ASÍ FUE LA FERIA GOOD DE ARTE Y DISEÑO EN LA BAHÍA DE NORDELTA / CRÓNICA DE UN PASEO A PURO COLOR/ POR SOFI EDELSTEIN.

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La pintada en vivo de Nik volvió locos a los más chicos, sus primeros fans

 
ASÍ FUE LA FERIA GOOD DE ARTE Y DISEÑO EN LA BAHÍA DE NORDELTA. CRÓNICA DE UN PASEO A PURO COLOR. POR SOFI EDELSTEIN.
GOOD, dícese de buena gente, buenos pensamientos y buenos objetos. Así se define la feria de arte y diseño itinerante que desplegó sus bondades en Bahía Grande de Nordelta, el fin de semana pasado. MALEVA dijo presente el sábado de inauguración y se empapó de colores en esta crónica imperdible.
Estaba lloviendo cuando llegué. Poco pero lo suficiente para acelerar el paso y encontrar refugio. La puerta estaba abierta de par en par y escoltada por dos carteles enormes que señalaban la cuarta edición de la feria GOOD, ubicada este año en unos de los rincones más lindos de Nordelta y con una vista excepcional del río, muelles de madera y yates, algunos devenidos en tertulias a pesar del día gris.
La elección del lugar no fue casual. Según Rita Raimundo, creadora y organizadora de la feria junto con Carolina Zanotti, la zona “está aún necesitada de arte fusión”: un arte vivo, cercano e híbrido que la muestra ofreció por montones bajo la premisa de “convertir objetos útiles en bellos”. GOOD se presentó así, como una feria única que permite la creación de objetos nuevos a través de la fusión de artistas plásticos y diseñadores, y en donde la intervención de objetos cotidianos y la interacción con el público son las estrellas preferidas de quienes buscan adoptar obras exclusivas para la casa.
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Milo Lockett se sumó con su arte a la consigna de lograr que lo bellos sea útil

«La elección del lugar no fue casual. Según Rita Raimundo, creadora y organizadora de la feria junto con Carolina Zanotti, la zona “está aún necesitada de arte fusión”: un arte vivo, cercano e híbrido que la muestra ofreció por montones bajo la premisa de “convertir objetos útiles en bellos”

 
Una de las novedades de este año fue la participación de artistas consagrados como Nik, Milo Lockett y Ricky Crespo, que pintaron en vivo frente a una multitud. Esto explicaba el bullicio inicial con el que me topé una vez adentro. Nik, creador de Gaturro y su infinito universo, estaba pintando en vivo frente a un gran público infantil que miraba fascinado el proceso metamórfico de sus trazos sobre el bastidor. Alrededor, decenas de cámaras captaban sus movimientos y la interacción con los chicos, que el artista manejaba con soltura.
Con DJ de fondo, un circuito gastronómico y actividades para los más chicos, la feria se presentó como una experiencia multisensorial llena de estímulos y sorpresas. Hubo de todo y a toda hora: arte digital, customización de objetos, arte en vivo, intervención en pizarra, street art y performances de baile que duraron hasta bien entrada la noche. Los artistas contaron también con la curaduría de Vivi Julliand, dueña de la galería Nordelta Art Studio, quien elaboró críticas de cada obra, brindando así un valor agregado a la muestra.
Los stands creativos estaban desplegados tanto adentro como afuera del recinto, aprovechando la vista de la bahía. La vidriera ofrecía más de ciento cincuenta obras pensadas para la vida cotidiana, como adornos de hierro con formas asimétricas, sillones pequeños para niños, carteras y bijouterie, zapatos, gorras cancheras ideales para la playa, tazas de cerámica, cuadernos y agendas con motivos surrealistas, carpas infantiles, cajones transformados en huertas, y mucho más.

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Los stands creativos se desplegaron tanto afuera como adentro

«Una de las novedades de este año fue la participación de artistas consagrados como Nik, Milo Lockett y Ricky Crespo, que pintaron en vivo frente a una multitud. Esto explicaba el bullicio inicial con el que me topé una vez adentro.»

 
Pomito, de los artistas plásticos Silvia y Guido, causó furor con sus dibujos infantiles. Enmarcados a mano, los había de colores pasteles y estridentes, con personajes entrañables y divertidos. Silvia cuenta que el emprendimiento nació hace un año y medio y que su participación en GOOD fue una de las primeras que realizaron en ferias de diseño. “Fue una experiencia buenísima: la gente mostraba mucho interés y placer”, se alegra. Explica que la feria fue una gran oportunidad para conectarse con su público de una forma distinta y de conocer su opinión para mejorar el producto. Esta fue una de las características diferenciales de GOOD: acercar los artistas al público en un ambiente relajado y accesible, donde hubiera lugar para el juego, la admiración y el intercambio.
 
Para conocer más sobre la feria: https://www.facebook.com/FeriaGOOD/
 

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