Usos, costumbres y manías de los chinos. Crónicas de viaje por Oriente.
Por Josefina Winograd (texto y fotos, desde China)
1) Siempre aparecen categorizaciones insólitas, como que la comida se divide en cold & hot, pero no en un sentido literal, sino en un sentido… ¡Incomprensible! Banana is hot, mango cold. ¿Por qué? «It´s like this: cold & hot balance, good for your body», me explicaron una vez. Luego logré informarme mejor sobre esta teoría. El Yin y Yang, caliente y frío, masculino y femenino, son pares de fuerzas cuya armonía o desarmonía interna rigen tanto la naturaleza, como los vínculos y la cotidianeidad. Esta filosofía yace en el corazón mismo de la cultura china.
2) Cuando veía algo comestible y desconocido, y preguntaba qué era, me contestaban “good for your body”. Es una manera educada de decir «no molestes y comé, nena».
3) Cuando las chinas tienen el período, dejan de lavarse el pelo y comer cosas frías por tres días. ¿Por qué? Good for your body.
Después de tantos ¿why?, Nana me iluminó con esta frase: «the explanation is because this is China».
ERUCTOS ENTRE BOCADO Y BOCADO
Sabemos de la buena relación que tienen los chinos con los eructos y la capacidad de emitir todo tipo de ruidos que para nosotros son desagradables, ¡Y lo hacen en pleno espacio público! Como diría Moria Casán: «que no quede nada adentro mamita, largá todo para afuera». Ya lo había empezado a observar en el sudeste asiático, y pensé que estaba acostumbrada, pero ¡por Dios!, qué desagradable me resultó en China, donde es potenciado. La forma de comer también es particular: muchos aspiran la comida, acompañando la succión de ruidos innecesarios, y a una velocidad que pareciera que es la última oportunidad de sus vidas. Intercalan eructos entre bocado y bocado, y en los momentos de máxima ansiedad he visto a un comensal ingerir directamente como perros: la boca en el plato.
LO ESCATALÓGICO NO ES NINGÚN TABU (O SOBRE LAS LETRINAS SIN PRIVACIDAD)
La relación que tienen con lo escatológico no es un tema tabú acá. No es raro ver en Shanghai, una madre que hace defecar a su hijo en un árbol de la vereda, cuando hay un gigantesco mall con baños públicos en la misma cuadra. Y ahí queda el árbol con nueva decoración. Pareciera que no hay tabúes. O mejor dicho, no son los mismos. Los baños en China son algo especial. Vengo acostumbrada a las letrinas hace meses en Asia, pero siempre con privacidad. En China no es extraño que las letrinas estén una al lado de la otra, sin ninguna división en el medio. ¡Ni un tabique! Tenés que arreglarte ahí sentadita, expuesta y vulnerable al lado de otras. Para ellos, una actividad social. Para mí, un tabú con el que lidiar.
COOLHUNTING EN BEIJING
La moda en China seguramente es objeto de meticulosas tesis y análisis. Si bien mis conocimientos en el tema son nulos, no puedo dejar de detenerme en este tópico, porque es un espectáculo. Parejas con la misma remera caminando por la calle es un hit. Pero más aún, las inscripciones suman polémica al asunto. Lo más visto fue:
– mensaje de redes sociales: signitos de «likes» a sí mismos, «my entire life is posted on fcbk»,
– ambiguos «Made in China» (no se sabe si es un guiño o una crítica a la economía globalizada)
– empalagosos «she/he is my best half»,
– insólitos «”who cares about reasoning? « o «I shit my pants»
Y los peinados de los hombres, a la perinola, indescriptibles. Pareciera que lo cool es llamar la atención, ¡sea como sea! Si eso significa una melena tipo Marge Simpson, no duden que la conseguirán. Y para las mujeres, los colores estridentes pueden llegar a encandilar.
¡Los chinos y sus fotos! Es el único país donde los extranjeros sacan menos fotos que los locales. ¡No paran! Los niños ya vienen programados: cada tres minutos tienen que poner una sonrisa falsa porque el padre ¡shootea! A los seis años se sienten Zoolander y ya son adictos, piden cámara, y muchos de ellos manejan estos artefactos, que son extra large para sus cuerpitos. ¿Qué harán después con todas esas fotos? ¿Alguien las verá? ¿Tendrán empapeladas sus casas de fotos? Otra: las excursiones y los chinos. Normalmente, en cualquier lugar turístico del mundo hay, como mínimo, un grupo de chinos en excursión. En China hay millones de grupos. Y no es cosa de viejos o de discapacitados. A todas las edades, es de lo más normal del mundo hacer turismo en grupos. En los lugares turísticos, como templos o palacios, llega a ser agotador, todos equipados con sus parlantes y a los gritos.
LAS TREINTAÑERAS HELLO KITTY QUE SE CREEN DE DOCE
Hay que reconocer que así como son de gritones, también son risueños. Eso sí, nunca logré entender de qué se ríen. Según pude averiguar, para la clase media todo lo que diga un western es gracioso. Para ellos, ¡debo ser como un capo-cómico! Las chicas entre quince y ¡treinta!, parecen de ¡doce! Aman a Hello Kitty y otros íconos de cultura animada popular. No es raro ver a una veinteañera caminando con un peluche en la mano, o con sombrero de orejita como si nada. Y esta infantilidad se ve también en la manera de actuar. Se ríen de cosas que no son graciosas, como los niños. Sven decía que esto es porque hasta los dieciocho años estudian sin parar. Cargan con mucha presión, y recién cuando terminan la etapa formativa, tienen tiempo para ser niños. Mis amigas chinas, por otro lado, me decían que era por narcisismo absoluto. Un poco lo que pasa de este lado del mundo con el bisturí, en China le agregan el peluche. En fin, sea cual sea la razón, el giggling está presente hasta el hartazgo.
LA CENSURA EN FACEBOOK LOS INDIGNA, LA OTRA NO TANTO
Por otro lado, les resultan graciosas cosas terribles. Por ejemplo, me cuentan la historia sobre un periodista que hizo una nota criticando al gobierno y cuando la terminó, recibió un llamado de teléfono en el que se le advertía «tené cuidado por dónde caminás». Los tres chinos que estaban a mi lado escuchando el relato, estallaron en risas, mientras yo no veía cuál era la gracia. Si bien se molestan enormemente por la censura al Facebook, les resulta llevadero escuchar el bip censurador en las noticias de los canales de extranjeros, cuando cierta parte del contenido no agrada al gobierno. Y por último, parece ser graciosísimo empujarse para abordar barcos, aviones o cualquier tipo de transporte. Todo para conseguir un asiento, o simplemente para llegar primero. ¡Qué divertidísimo! Las azafatas tailandesas de Air Asia no podían controlar el caos cuando en pleno aterrizaje, todos los pasajeros chinos, ya parados, luchaban entre ellos para sacar primeros sus equipajes de mano de los compartimentos.
GENTE TAN PRUDENTE
Otra particularidad es lo prudentes que son. Por momentos, cómico. Por ejemplo, en la playa de Hong Kong, que es como una pileta, hay bañeros en botecitos cada cien metros. Están alertas y listos por si tienen que hacer un rescate. Y como si esto fuera poco, en la playa hay refuerzos: también cada cien metros, un socorrista precalienta en caso de una eventualidad. A todo esto, la escena en el agua es la siguiente: cinco o seis occidentales se refrescan de la manera convencional y millones de turistas chinos chapotean en la orilla vestidos ¡y con paraguas! Obviamente, no faltan las cámaras de fotos que disparan sin descanso. La prudencia también se ve ante las lluvias. Me contaba Sven que cuando cae una lluvia fuerte, en HK nadie va a trabajar, y si estás en la calle, piden encarecidamente que vuelvas a tu casa, que es peligroso. Estamos hablando de una lluvia fuerte, como las que conocemos nosotros. No se trata de un tsunami ni de un tornado. Y esto lo vi yo tras el tifón Vicente: un par de troncos y hojas en la vereda después de una tormenta, para ellos hace intransitable la calle. «Tomate el subte porque no se puede caminar», te aconsejan.
YO ME QUIERO CASAR ¿Y USTED?
Una tarde encontré una reunión en una plaza de Shanghai, en pleno centro entre rascacielos, con decenas de personas con paraguas abiertos apoyados en el piso. ¡Se trata de arreglos de casamiento! Se va con el C.V. del hijo/a a colocar (gustos, altura, peso, edad, foto, etc.), y se intenta conseguir el mejor partido para él/ella. Convive esta práctica con el tren más rápido del mundo, y edificios futuristas.
Hasta aquí llegó este decálogo de particularidades chinas. En la próxima entrega les voy a contar que es lo que me agota y que es lo que me fascina de este gran país.
CRÓNICAS ANTERIORES:
Myanmar, la tierra de los monjes, primera entrega: http://bit.ly/YC7CVu
Myanmar, la tierra de los monjes, segunda entrega: http://bit.ly/WDVqU7
Macau y Hong Kong, China en portuñol y China NYC: http://bit.ly/15WdgaO
Because this is China (tierra adentro): http://bit.ly/ZdxYy2