar donde el escritor Haruki Murakami solía tomarse un trago escuchando el mejor jazz. Después de dar vueltas con GPS en mano y todo, lo encontró. Bajó dos pisos por una escalerita mínima para adentrarse en el bar y pedir un Gin Tonic. Dos compañeros de trabajo, que estaban a su lado en la barra, le comenzaron a dar charla y luego de un rato le convidaron de su botella de whisky y cuando luego le sirvieron el segundo vaso en un inglés indio le dijeron: “My bottle, for you”. Cuando escuché esta anécdota pensé como no existía en Buenos Aires un sistema en el que en la barra de un bar puedas tener tu botella guardada, para tomarte un trago cuando quieras, como si estuvieras en tu casa (pero estando en tu bar preferido). Y sí, en MALEVA nos pusimos a investigar, y existe.
El 5 de agosto de 2016, en el corazón de Palermo, abrió «La Calle Bar». La fachada de la pizzería “La Guitarrita” hace que muchos pasen de largo y tengan que volver sobre sus pasos y chequear la dirección que les pasaron. Algunos más indecisos preguntan si acá es “La Calle Bar”, a los que se les contesta que crucen la puerta del fondo para entrar al bar. El contraste con la pizzería es increíble y hace más atractivo el primer impacto con este lugar. La idea del bar “secreto” motivó a los dueños, Cesar Mirson, Ximena Diaz Varela y Diego Diaz Varela, a conservar el ambiente de una calle, donde vos tenés que buscar tu comida o ir a pedir un trago a la barra, como si, de verdad, estuvieras en la calle: moverte para conseguir las cosas como en el barrio. El servicio del bottle service de “La Calle Bar” estuvo en la carta desde su apertura, buscando a esos clientes fieles que quieran volver el bar dado que con este servicio, el cliente que compra su botella, tiene que volver y, muchas veces, con amigos que terminan haciendo lo mismo. La propia persona que pide la botella, la firma y después se la guardan en un placard cerrado. Sólo el dueño puede retirarla presentando documento. Muchas veces ni hace falta porque el servicio hace que los clientes sean figurita repetida en el bar.
Pd: Nunca en la historia del bar una botella fue firmada por una mujer. ¡¿Alguna de nosotras se va a animar?!
Para cualquier persona que quiera beber un buen ron cubano o fumar un habano, la esquina de Ayacucho y Posadas es como una embajada cubana. El Cigar Bar “Prado y Neptuno” se llama así por las calles históricas que se cruzan en el centro de La Habana y que representan los años dorados de esplendor de esa ciudad. Esa mística se siente al entrar y el aroma a puros y tabaco es un viaje. Además es uno de los pocos bares en los que se puede fumar adentro. La idea del bottle service aquí viene acompañada de los lockers que se ofrecen. En ellos por una suma fija anticipada – la cual un porcentaje se destina al consumo de los productos – los clientes más fieles pueden conservar y guardar los habanos a una temperatura y humedad ideales y también cualquier botella espirituosa que gusten para acompañar el cigarro. Los nombres de los lockers son graciosos porque los clientes no suelen escribir sus nombres reales sino utilizar apodos o pseudónimos. El público de este bar es muy fiel y muchos de ellos suelen pasar por él todos los días porque para ellos “el Prado y Neptuno es donde el tiempo se detiene”, como nos contaba Juan de la Cruz Policella, uno de los socios junto a Ana Alsogaray. Les recomiendo descubrirlo y dejar asesorarse, lo van a disfrutar. En este lugar, el Bottle Service es pura mística y elegancia.
Como bien lo definió el dramaturgo irlandés George Bernard Shaw, » El whisky es el sol líquido». En la mayoría de los bares en los que ofrecen el bottle service, el elemento principal es el whisky. En el conocido y siempre lleno 878 no es diferente. Según su sommelier, Tomás Heffernan, el whisky es la bebida más pedida por los clientes que utilizan este servicio que les permite guardar siempre una botella en el bar. Acá las botellas que se piden son acompañadas por cuatro aguas o gaseosas y gajos de limón. Si el cliente lo desea, puede utilizar su botella para pedir un trago más elaborado, en ese caso el bar le cobra un extra por los ingredientes adicionados al trago. Siempre con buena música y un ambiente súper relajado, es una opción ideal tener tu botella en una de las mejores barras de Buenos Aires, más con el agregado que los mejores bartenders de la ciudad pueden hacer magia con tu botella por un adicional.
Fotos: gentileza lugares mencionados.