DAIN, UNA USINA CULTURAL



 
Dain: una usina cultural. Por Santiago Eneas Casanello. Fotos Jacinto Freixas
Una usina es un establecimiento donde se produce sin parar de modo industrial. Un lugar intenso, frenético, de creación. Al ver la cantidad de actividades que se realizan en Dain Usina Cultural – Nicaragua esquina Thames, pleno Palermo Soho – se entiende el nombre. Presentaciones de libros, exposiciones de arte, ciclos musicales, charlas gastronómicas, entre otras. En una semana, cada día puede estar ocupado por algo. Verónica Condomi y Liliana Vitale entonando su último disco, Osvaldo Gross dando una clase de pastelería, una muestra del grupo de arte Madí. Siempre propuestas de alto nivel. Pero a diferencia de la escala intimidante de una fábrica, uno de los mayores activos de Dain es la escala humana. Y Usina también es un nombre apropiado para un lugar así porque Dain no es – sólo – una librería, porque Dain no es – sólo – una sala de conciertos, porque Dain no es – sólo – una galería de arte, porque Dain no es – sólo – un restó. Es todo eso junto lo cual lo convierte en un lugar sui generis, en un concepto inédito en Buenos Aires. Y lo distinto a veces no acopla con cualquier definición: usina, entonces, es válido para definir a un lugar donde pasan muchas cosas y que en sólo dos años – abrió en abril de 2011 – logró instalarse como uno de los espacios ineludibles del circuito cultural porteño. Maleva habló con su alma mater, Endy Dain.
¿Cómo se gesta DUC?Toda la vida tuve la idea de tener una librería. Cuando era una estudiante de historia – carrera de la que Endy es Licenciada – en la facultad de Filosofía y Letras (UBA), pasaba mucho tiempo en las bibliotecas buscando documentación y ahí ya pensaba que algún día iba a tener una librería. Y una librería especial. Pero como dice John Lennon la vida fue pasando. Hasta que llegó un momento en el año 2008 que dije: “ahora sí”. Pensé que Francisco Offenhenden – al frente de DUC con Endy – que es un librero de toda la vida a quien conozco desde hace muchísimo tiempo me podía ayudar, apoyar la idea, y por suerte le interesó y así todo fue fluyendo. Nos sentamos a ver qué es lo que queríamos hacer porque las librerías tradicionales están medio complicadas ahora. Y yo siempre pensé un lugar multifactorial donde hubiera buenos libros, donde se pudiera comer rico, ver arte, donde te puedas sentir como en el living de tu casa. Y así fue.

Más de 25.000 volúmenes en la faceta librería de DUC
 
El concepto de Dain es bastante único en la ciudad, puede ser una muy buena librería palermitana y a la vez uno se puede sentir en Proa. Explicanos eso.
Es que somos un poco eso. Francisco, cuando digo que fue librero de toda la vida es que lo fue todo, desde cadete a distribuidor pasando por la comercialización del libro y también es un muy buen músico que entiende mucho de música. Entonces un poco fue preguntarnos “qué nos gustaría hacer”. Yo tengo mucha llegada a artistas y me gusta el arte, a los dos nos gustan los libros y a él la música y así surgió.
Francisco Offenhenden: claro, hay distintas cosas que nos interesaba que estuvieran. Un centro cultural remite a algo estático y esto también es un comercio. Y un lugar donde es agradable estar y donde pasan cosas placenteras relacionadas al arte y la cultura.
Una suerte de isla en medio de la vorágine…
Totalmente. Por eso hasta en el planteamiento arquitectónico todo está pensando muy al detalle. Por ejemplo, este lugar tiene un sonido que no se encuentra en otros lugares. Es un sonido superior. Acá todo está al servicio del que viene, del artista, del que come, del músico, del escritor.
 

«Toda la vida tuve la idea de tener una librería. Cuando era una estudiante de historia – carrera de la que Endy es Licenciada – en la facultad de Filosofía y Letras (UBA), pasaba mucho tiempo en las bibliotecas buscando documentación y ahí ya pensaba que algún día iba a tener una librería. Y una librería especial.»

 
Tal vez el quid de la cuestión esté en la palabra «usina»
Algo que nos causa gracia es que desde que abrimos hay otros lugares que le pusieron el nombre usina. No podemos apropiarnos del idioma pero esta es la primera de las usinas.

Francisco Offenhenden:

 acá hay un espíritu artesanal, todo se trabaja desde lo artesanal y el detalle y eso le da un carácter muy especial, acá hay calidez, amor y gusto por lo que hacemos que lo hace más que una librería.
 

 
¿Si tuvieran (pregunta a ambos) que elegir un elemento de identidad que atraviesa todo cual sería?
Endy: el trabajo. Por el esfuerzo, el empuje y las ganas que están presentes en la Usina. Las muchas horas que tenemos que tener para que esto funcione.

Francisco Offenhenden:

creo que la idea es que acá “pasan cosas”, acá puede entrar uno de los mejores flautistas de Argentina, tocan músicos que se sienten muy cómodos, Andrés Beeuwsaert, un pianista muy bueno (que toca con Aznar) llama un día y te dice quiero festejar mi cumpleaños ahí, la exposición del grupo Madí, con charla de Raúl Santana con la viuda de Carmelo Arden Quin, etc.
¿Cómo llegan a un equilibrio entre tantas disciplinas? ¿Cómo le dan orden a lo ecléctico?Me parece que tiene que ver con la trayectoria de vida de cada uno, hay mucho en común. Nos completemos muy bien, a mí me importa que las cosas le interesen a Francisco. Por ejemplo hacemos un ciclo mensual de ópera, él sabe mucho de música. Al principio fuimos nosotros, después aparecieron otros ciclos, pero eso está bueno, que nos copien (risas).
Francisco Offenhenden: el tema es que como lo hacemos por gusto y artesanal es difícil de replicar.

Endy Dain y Francisco Offehenden, 2 apasionados por lo que hacen, al timón de DUC
 
Hablemos de Palermo, DUC tiene algo de lugar de cercanía y como polo cultural, están resignificando un poco el barrio.
Acá en Palermo hay algunas librerías que nosotros somos amigos y tenemos muy buena relación como Eterna Cadencia, Libros del Pasaje, también Prometeo y otras, osea que Palermo da para mucho más. Y me gusta que es uno de los pocos lugares muy amigables para pasear, para caminar, estamos medio contaminados por el concepto shopping que a mi juico es horrible y tiene poco que ver con nuestra identidad porteña. Y Palermo es otra cosa, caminás y encontrás libros, arte, diseño, y hasta verdulería y peluquería. Todo caminando, y esto es el corazón de Palermo Viejo.
 

«Epicuro dice para qué ocuparse de la muerte si cuando ella está, no estamos, y cuando estamos ella no está. Hay un tema de disfrutar, de placer. Estamos vivos, acá pasan cosas, disfrutémoslo. Algo de eso está en DUC»

 
¿Y cómo es trabajar en algo que quieren tanto pero es tan demandante?Francisco Offenhenden: algo bueno, por la coherencia de hacer lo que hice siempre, aunque en un nivel más grande ahora. A los dos nos interesa mucho la calidad, ahí hay otra cosa distintiva. Por ejemplo, si tengo que hablar de la música, estuve un tiempo de un lado y ahora del otro.

Endy:

Muy bien, estamos satisfechos. Una anécdota: a Luis Salinas le dijeron de este lugar y no le interesó en absoluto, y vino el manager de casualidad y se quedó una hora estudiándonos sin decir ni quien era, vió como lo atendieron, recorrió la librería, se tomó algo y después se dio a conocer y nos dijo “soy fulano de tal y creo que a Luis Salinas le encantaría tocar acá”. Salinas es alguien que toca en teatros enormes y vende cantidades de entradas.
Y también está la dimensión gourmet de DUC
Claro, el primer concierto que hicimos de hecho fue con cena.
La terraza se llama Epicúreo, ¿Qué tiene de epicureano el lugar?Francisco Offenhenden:  Epicuro dice que para qué ocuparse de la muerte si cuando ella está, nosotros no estamos, y cuando estamos ella no está. Hay un tema de disfrutar, de placer. Estamos vivos, acá pasan cosas, disfrutémoslo. Algo de eso está en DUC.
¿Hacia dónde va DUC?

Endy: ¡El cielo no tiene límites! La vida fluye, vamos a ver a dónde vamos. Pero siempre ofreciendo la tranquilidad del amor por lo que hacemos.