Botellas entre vinilos, un aguardiente orgánico de Colombia y mucha rotación: así es la barra personal de Ani Varela en su depto con vista en Palermo

Una de las barwomen más prestigiosas de su generación recibe a MALEVA en su departamento con super vista de Palermo/Una barra para compartir que es parte de su ritual de «self care»/¿Cuáles son sus botellas más preciadas? ¿La más antigua? ¿Sus tragos preferidos como anfitriona? Fan del Fernet con Coca, el curioso artefacto noruego «Kench» y los libros de arte como inspiración.

Pese a su juventud, Ani acumuló mucha experiencia detrás de algunas barras porteñas imprescindibles.

Botellas entre vinilos, un aguardiente orgánico de Colombia y mucha rotación: así es la barra personal de Ani Varela en su departamento con vista en Palermo. Por Clara Zaefferer. Fotos: Kala Moreno Parra.

Entrevista a Ani Varela Bartender. En el monoambiente de Palermo con más onda, diseño, orden y una vista 180º de la ciudad de Buenos Aires, Ani Varela nos recibe para contarnos su trayectoria y compartirnos la parte de su intimidad que más nos interesa: su barra personal y la historia que trae consigo. Formada en importantes barras porteñas como la de Nicky Harrison, Shout o Duarte y embajadora de importantes marcas de bebidas, es una de las más reconocidas barwomen de su generación

Entre una multitud de libros sincronizadamente coloridos en una biblioteca de pared a pared con plantas tipo enredadera, podemos encontrar desde una edición especial de Cien Años de Soledad, un libro de Elvis and the birth of Rock and Roll y La historia del Psicoanálisis de Freud hasta libros de – por supuesto -, de gastronomía y coctelería, como un simpático librito llamado Big Bad-Ass Book of shots. Entre tantos lomos, tomos y portadas se hace lugar una gran colección de vinilos perfectamente ordenados y cuidadosamente seleccionados. Y cuadros de artistas locales de estética similar, colores plenos y líneas definidas. Es así como conviven todos los mundos que le interesan, la forman e inspiran a Ani en su profesión: el diseño, la música, el arte, la gastronomía y la coctelería. Todas, áreas que internaliza y vuelca en sus creaciones detrás de barra. “Son todas herramientas que me formaron, trato de linkear todo lo que me gusta. Estudié diseño de indumentaria, ejercí muy poquito pero lo vinculo en todo: en donde vivo, en cosas prácticas como flyers de eventos que hago. Lo pude implementar en cosas que ni me di cuenta, es toda mi parte creativa”.

Pero, “¿y la barra?” estarán pensando. La colección de Ani es una representación de todo lo detallado hasta el momento. En su casa, el equilibrio es una cualidad que llama la atención de forma inmediata, y la entrada en escena de sus botellas no podría ser de otra manera. Entre cuadritos, libros, objetos de decó singulares, vinilos y enredaderas, se erigen iluminadas algunas de las botellas elegidas por Ani para su colección.

«En su casa, el equilibrio es una cualidad que llama la atención de forma inmediata, y la entrada en escena de sus botellas no podría ser de otra manera. Entre cuadritos, libros, objetos de decó singulares, vinilos y enredaderas, se erigen iluminadas algunas de las botellas elegidas por Ani para su colección…»

¿Cómo describirías tu relación con tu barra? ¿La sentís muy distinta a una barra de un bar?

Yo soy muy consentida. Alguno te va a decir “yo en mi casa tengo lo mejor”, yo no soy tan así. No es que no tenga lo mejor, pero sí soy muy específica con las cosas que me gustan. No tengo bebidas que no tome, por ejemplo. Obviamente siempre pienso en el otro, porque tengo una vocación por el servicio tremenda, pero cuando estás en mi casa me gusta llevarte por mi terreno. En una barra de un bar es distinto, porque yo te atiendo y te pregunto cosas como qué perfil de sabor te gusta, voy a tratar de tener el tacto y la empatía para llevarte para ese lado, pero si venís a mi casa me gusta llevarte por mi aventura. También soy muy relajada, hago reuniones en casa y me gusta tener todo para todos y consentir a todos, pero si me pedís una caipi, no te puedo hacer una caipi, porque no me gusta y en casa no voy a tener las cosas para hacerla, por darte un ejemplo. Es un estilo más relajado, siempre aperitivo, vermucito, whisky. Trabajando en un bar, tenes una apertura diferente porque tenés un público de distintos estilos, edades, ahí tenes que ampliar tu espectro, pero en casa me gusta tener esas herramientas que me compré para algo especial, esos whiskys que me encantan. Y después siempre bebidas para reuniones y amigos.

¿Sos más de disfrutarla sola o con gente?

Me encanta compartir. Todo. No soy de “che, este whisky es para mí, o para Juan y para mí”, cero. Creo que el hecho de haberme criado con tanta gente (somos seis hermanos) me hizo ser así. Me criaron en manada. Tengo miles de primos, todas las reuniones familiares son de muchas personas, entonces estoy acostumbrada a compartir, no me cuesta, soy muy despojada. Así como me gusta tener mis cosas, y uno tiene cosas como tesoros y por un tema más emocional, me gusta compartirlo. Sino, ¿para qué? Se disfruta en vida, eso es algo que mi madre y mi abuela siempre me dijeron: “Los gustos se dan en vida”. De hecho, perdí la costumbre de tomar sola. No es que llego a casa cansada y me hago un whiskycito, muy pocas veces, tiene que ser algo muy particular. Ya no me relajo con esos momentos, me gusta compartirlos.

«Me encanta compartir. Todo. No soy de “che, este whisky es para mí, o para Juan y para mí”, cero. Creo que el hecho de haberme criado con tanta gente (somos seis hermanos) me hizo ser así. Me criaron en manada. Tengo miles de primos, todas las reuniones familiares son de muchas personas, entonces estoy acostumbrada a compartir, no me cuesta, soy muy despojada…»

¿Influye el humor en el que estés ese día o el horario para prepararte un trago acá en tu casa? ¿Hay momentos del día que elijas especialmente?

Mis rituales de self care , por decirlo de alguna manera, son cocinarme algo, abrirme un vinito, me hago un vermú. Lo busco como ocasiones de relajo después de un día largo de trabajo, o si salí muy temprano me compro cositas y cocino algo. Antes lo hacía más, ahora también vivir en pareja hace que los momentos de soledad sean pocos. Nos pasa más de compartir esos ritualitos. Los sábados vemos UFC (pelea) y hacemos cena con traguitos. Tengo mis gustos y mis rituales pero me gusta más hacerlo compartido. Cambié bastante mis hábitos que tenía sola y me pasa que me gusta más si el momento de relajo es compartido. Si lo hago sola, no es religiosamente todas las semanas. Pero sí son momentos que disfruto mucho.

Todas las botellas que tenes acá en tu casa, ¿hace cuanto que las coleccionás?

Algunas tienen un tiempo… pero para serte sincera…¡Hay mucha rotación! Como te digo, invito mucho y ahí se van tomando, y también soy muy de que si nos juntamos en una casa siempre llevo algo. Tengo algunas botellas más coleccionables o más raras que me compré en algún momento, pero sino todo lo demás va cambiando. Igual trato de ser equilibrada con eso, pero también me gusta que cambien. Mi frase de cabecera en todo esto sería que lo lindo de la vida se disfruta mientras lo estás viviendo, entonces no soy muy de guardarme mucho. La mayoría de las veces es “me compré esto y estoy re manija y lo quiero estrenar y quiero que lo prueben todos”. Guardarlo para otra cosa puede que sí, pero me caso más con que no. Soy más de ese plan.

«No tengo bebidas que no tome, por ejemplo. Obviamente siempre pienso en el otro, porque tengo una vocación por el servicio tremenda, pero cuando estás en mi casa me gusta llevarte por mi terreno. También soy muy relajada, hago reuniones en casa y me gusta tener todo para todos y consentir a todos, pero si me pedís una caipi, no te puedo hacer una caipi, porque no me gusta…»

¿Cuál es la botella más vieja y la más nueva?

Trabajamos por temporada y elegimos una base de un tipo de cerveza – lager, roja, stout, lo que fuera -, y fuera de esa base dos ingredientes. Esta tiene Caqui, una fruta parecida a un tomate y una zanahoria, y nuez moscada. Es una Imperial Sour. Es una cerveza cítrica con un grado de alcohol muy alto, 7,5%. Trabajo mucho también con la estética visual de los locales. Soy parte de la dirección de arte.

¿Te gusta exhibir las botellas? ¿Las ordenás de cierta manera?

Sí, me gusta exhibirlo. Y ordenarlo también. En una parte tengo lo que es whisky y bitter, y en esta otra parte tengo un variadito. Pero como mi barra es muy dinámica, voy quemando las botellas o siempre llegan nuevas. Mis amigas se van de viaje y siempre me traen algo, o mismo ahora me regalaron un aguardiente de Colombia orgánico, lo hacen en una zona de una hacienda propia, con su propia materia prima. El mundo de las bebidas es muy amplio. Las ordeno un poco por tipo de alcohol.

«La más vieja sería este Laphroaig, un Whisky escocés ahumado. Y la más nueva… (se acerca a la heladera repleta de stickers sin un espacio en blanco) no es por hacer autobombo, pero tengo esta última birra que hicimos con Boticario. Se llama Elixir…Mi trago preferido va por el lado del Whisky sour, o un Boulevardier, una variación de Negroni. Coctelería con whisky me gusta más que nada, vermú con soda, Americano. Soy muy fan del Fernet con coca…»

¿Solés poner todas tus botellas juntas en la barra así en display?

Sí, lo hago, cuando quiero preparar algo. Tengo un kit que me regalaron unos amigos, el proyecto se llama Cocktail Club, este producto se llama Kench, es noruego. Lo diseñaron para que tengas tu barra en casa. Es un artefacto que trae una tabla, herramientas y hielera, todo en uno en este box. Desde que lo tengo me lo llevo a todos lados, a juntadas con amigas, a eventos, o mismo acá en casa.

¿Te gusta que haya una integración de tus botellas con los demás elementos de tu casa o preferís que sea algo que llame la atención y se destaque del resto?

Para mí tiene que ser una integración de todo. No quiero que suene a cliché, pero si bien la coctelería y la gastronomía es mi vida porque es a lo que me dedico 24/7, no soy solo eso. Me gustan otras cosas, fuera de que tengo la habilidad de vincularlo todo. En mi casa me gusta que haya una integración de todo, que cuando llegues no veas solo la barra. Porque siento que todo lo demás es todo lo que me nutre para trabajar de manera creativa y que no me aburra, porque la gastronomía puede ser muy rutinaria y muy sacrificada. Necesito tener la vinculación con otras áreas para sentirme motivada y darle esa vuelta de rosca. Veo libros de arte y se me ocurren tragos, o voy a un museo y ciertos colores me llevan al diseño de una carta. Es muy importante que mi vida, si bien gira en torno a mi trabajo, esté acompañada de otras cosas. Mi casa siento que es un buen resumen de eso.

¿Trago favorito en casa?

Whisky sour, o un Boulevardier, una variación de Negroni. Coctelería con whisky me gusta más que nada, vermú con soda, Americano. Soy muy fan del Fernet con coca. Tengo un fernet en la heladera y una coca siempre. También tengo mi lado más low-fi. No es todo tan fancy, no soy solamente whisky caro.

Dato de color o “toc” cuando preparas tragos acá.

Todo tiene que estar siempre frío. Vasos en el freezer, el hielo, eso es un toc que tengo sí o sí.

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