Roadtrip en las Highlands: paisajes alucinantes, pueblitos de cuento ¡y destilerías de whisky!

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El tren a vapor de Glenfinnan (o el expreso de hogwarts de Harry Potter) 

ROADTRIP EN LAS HIGHLANDS: PAISAJES ALUCINANTES, PUEBLITOS DE CUENTO ¡Y DESTILERÍAS DE WHISKY! / POR GASTÓN BOURDIEU (DESDE ESCOCIA)

En 1297, William Wallace entró en la historia grande de Escocia tras vencer en la batalla del Puente de Stirling al ejército del Rey Eduardo I de Inglaterra. En las puertas de las Highlands, aquella proeza popularizada en la película «Corazón Valiente» marcó para siempre la historia escocesa.
Algo de especial tendrían esas tierras altas, perdidas entre valles, lagos y castillos, que casi 720 años más tarde siguen siendo uno de los atractivos imperdibles del Reino Unido. MALEVA estuvo allí y te cuenta los «musts» del lugar mágico donde se destila, para muchos, el mejor whisky del mundo.
Las tierras altas se caracterizan por sus paisajes, cultura e historia: a medida que se adentra en sus valles, los caminos se entrelazan con lagos y se pierden detrás de montañas. Aparecen islas y pueblitos encantadores repentinamente, y en casi todos hay un Pub donde beber whisky y conversar con la gente local. En la barra, el whisky sobresale por su carácter fuerte; la gente, por su hospitalidad. Ambos, claro, son escoceses.
Es fácil encontrar hoteles y habitaciones del tipo bed & breakfast, equipadas a la perfección para los visitantes. Las familias abren sus casas y son increíbles anfitriones. Si bien se pueden pasar más de 10 días recorriendo Escocia (hay 790 islas), para disfrutar realmente de las Highlands es clave dedicar al menos 4 noches.

STIRLING: EL PUNTAPIÉ IDEAL PARA UN ROADTRIP (AQUÍ ESTÁ EL MONUMENTO A WILLIAM WALLACE)

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Ubicada en las Tierras Medias, la ciudad es conocida como la puerta de entrada a las Highlands. A menos de una hora de Edimburgo, capital de Escocia, allí destacan el Monumento a William Wallace, el Castillo de Stirling y unas vistas increíbles. Es el puntapié ideal para un roadtrip en pareja, con amigos o, porque no, con uno mismo (en Edimburgo hay varias opciones de alquiler de autos).
Las rutas están en perfectas condiciones y con un buen GPS es difícil perderse. Pero si lo que te da miedo es el volante a la derecha y circular por la izquierda, calma: un día de manejo alcanza para tomar confianza y al final del segundo ya se vuelve hábito.

GLENCOE: PARA ALMORZAR CAMINO A LAS ISLAS

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Almorzar en este pueblito camino hacia las islas, y aprovechar la tarde con un paseo por senderos boscosos hasta el lago Lochan es una gran opción. Allí se pueden descubrir escenarios pintorescos y atardeceres bajo la paz que irradian las montañas salvajes del otro lado del lago.

FORT WILLIAM: CERCA DEL LEGENDARIO «BEN NEVIS»

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Un poco más al norte está la segunda ciudad más grande de las Highlands y punto de acceso al Ben Nevis, la montaña más alta del Reino Unido (si te gusta el montañismo tenés que recorrer la Pony Track para llegar a unos acantilados alucinantes).

GLENFINNAN: PARA LOS QUE LES GUSTAN LOS PUEBLITOS DE CUENTOS (ACÁ PASA EL TREN DE HARRY POTTER)

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Si sos amante de los pueblitos tan pequeños como encantadores, la opción ideal es seguir unos kilómetros más hasta Glenfinnan (glen significa “valle” en gaélico escocés, idioma con más de 15 siglos de historia que se habla en la región). Llena de historia, la aldea fue testigo del levantamiento jacobita de 1745, encabezado por el príncipe Carlos Eduardo Estuardo.
Hay un Monumento -una torre de 20 metros entronizada por el Unknown Highlander- y el viaducto de Glenfinnan, célebre no por estar en el billete de 10 libras sino porque todos los días, sobre sus vías, pasa el Tren Jacobite, más conocido en las películas de Harry Potter como el Expreso de Hogwarts.
Es un tren a vapor que sirvió de inspiración a la novelista J.K. Rowling, por lo que muchos fanáticos de la saga deciden subirse (parte desde Fort William), o verlo al menos pasar por el viaducto y tomarle fotos durante los 15 minutos que se detiene en la estación de Glenfinnan.

ISLA DE SKYE: PARA LOS FANS DEL WHISKY

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Para los amantes del whisky, una opción imperdible es la destilería Talisker, en la Isla de Skye. Al subir hacia el noroeste, a los paisajes increíbles se les suma el olor a mar (sensación que se comienza a disfrutar antes del cruzar el Puente Skye, en el Castillo Eilean Donan). Los lagos son de agua salada ya que la mayoría desemboca en el océano, las vistas son más vertiginosas y pictóricas.
La destilería, ubicada en Carbost, tiene una excursión en la que se explica el proceso de producción del whisky y se pueden probar distintas maltas. ¿Un must? Pasar la tarde tomando una copa en The Old Inn, y dormir allí mismo, frente al lago.

BEALACH BÀ (UNA RUTA DE CURVAS CON UN PAISAJE SENSACIONAL)

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Un camino sinuoso lleno de curvas cerradas, donde lo más difícil es no perder la atención con el paisaje. En la cima, hay un lugar para estacionar y admirar el Loch Kishorn desde lo más alto de la montaña. Son 18 kilómetros de subida y bajada inolvidables, aunque no apto para conductores inexpertos.
La travesía tiene su recompensa al llegar a Applecross, un pueblito con vista al lago que regala panorámicas de frente a las islas montañosas de Skye, Raasay y Rona. Para dormir, el B&B Cul an Dun tiene una vista inigualable desde la ventana del cuarto.

EL LAGO NESS: EL LAGO DEL MONSTRUO

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Antes de regresar, se puede pasar por el renombrado Lago Ness -hay varios pueblos en los que es posible hospedarse para conocerlo y hasta navegar sus aguas en busca del famoso monstruo- o por la capital de las Highlands, Inverness, donde se filmó la serie de Netflix Outlander. La cantidad de destinos, lógicamente, depende de la duración del roadtrip. Si bien las distancias nunca son muy largas (la isla tiene de punta a punta menos de 400 kilómetros), algunos tramos bordeando valles pueden tomar dos o tres horas.  
Lo cierto es que, sean pocos o muchos días, las Highlands siempre dejan al visitante con ganas de regresar.

BONUS TRACK: OTROS PUEBLITOS ALUCINANTES

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Otros pueblitos alucinantes para conocer son Shieldaig y Torridon, cerca del paso del ganado; Portree, o más al norte Ullapool. Al sur del Lago Ness está Fort Augustus, con sus encantadores canales que permiten el paso de los barcos de un lago a otro para el regocijo de los visitantes.

PANORAMA FOODIE: NO DEJEN DE PROBAR WHISKIES REGIONALES Y PROBAR LOS DESAYUNOS BOMBA ESCOCESES

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En todos los pueblos es posible probar whiskies regionales (aunque se consuman en todo el mundo) y las tradicionales cervezas Pale Ale (si sos de pedir la Scottish tenés que probarla, aunque en muchos bares las birras locales son servidas al tiempo).
En cuanto a la comida, son un clásico los haggis, un embutido hecho con vísceras de cordero u oveja (vale la pena probarlo) y los desayunos escoceses: huevos, tomates y champiñones salteados, papas y panceta, salchicha y morcilla (pudding), tostadas y té. Sí, para arrancar el día con todo.
En casi todos los pueblos se puede encontrar una destilería cercana (solo en las Highlands hay 47). Las más recomendadas:
1- Talisker
2- Glenturret (la más antigua de Escocia)
3- Tomatin
4- Aberfeldy
5- Glenmorangie
Fotos: Unplash y Creative Commons.