Para María de los Milagros Baylac (35) o Maria Baylac a secas, nuestra artista de la semana, el arte no debería circunscribirse a las paredes de una galería o estar confinado a los salones de un museo sino que debe “pasar esas fronteras” para “invadir todos los espacios de nuestra vida”. Para ella, la producción artística cumple una función social casi filosófica: la de embellecer la vida y el espíritu de las personas. No es una creadora ensimismada, sino que – algo poco frecuente en los artistas – actúa como mensajera del arte. Como fondo tenemos «No Llores por Mí Argentina»: un homenaje a Buenos Aires.
Su pasión por el muralismo y su iniciativa de Bancarte (en donde se intervienen los bancos de los espacios públicos de la ciudad) dan cuenta de la concepción emancipada, horizontal – y generosa – con la que concibe su obra. De chica, asegura, tuvo una inquietud o una visión: “poder pintar algún día todas las casas viejas y grises de la ciudad para alegrar a las personas”. Su trabajo – intenso, ecléctico y multifacético – incluye murales, indumentaria, decoraciones e ilustraciones para diferentes marcas y proyectos artísticos en el país y el mundo.
Fue seleccionada para representar al país en la Copa de la Reina en Londres y en Saint Tropez, interviniendo una montura de Polo para Inprotur y La Martina, trabajó comunicando la imagen de Campari por el aniversario de los en 150 Años y para otras marcas como Infinit, Bensimon, Absolut, Nokia en Londres, Love Miuka, Coty, Fradusco, Revista Pokerface, Lancome, Adidas, etc. Intervino toda una escuela audiovisual infantil en Belén de los Andaquíes en Colombia, en un pueblo en donde se encuentra el conflicto armado. Da talleres de arte terapia porque está convencida del poder de sanación que tiene la pintura. Participa con asiduidad en muestras grupales e individuales. Este año – por citar dos – en Artdeco en el Buenos Aires Design (intervino un objeto que expuso en Arquimadera) y Arte en la Isla en Nordelta. El año pasado expuso de manera individual en la Casa de Bahía Blanca (“Milagros de María), ciudad de la que es oriunda.
«Desde 1992 que pinto, lo que comenzó como un hobby se convirtió en una gran pasión y forma de vida. Mis cuadros principalmente parten de la visión de una mujer, en como sienten, en como se expresan – cuenta la artista – en como miran el mundo que las rodea según el sentimiento que las invade en ese determinado momento, buscando así tratar de transmitir la esencia de los seres humanos”. Asimismo considera la creación artística como un modo de conectarse con la intuición personal y el chico que todos llevan dentro.
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