Uno de cada cuatro jóvenes del área rural no tienen acceso al secundario en nuestro país. Hablamos de más de noventa mil adolescentes argentinos. Estas cifras, que muestran una dura realidad, fueron parte del impactante mensaje que se compartió ante 650 personas presentes en La Noche de la Patagonia en el Tattersal, la cena anual a beneficio de la Fundación.
Por segundo año consecutivo, La Fundación Cruzada Patagónica organizó un espacio joven en su evento anual, con 300 invitados, pensado para estudiantes y jóvenes profesionales comprometidos con esta causa que crece a pasos sólidos en el sur de nuestro país. La Fundación trabaja desde 1979 por el desarrollo integral de los pobladores rurales del oeste de la Patagonia, a través de la educación y de programas de desarrollo rural. Con ambientación de la talentosísima Gloria Cesar, catering de Christian Petersen y música en vivo por el DJ del momento, Tomás Fernandez Saez, se disfrutó y se apoyó una causa revolucionaria a la vez.
Cruzada Patagónica lleva adelante tres escuelas: una primaria para adultos, y dos secundarios públicos de gestión privada, agrotécnicos, gratuitos y con 4 residencias estudiantiles en Junín de los Andes (Neuquén) y en Cholila (Chubut), donde se educan más de 400 jóvenes y adultos de comunidades rurales de 500 km a la redonda.
Hace solo unos meses, “Cruzada” como le dicen los jóvenes, se hizo viral. En medio de la vorágine de noticias pesimistas, apareció un video que demostró cómo la educación puede ser, literalmente, energía de cambio. Un grupo de estudiantes de su escuela en Chubut desarrolló un proyecto para generar molinos eólicos y llevar energía a casa de otro compañero que no contaba con electricidad. Este video circuló masivamente por las redes sociales y llegó a ser una noticia que trascendió y promovió el conocimiento y apoyo a un proyecto que desde la estepa patagónica marca una gran diferencia.
La Fundación Cruzada Patagónica trabaja con los pobladores rurales de Neuquén, Río Negro y Chubut, en zonas donde el territorio y las distancias se imponen en nuestro trabajo. “La educación en y para el medio rural es uno de los pilares para reducir la brecha que genera la inequidad social en la que viven muchos pobladores. También los acompañamos con el desarrollo de invernaderos, captación de agua, energías alternativas, fortaleciendo escuelas primarias y microemprendimientos productivos” comenta Mariana Battaglini, directora ejecutiva.
Durante la convocatoria, Franky Matarazzo, voluntario de Cruzada Patagónica e impulsor junto a Pilar Pose del espacio joven, hizo resonar las palabras de Nelson Mandela: “La educación es el gran motor del desarrollo personal. Es a través de la educación que la hija de un campesino puede convertirse en una médica, el hijo de un minero puede convertirse en el jefe de la mina, o el hijo de trabajadores agrícolas puede llegar a ser presidente de una gran nación”. Un mensaje tan lleno de esperanza como de verdad.