Con mucha felicidad visitamos la edición ¡30! de arteba en la genial nueva sede principal en La Boca/Una versión distinta (más cercana y fácil de recorrer) de la feria de arte más importante de América Latina/¿Cuáles fueron los artistas que queremos destacar y por qué?/Además: una nueva galería que celebramos y una de fotografía que nos encanta desde siempre.
Por primera vez arteba tiene su sede principal en La Boca, en el genial Arenas Studios, unos viejos galpones industriales pegados al puerto.
arteba 2021: ¿cuáles son los seis artistas jóvenes (y galerías) que no pueden dejar de conocer? Por Melisa Boratyn. Fotos: Azul Zorraquin.
Finalmente volvió al ruedo arteba, la feria más importante de nuestro país que después de un año y medio en pausa, brillaba por su ausencia. Esta nueva edición efervescente festeja su cumpleaños número 30 y aterriza después de una etapa de necesarios cambios, con la incorporación de Lucrecia Palacios como directora artística y Larisa Andreani como presidenta.
«Con mucho entusiasmo fuimos a dar una vuelta y nos encontramos con una versión de arteba, fácil de visitar, más cercana y vinculada a lo que está sucediendo hoy en el campo del arte local. Es por eso que desde MALEVA armamos una lista de siete jóvenes artistas que no pueden dejar de conocer y algunas perlitas más…»
Hasta el 7 de noviembre podrán visitar la feria en el Arenas Studios de La Boca, donde dividida en tres secciones, cuenta con la participación de 50 galerías nacionales que conviven entre sí y se potencian, la clásica Isla de Ediciones, charlas, ciclo de performance y muchas actividades que nos acercan al arte contemporáneo.
Con mucho entusiasmo fuimos a dar una vuelta y nos encontramos con una versión de arteba, fácil de visitar, más cercana y vinculada a lo que está sucediendo hoy en el campo del arte local. Es por eso que desde MALEVA armamos una lista de seis jóvenes artistas que no pueden dejar de conocer y algunas perlitas más.
1) Valentina Ansaldi en Quimera: obras coloridas, estridentes, y que son un abrazo (y a la vez un desafío) a la pintura.
Valentina forma parte de una nueva generación que vuelve a abrazar al mismo tiempo que desafía a la pintura. Sus obras, estridentes y coloridas, nos dan una visión actual de paisajes, escenarios y espacios que si bien nos rodean y forman parte de nuestra cotidianeidad, muchas veces ignoramos. Sus maravillosas pinturas rescatan cualidades especiales que podemos encontrar en las cosas más mundanas de la vida, como la entrada a un edificio o alguna fachada clásica de tu barrio o el mío, la bacha de un lavadero o una plaza. Ya sea que estos escenarios les sean familiares o no, en cada uno rescataran algo que llamará su atención, de eso no hay duda.
2) Nacho Urrien en galería Acéfala: un método y proceso de trabajo únicos. Y un relevo insólito y magnífico sobre todas las piletas de Buenos Aires.
No es extraño que en una feria nos encontremos con obras poco habituales, pero encontrar a un artista regando un pequeño jardín no es algo que se ve todos los días. Nacho Urrien desentraña y juega con las materialidades de manera obsesiva hace muchos años, y en este caso llega a una de los más básicas para nuestra supervivencia, la tierra. Nacho posee un método y proceso de trabajo único, por medio del cual ideó «749.766m3 de verano» de la serie «Sindicato de piletas argentinas» donde lleva a cabo un revelamiento de las piletas que existen en los 48 barrios de la ciudad, analizando cuales son sus problemas como una forma de objeto-promesa.
3) Catalina Oz en Constitución: las mitologías de lo femenino.
Hay obras con las que uno puede sentirse identificado de forma inmediata. Eso fue lo que me pasó con una de las esculturas de Catalina que se encontraba en un rincón del stand de la galería Constitución. Una cerámica, como las que mí abuela tiene en cada uno de los estantes de su casa, pero con algo que la hacía distinta. No se trataba de la imagen de una mujer «delicada», sino una madre agotada que con la lengua para afuera cuida y amamanta a su bebé. El trabajo de Oz explora la representación de lo femenino, sus mitologías e identidades en un contexto actual, usando como medios centrales además de la cerámica, el dibujo y el diseño 3D. Nuevamente encontramos a una artista que toma técnicas y oficios tradicionales y los re-versiona bajo miradas y necesidades del siglo XXI.
4) Carla Grunauer en Piedras Galería: una pintora fascinante que nos hace sentir que a sus obras las conocemos desde siempre.
Después de meses de una maratónica presencia por varias ferias en Europa, Piedras llega a arteba con un puñado de los artistas que hace varios años acompaña, entre los que se encuentran Carla Grunauer, una pintora fascinante, que recientemente inauguró su primer muestra individual en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. Grunauer investiga el dibujo y la pintura, interpretando figuras desde una asociación libre. Como bien explica ella, algunos de sus trabajos parecen primitivos o metafísicos y en ellos hay un factor de extrañeza y cercanía en la misma medida. Sus continuos estudios bordean el análisis de las materiales, los oficios, la abstracción y la figuración y nos hacen sentir que a pesar de que hay algo singular, a estas pinturas las conocemos desde siempre.
5) Alan Segal en El Gran Vidrio (galería de Córdoba Capital): preguntas sobre la identidad el deseo en nuestra cultura.
Cuando Alan se mudó de barrió, comenzó una nueva relación con su tintorero taiwanés. A medida que le llevaba imitaciones de ropa de diseño que compraba fuera y viendo como él trabajaba para sacarle las manchas y analizaba los detalles de esas prendas, comenzó a preguntarse acerca de cuestiones contemporáneas que giran entorno a nuestra cultura occidental, como lo mucho que nos importa que las cosas estén impolutas, eliminando el rastro del tiempo y los errores, así como también la cuestión de la identidad y el «deseo» de emular otros modelos de marcas con el afán de pertenecer. Al mismo tiempo Alan estudia la cultura de la ciudad de Buenos Aires y como aún existe una relación con un modelo europeo que se tratamos de reproducir, muchas veces de manera exagerada.
6) Manuel Siguenza en Tokonoma: la arcilla como elemento primigenio «para excavar hasta lo más profundo».
Manuel continúa una serie que hace tiempo viene desarrollando, donde el oficio se mezcla con las prácticas actuales del arte contemporáneo. Algunas de estas obras formaron parte de su última muestra en la galería Tokonoma y otras fueron creadas especialmente para la feria. Manuel trabaja con cerámica y arcilla, creando una materialidad que parece resistente y frágil al mismo tiempo y que entiende como elemento primigenio y constitutivo de diversos objetos culturales y simbólicos. Su obra cuestiona, debate y nos hace reflexionar acerca de muchas cosas que han sucedido y que continúan sucediendo, a pesar de que no podemos percibirlo a primera vista, sino que hay que excavar hasta llegar a lo profundo.
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7) Lo nuevo: galería Grasa, un nuevo jugador que hay que celebrar.
Grasa es un proyecto de galería bajo la premisa de artistas que acompañan a otros artistas, algo que hemos visto bastante en las últimas décadas y que en general no decepciona. Poniendo el foco particularmente en carreras emergentes, frente a la imposibilidad de poder exponer, en junio del año pasado Carolina Martinez Pedemonte y Torcuato González Agote unieron fuerzas para hacer algo creativo y abrieron un espacio en el garaje de su casa, un lugar de difusión en un momento donde parecía algo imposible. Grasa es un ejemplo que demuestra que sin importar las problemáticas que se presenten, el circuito del arte en este país siempre está activo y en hermosa transformación. La propuesta para su primera participación en arteba es un claro reflejo del trabajo realizado durante estos meses y el concepto curatorial que han logrado forjar. Festejamos que sigan apareciendo nuevos proyectos con impronta única que nos estimulen.
8) Rolf: siempre nos encanta visitar esta galería donde la calidad (y la densidad temática) de los fotógrafos te vuelan la cabeza.
Si hay una galería que tiene relación con el universo de las ferias es Rolf, que desde su apertura en el 2009 ha recorrido el mundo, de forma literal, promocionando a un increíble staff de fotógrafos y fotógrafas de todo el continente. Para aquellos que no lo saben esta es la única galería especializada en obras que exploran la fotografía y sus límites. Uno de los proyectos que se destacan dentro del stand es el archivo único de fotografías y videos de «La Conquista. 500 años. 40 artistas», una exposición colectiva organizada por las artistas Liliana Maresca, Elba Bairon y Marcia Schvartz, que se llevó a cabo en el Centro Cultural Recoleta en 1991, un lugar icónico de los´ 80s y ’90s y donde Maresca realizó algunas de sus piezas y acciones más importantes. El registro estuvo a cargo de Marcos López, RES y Adriana Miranda y muestra al grupo de artistas disfrazados, posando y caracterizando de manera irónica a los personajes que protagonizaron el trágico comienzo de la colonización.