El sábado 21 de julio en la disco Groove de Palermo se realizó la peculiar fiesta Yoga Rave – patrocinada por la ONG El Arte de Vivir – en donde un abanico de aparentes contradicciones – juventud y sabiduría, boliche sin humo ni alcohol, niños y meditación, gente mayor saltando – se conjugaron en un evento excepcional. Pero muy válido. Maleva estuvo ahí cronicando entre la multitud en estado zen y apuntó los aspectos más sobresalientes.
– Un boliche en silencio y en ooommm –
El lugar comenzó a llenarse a las 20hs. El público ecléctico. Podría representar una muestra de un estudio sociológico: edades muy variadas, varones y mujeres por igual, miembros de tribus urbanas. Todos conviviendo en paz. De golpe sube un hombre al escenario, es el instructor. Y empieza: “inspiren, exhalen, inspiren, exhalen, miren su interior”. Desconocidos se entregan a la meditación, espalda contra espalda. Los empleados del lugar dejan sus tareas, se sientan en el piso y cierran los ojos. Miles en un boliche ¡Pero en silencio! Un ommmmm extenso y vibrante que por adentro te moviliza y conmueve. Que unifica y que calma.
– La pista explota con cantos en sánscrito –
Y de repente, suena música. Son cantos en sánscrito. Los que meditaban se enchufan y bailan, saltan. Después de los parlantes sale rock, pop, electrónica, ambient y hip hop. Una precisión: lo que se escucha es una adaptación a esos géneros de mantras hindúes. La artífice es la banda So What Project! Integrada por Nicolás Pucci y Rodrigo Bustos. SWP y la Yoga rave tienen un objetivo ambicioso: “eliminar el estrés, el caos y el sufrimiento”.
– Vade retro al alcohol en las barras. Los tragos: a base de trigo –
Una de las banderas de la movida es la vida sana. Y romper con el estereotipo de la diversión nocturna. Acá se busca el autoconocimiento. Por eso el alcohol, las drogas y el humo no son bienvenidos. Olvídense de conseguir eso. En cambio se hacen tragos a base de trigo. “Lo que más se pide es el cocktail Amor que combina pulpa de durazno, manzana, azúcar orgánica y jugo de naranja” cuentan los barmans.
– No comer lo que tenga ojos: cocina vegetariana a pleno –
¿Las especialidades de la Yoga Rave? Wraps de burgol y empanadas de cebada. “Hay que probar para saber qué es lo que realmente te gusta. ¡Y hay que experimentar!” , proclama Gerónimo Favaloro, chef a cargo.
– Consejos espirituales de los directores de la orquesta –
“Hay que mirar adentro de uno mismo, ver de qué manera uno puede vivir mejor, más feliz y más tranquilo”, Nicolás Pucci.
“Aplicamos los mantras porque tienen la particularidad de exteriorizar a nivel vibracional lo que tenés adentro tuyo, como algo mágico que te permite viajar hacia adentro y conectarte con la música, con el otro y con la meditación”, Rodrigo Bustos.
– John Lennon y Yoko Ono presentes –
“En estos 5 años tomamos conciencia sobre nosotros, el estado de nuestra sociedad y nuestro planeta. Estamos en un deathline muy delicado donde si no se da una toma de conciencia global derrapamos como seres humanos” reflexiona Rodrigo Bustos. John y Yoko movilizaron desde una mirada diferente, que no apostaba a la violencia para el cambio. Algo de eso hay en las Yoga Raves. Just imagine.
Una experiencia recomendable: Yoga Raves (¡atentos a la próxima!)