Sin dudas: una experiencia diferente. Así definiría la decimotercera edición de Roomie, el pop up rotativo que, solo por esta vez, está en Colegiales. Resulta que parte de la magia de este evento radica en su fugacidad. Cuatro días y mucho para ver. La tienda temporal en cuestión sucede tres veces al año, con el factor misterio como denominador común. Además de la posibilidad de encontrarse con tatuadores artesanales y música en vivo, la locación se renueva con cada feria y las coordenadas no se divulgan públicamente, contribuyendo al espíritu de constante reinvención e innovación.
En esta ocasión, la sede es en Colegiales (los interesados deberán indagar sobre su dirección exacta por mensaje privado de Facebook o vía mail) y Roomie permanecerá con las puertas abiertas hasta el domingo, arrojando luz sobre las propuestas más novedosas para la temporada primavera-verano en puerta. Vale la pena perderse entre los trajes de baño de Josita Swimwear, las prendas futuristas de VANDA, los productos de cuero de Viache, las estampas de Speranza, los zapatos de Quappe, los volados de MUCHA y los accesorios de Gracia, solo por nombrar algunos.
«La mente maestra detrás de todo esto y responsable absoluta del delicado trabajo de curaduría es Pope Cerimedo, diseñadora, estilista, consultora y especialista en tendencias. “Intento que cada Roomie sea diferente, tanto con las marcas como con lo que sucede”, le cuenta a MALEVA al tiempo que explica que busca generar una experiencia de disfrute más allá de la moda…»
La primera impresión es que esto es mucho más que una plataforma donde marcas de moda independientes y diseñadores emergentes tienen la oportunidad de llegar al público joven y trendy. Sí, hay piezas expuestas de más de cincuenta colecciones que cuelgan en perchas estratégicamente dispuestas y, como por arte de magia, logran un efecto de continuidad casi natural. Hay desde tonos neutros hasta psicodélicos, materiales opacos y brillantes, estampados y lisos. Sí, hay accesorios que descansan tranquilamente en grandes mesas de madera, entre ramos de flores, espejos y música. Hay estanterías con mochilas y billeteras, carteras y bolsitos. Hay un sendero de pares de zapatos alineados que invitan a caminar, explorar y no perderse de nada.
«Hay piezas expuestas de más de cincuenta colecciones que cuelgan en perchas estratégicamente dispuestas y, como por arte de magia, logran un efecto de continuidad casi natural.»
Pero también, allá en un rincón, hay una señorita sentada tras una mesa y con cartas de tarot en mano, a disposición de cualquier valiente. Un poco más acá, dos especialistas en nail art agasajan a los transeúntes con diseños en esmalte inspirados en la estética de las prendas exhibidas. No mucho más lejos, bajo una R luminosa que domina el ambiente, un despliegue de sushi que nunca parece menguar sin importar cuánto uno coma. Nadie morirá de sed: hay drinks para todos y todas. En la otra punta del salón, la DJ musicaliza la tardecita y prepara el terreno para las cuatro modelos que se pasean decididas, en un desfile íntimo, casi interactivo. Minutos atrás, en la terraza, una producción de fotos bendecida por un atardecer que despilfarraba destellos de naranja y rosa.
«Pero también, allá en un rincón, hay una señorita sentada tras una mesa y con cartas de tarot en mano, a disposición de cualquier valiente. Un poco más acá, dos especialistas en nail art agasajan a los transeúntes con diseños en esmalte inspirados en la estética de las prendas exhibidas.»
La mente maestra detrás de todo esto y responsable absoluta del delicado trabajo de curaduría es Pope Cerimedo, diseñadora, estilista, consultora y especialista en tendencias. “Intento que cada Roomie sea diferente, tanto con las marcas como con lo que sucede”, le cuenta a MALEVA al tiempo que explica que busca generar una experiencia de disfrute más allá de la moda, convencida de que innovar en el repertorio de diseñadores es la clave para un público fiel. Es que, para ella, la selección de marcas no es un tema menor: busca diseñadores que, además de crear algo estético y de calidad, tengan una identidad, una propuesta novedosa.
«La selección de marcas no es un tema menor: buscan diseñadores que, además de crear algo estético y de calidad, tengan una identidad, una propuesta novedosa.»
A esta abanderada del diseño independiente le gusta ver que los diseñadores estén involucrados en el proceso creativo a tal punto que su personalidad se vea reflejada en el producto final. “Acá hay marcas que tal vez son comerciales en el sentido de que el producto que venden es accesible y es fácil de usar, pero tienen un toque propio por los colores que muestran, los tejidos que eligen o los recortes que usan. Busco que la marca tenga una propuesta especial para la gente”, agrega. Dice valerse tanto de su gusto personal como de su ojo crítico a la hora de elegir qué exponer. De hecho, reconoce increíbles propuestas en marcas que no necesariamente reflejan su estilo propio y las promociona sin tapujos. Ahora bien, cuando de vestirse se trata, no pierde jamás su esencia. Para el día de hoy, eligió un pantalón estampado de Pólvora (directo de Rosario) y un top negro de Samaniego que juega con curvas y ojales.
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