Los acrílicos de Rogelio Polesello: clásicos imperdibles
Reúne a cientos de artistas, curadores, coleccionistas y galerías de todo el mundo en Buenos Aires. Por eso, arteBA se posicionó como una de las ferias artísticas más importantes e influyentes de la región, una cita obligada para los amantes del arte contemporáneo.
Puede que perderse sea fácil entre tantas obras. Entonces, ¿cómo encarar semejante aventura visual? En un recorrido que hizo junto a MALEVA en arteBA 2014, Florencia Giordana Braun, directora de la galería Rolf Art, recomendó empezar por los “maestros” antes de meterse de lleno con los artistas más jóvenes, y dio otra pista sobre lo que le interesa buscar: “me gusta la obra que es estéticamente bella, pero que tiene una segunda lectura densa”.
En su edición número 27 (que podrá visitarse hasta el domingo 27 de mayo en La Rural), la feria ofrece una extensa convocatoria, donde más del 50 por ciento son galerías extranjeras. ¿Cuáles son las obras imprescindibles de este año? Esta es la selección de MALEVA.
El verano pasado, Noé viajó a Francia para visitar a sus hijos y pintó esta obra de acrílico y tinta sobre tela. Si bien es de 2018, la pintura lleva su sello típico. La galería Rubbers Internacional lo representa y ofrece una selección de sus trabajos.
Ubicada en la sección principal de la feria y con una tendencia más tradicional, la galería Sur, de Montevideo, ofrece trabajos de artistas consagrados, como Antonio Berni y Joaquín Torres-García. El Móvil rojo de Julio Le Parc, maestro del arte cinético, es especial para quienes busquen obras llamativas para fotografiar.
Durante una entrevista con MALEVA en 2013, Polesello contó que las primeras obras de plexiglass que hizo en 1966 buscaban imitar un juego que hacía de chico, cuando acercaba prismas a sus ojos, una idea que nunca se pudo sacar de la cabeza. Esos primeros trabajos derivaron en piezas cada vez más grandes, muy atractivas porque las lentes deforman la imagen de quien se acerque. La galería MCMC tiene dos de ellas.
Discípulo de Horacio Coppola, de Zuviría es un fotógrafo con una técnica purista y frontal. Para el proyecto Siesta Argentina registró con su cámara la Argentina entre 2001 y 2003, un país adormecido por la crisis económica. Vale la pena visitar la galería Rolf Art y su selección de obras con peso social de artistas destacados, como Marcos López y Santiago Porter.
Omar Rodríguez-Graham nació en la Ciudad de México, donde vive y trabaja, es un artista menor de 40 años con muchísima proyección internacional. La galería mexicana Arróniz Arte Contemporáneo trajo una de sus obras, parte de la serie Anamnesis, término griego que significa reminiscencia o rememoración. La pintura, que busca traer recuerdos pasados al presente, se destaca por su color y forma.
En 2017, este artista tucumano que vive en Berlín liberó 7 mil arañas de la especie Parawixia bistriata, autóctona del norte argentino, en una sala del Mamba para su instalación. Saraceno suele trabajar temáticas ligadas a lo científico y, además de la obra que puede verse en la galería de Ruth Benzacar, también es responsable de uno de los trabajos de Zoom, el programa de intervenciones artísticas montados en las entradas de arteBA.
“Es un objeto surrealista, un dispositivo para peinar. La obra trabaja el peso de los mandatos sociales en la construcción del cuerpo femenino, ya que el pelo tiene un significado en todas las culturas”, explica Celeste Martínez. La galería Fundación El Mirador, muy impactante por la elección temática de las obras y el montaje, es parte del área Stage Irsa, en la que sólo participan galerías con menos de cinco años de apertura que representan a artistas jóvenes.
El escultor argentino trabajó esta placa de concreto, de la que existen muy pocas copias, en 1972. El material y sus perforaciones provocan un juego de luz y sombra atractivo que no pasa desapercibido. La obra, así como también otro móvil de Le Parc, puede verse en la galería Maman Fine Art de Miami, con sede en Buenos Aires desde 2001.