San Isidro y su mar (dulce)
Por Jesica Mihelj (texto y fotos)
Mientras muchos huyen a las playas y al mar, Maleva fue a recorrer la costa de San Isidro. Con el encanto del Río de la Plata y en uno de los barrios más lindos y entrañables de zona norte. Con su glam, agua, horizontes, casco histórico, verde, propuestas gourmet y ferias.
Licuado, kite y chill out en Perú Beach
Me siento en una reposera, miro los barcos navegar, los chicos tomando sus primeras clases de Kite y saboreo mi caipiriña. Para quienes intenten relajarse y disfrutar del verde a orillas del Río de La Plata existen dos lugares archiconocidos de San Isidro, y no por eso menos interesantes. Ideal para tirarse a leer un libro en el pasto o a charlar con amigos (con un licuado, claro). En Sebastián Elcano 794, esquina Perú, frente a la Estación Barrancas del Tren de la Costa, está el emblemático “Perú Beach”. Es ideal para hacer deportes, tirarse a leer un libro en el pasto o reunirse con amigos. La temporada alta es en verano, cuando el lugar se viste “al mejor estilo playero”, con bares de licuados y hamburguesas. Todo acompañado siempre de la mejor música Chill Out.
Aunque son muchos los paradores que ofrecen movidas acuáticas en la costa de San Isidro, posiblemente Perú Beach sea el más importante. Las escuelas de windsurf, kite, vela y kayak, se completan con disciplinas terrestres como hockey sobre patines, canchas de tenis y fútbol. También existe la posibilidad de llegar a las alturas del Muro de Escalada o de rodar en la pista de Skate.
Para matear escuchando reggae con vista a veleros (el bohemio y surfer Molino)
A pasitos, por no decir al lado, se encuentra “El Molino”, ubicado en Elcano 888. Se trata de un parador rústico, construido en madera, con un encanto natural, y paredes revestidas con tablas de surf. El predio es mucho más tranquilo que el de “Perú Beach”. Aquí la gente aprovecha para tirar una lona sobre el pasto y tomar unos mates mirando el atardecer. Todo al ritmo del reggae. La terraza es perfecta, con una vista panorámica del río y de los veleros.
La mejor ubicación a metros de la gran catedral
Su construcción terminó el 14 de mayo de 1898. De estilo neogótico, su cúpula destaca desde la distancia. Sin embargo, la mejor vista de la Catedral de San Isidro. se obtiene desde la terraza de “La Cartuja”. Este restaurante -de excelente ubicación- es ideal para un desayuno o una merienda. Mientras esperamos el pedido, está bueno cobijarse bajo las copas de los árboles y gozar de una vista privilegiada del templo católico y de la feria de la Plaza Mitre.
TIP: “San Isidro es distinto. Las garrapiñadas artesanales también”, reza el cartel de uno de los clásicos puestitos de comida de la feria. Compren un paquete de esta delicia y caminen tranquilos entre los artesanos. Miren las palmeras, escuchen las cotorras y verán que pronto los problemas se irán para otro lado.
En bici o rollers al costado de las vías del Tren de la Costa.
En dos ruedas en la bicisenda ribereña
El bajo de San Isidro ofrece a los amantes de las bicicletas y los rollers la oportunidad de gastar sus ruedas en la bicisenda que bordea los rieles del Tren de la Costa. La vía asfaltada es ideal para hacer un poco de ejercicio sin preocuparse del tránsito. Quienes quieran aventurarse, podrán alquilar equipos en algunos negocios cercanos. Aire fresco, naturaleza y tranquilidad son los pilares del recorrido.
TIP: Para alquilar bicicletas pueden dirigirse a “Stop! Bikes”, bicicletería ubicada en Pedro de Mendoza 609, frente a la estación del Tren de la Costa. Abierto de martes a sábado de 10 a 13.30 y de 15.30 a 20hs. Domingos y feriados de 11 a 20 hs. Pregunten por Charly al 114-047-8453. www.stop-bike.blogspot.com.ar
La comunidad roller de Zona Norte
Los amantes de las patines encontrarán la horma de su zapato en “BsAsRoller” , una comunidad de fanáticos de las ocho ruedas que organiza salidas grupales por distintos puntos de Buenos Aires. Se trata de “un nuevo estilo de vida urbano para ambos sexos y sin límite de edad, fortaleciendo la práctica deportiva en un ambiente distendido, divertido y dinámico”, o al menos es lo que ellos dicen. Zona norte tiene su propia “Comunidad Roller”: www.facebook.com/groups/zonanorteroller/.
De compras retro
Se puede llegar patinando, a pie o en bici. Pero en la estación “Barrancas” del Tren de la Costa el tiempo da marcha atrás y nos lleva al pasado que más nos guste. Es que los sábados, domingos y feriados allí tiene lugar “La Asociación Feria de Anticuarios”, que ofrece más de setenta stands con antigüedades, objetos de arte y curiosidades. Todo bajo una frondosa arboleda, a pasos del río. Muebles antiguos, cristalería, vajilla, joyas y muchos otros objetos retro exponen su historia en los puestitos. Quienes forman parte de esta feria tienen mucho para enseñar, asesorar y compartir. Es un viaje al baúl de los recuerdos.
DÓNDE: Estación Barrancas del Tren de la Costa, sobre la calle Elcano, entre Perú y Almafuerte.
TIP: Si están cansados o simplemente quieren tomarse un refresco, del otro lado de las vías se encuentra el bar “El Anticuario”, la pausa perfecta para este paseo.
Para más datos de la Feria: www.delanticuario.com
Entre la Anita, Mai Mai y lo de Nacho
Pedro de Mendoza, Primera Junta y Av. Tiscornia. Estas tres calles forman el triángulo gastronómico perfecto del bajo de San Isidro. En sus veredas relucen los carteles de los restaurantes predilectos de los vecinos sanisidrenses por su relación precio-calidad. El raid comienza en el establecimiento “La Anita”-ubicado en Tiscornia 843-, famoso por sus pastas. Nació en 2007 cuando su dueña, Gimena Mora, compró un viejo almacén de barrio. Encantador, de fachada celeste y blanca, el restó se caracteriza por una carta reducida de platos ricos y abundantes. El interior combina una ambientación mediterránea, detalles del viejo almacén y símbolos motoqueros (algunos comensales dejan sus Harley-Davidson estacionadas en la puerta). Los fines de semana hay que armarse de paciencia por la gran concurrencia.
Para los que estén más interesados en un bar/boliche, “Mai Mai” es la solución. Este mega-galpón con una destacada barra es el preferido de los jóvenes de entre 25 y 35 años. Sillones, velitas y rincones íntimos hacen de este lugar un clásico de las primeras citas.
También está “Lo de Nacho”, lugar ideal para comer una pizza a la parrilla (Roque Sáenz Peña 1061). Los restaurantes con vista al río “Barrancas de Alvear” y “Alvear&Garden”-ambos en Alvear y el Río- son perfectos para ver el atardecer o para disfrutar de una cena romántica.