La Locanda, en Recoleta, es un espacio de comida italiana donde probar su risotto de hongos es el plan perfecto de otoño
Sí, ya sabemos, extrañás el verano, el sol, las terrazas y las piletas. Pero, aunque no te guste abrigarte, hay algo que el otoño tiene de bueno que el verano no: las calorías. ¿Qué mejor que combatir el frío con un buen plato de pastas, una sopa o un tremendo cordero? Ya no importa, el traje de baño lo confiscamos hasta nuevo aviso, y lo que más felices nos hace es sentarnos a comer algo calentito y rico. Porque lo sabemos, les traemos ocho platos que combinan muy bien con el otoño y su clima fresco, que tímidamente (y no tanto) empieza a decir presente. ¡A leer y tentarse!
Lekeitio es un restaurante vasco con una personalidad dual: alma de bodegón, pero con un estilo moderno. Ubicado en el barrio de Chacarita, fue creado por Shanti Aboitiz, de ascendencia vasca y filipina, quien diseñó una carta donde las opciones de tapeo abundan (porque siempre viene bien comer y compartir) y los principales apuntan a opciones tradicionales del país en cuestión, y platos más novedosos con elementos de la cocina filipina. Para estos días de frío donde las ganas de algo calentito atacan, en Lekeitio nos proponen su Pastel de papa con carrilleras al malbec, un clásico reversionado, acá hecho con las carrilleras de la vaca (quijada). Uno de los platos más pedidos en estos meses en los que el cuerpo pide calor y sustancia (bien sabemos que las ensaladitas livianas son cosas del pasado). Las carrilleras se cocinan durante muchas horas en vino Malbec a baja temperatura, para que la carne tome un sabor intenso y se deshilache. Luego, se prepara el pastel con un puré de papas cremoso que se gratina al horno y se sirve en una fuente de cerámica acompañado de verduras de estación. ¿Ya se les hizo agua la boca?
Opio Gastropub evoca al Street Food de países como la India, Vietnam y Tailandia, aunque también se puede encontrar algún que otro plato japonés y taiwanés. Los platos elegidos para la carta son los favoritos de Diego Rizzi – mentor y chef de Opio –, quien desarrolló un gran amor por la cocina callejera asiática tras haber vivido en estos pagos. Uno de estos preferidos del chef es el Curry rojo de langostinos y leche de coco, acompañado con arroz crocante. “Originalmente, el curry era una mezcla de especias. Con el tiempo, a los platos elaborados con esas mezclas también se les llamó así. Su equilibrio depende del país o la región donde se haga”, cuenta Rizzi. ¿Por qué probarlo? Porque es una combinación liviana pero reconfortante, con un nivel de picor justo, ideal para los amantes de los frutos de mar.
Desde hace 16 años, El Manto rinde homenaje a la cultura armenia que hoy moderniza con un impactante cambio en su carta y su local. Su nueva propuesta conjuga la tradición milenaria con toques actuales, los más frescos productos de estación, técnicas vanguardistas, dedicación y detalles de alta cocina. Para este otoño e invierno, su chef Álvaro De Frutos sugiere degustar su Cordero con frutos secos (higos negros del medio oriente, pasas y nueces) ya que tanto sus ingredientes como el método de cocción utilizado lo hacen absolutamente reconfortante. Y quien puede negar que el frío y el cordero son una muy linda combinación. “Marinamos la carne con una serie de especias y hacemos un ragú con morrón rojo, cebolla y ajo, que se cocina durante 6 o 7 horas para que la carne quede lo más blanda posible. Lo servimos con un trigo pilaf con el caldo de los propios huesos del cordero y lo solemos acompañar con pickles de cebolla para equilibrar cierta pesadez del plato”, comenta el chef.
Si de raíces italianas se trata, Ike Milano es uno de aquellos que le rinden honor. La Bella Italia encuentra un espacio en este restaurante. Su dueño y chef, Alberto Giordano, ofrece una completa experiencia “alla italiana” a través de recetas de herencia familiar (con productos de origen tano) que se complementan con un servicio esmerado y cercano, fiel a su estilo. Y todos sabemos que esta cocina se destaca a la hora de resguardarnos del frío. Esta temporada es protagonizada por las pastas, los risottos y las cazuelas tradicionales, como la Zuppa di Mare: una cazuela profusa de pulpo, calamar, mejillones, camarones y pesca blanca del día cocinados con tomates, ajos, perejil fresco y un toque picante de la casa. Una preparación que seduce a todo amante de los frutos de mar y que satisface, dejando espacio también para alguno de los deliciosos postres, placer otoñal por excelencia.
Este Beer Garden con espíritu de campamento ya lo conocemos todos, tanto por su ambientación como por su espíritu relajado y geniales platos. Durante lo que llaman la “Temporada de Meses Fríos”, lo que ofrece el menú son platos hogareños y recetas de olla que resultan perfectas para disfrutar al abrigo del sol y de sus especiales mantas tejidas (se piden en el refugio). Uno de los puntos fuertes de su menú actual es, sin duda, el Ragout de cordero con polenta. Un plato que ya tienta con solo describirlo y que es exclusivo de esta época. ¿Qué lo caracteriza? Su carne tierna y particularmente especiada, y la infalible polenta cremosa. Se sirve bien caliente y es ideal acompañarlo con un vaso de vino tinto (ofrecen variedades de La Liga de Enólogos) para pasar mejor los días fríos. Mientras se degusta, se puede elegir la canción que suena en el ambiente a través de su especial “rocola digital”, sello de Camping.
Ya anticipamos que la comida italiana cobra especial vida cuando de frío se trata. Por esto, La Locanda Ristorante, el pequeño tesoro italiano ubicado en Recoleta, también es uno de los elegidos dentro del mapa otoñal. Combina recetas y secretos de la cocina italiana con giros modernos que marcan la diferencia, usando productos especialmente traídos de este país europeo que conquista nuestras panzas una y mil veces. Daniele Pinna, dueño y chef, sorprende a sus comensales con preparaciones que transportarán a los más intrépidos e interesantes pueblos italianos, y esto logra con su Risotto ai funghi porcini (arroz carnaroli con hongos porcini). Un plato típico del norte de Italia con un sabor único y extraordinario que, a pesar de ser vegetariano, tiene mucho queso y manteca: súper energético, ideal para los días fríos.
Los bodegones también son expertos a la hora de calentar nuestro estómago y llenarnos de calorías contra el frío. En Inmigrante, restaurante de cocina y grossería argentina con estilo de bodegón, el menú se enfoca en recetas traídas por extranjeros que llegaron a nuestro país con las oleadas de inmigración europeas. Productos de primera calidad y técnicas de cocción de alta gama caracterizan a la propuesta del chef Leandro Di Mare, quien para esta época recomienda su Pappardelle con albóndigas y sofrito de tomates. Claro, un buen plato de pastas no se le niega a nadie en otoño. Y menos si viene con albóndigas.
La cocina francesa también tiene mucho para ofrecer cuando de abrigarse se trata. Fleur de Sel es un exclusivo restaurant francés con una propuesta de cocina que respeta profundamente el producto. El equipo comandado por Valentina Avecilla y Jean-Baptiste Pilou emprende una búsqueda constante de los mejores ingredientes de estación para sorprender siempre a sus comensales, y esto se evidencia en su Velouté de mejillón patagónico, plato especial de esta temporada. Hecha con almejas y mejillones frescos que se cocinan a fuego lento en vino blanco, esta sopa resulta muy original. El jugo de los mariscos se utiliza para hacer el velouté junto con zanahoria, hinojo, cebolla, echalote, puerro, crema y azafrán de Catamarca. El plato se sirve con juliana de los mismos vegetales y una tostada de pan con manteca de algas caseras. ¡Una bomba!
Fotos: gentileza Gastronomique