FUEGO AUSTRAL: EL BURNING MAN ARGENTINO / ¿CÓMO ES Y DÓNDE ES? / POR OLIVIA TORRES LACROZE

17426351_1854755381474398_902334166616184163_n
Todas las figuras se construyen, y al final arden en las llamas
 
 

FUEGO AUSTRAL: EL BURNING MAN ARGENTINO / ¿CÓMO ES Y DÓNDE ES? / POR OLIVIA TORRES LACROZE. FOTOS: GENTILEZA FUEGO AUSTRAL. 

Más que un evento, Fuego Austral es el resultado de la colaboración de participantes que crean una ciudad temporal dedicada a la comunidad, el arte, la autoexpresión y la autosuficiencia. Así es: al contenido lo generan los participantes, no los organizadores. No hay espectadores en Fuego Austral. La experiencia se construye tanto desde de la creación individual como del trabajo colectivo. Entonces: no es un festival, tampoco una fiesta. Es una experiencia, es lo que hagamos de ella.
Si bien la mística que envuelve a Fuego Austral es difícil de entender para los que nunca fueron, es aún más difícil de explicar para los que ya la experimentaron. Una de las claves para comprenderlo es que organizadores y participantes son igual de fundamentales en la creación y el desarrollo del evento. El enfoque principal es generar un marco para que los participantes puedan crear y expresarse de todas las formas que les resulte interesante y creativo. Lo que podemos decir con certeza es que Fuego Austral es la versión latinoamericana de Burning Man, el evento anual que dura siete días y se desarrolla en Black Rock (Nevada), una ciudad temporal construida por los participantes, que solamente existe durante esa semana. Su nombre proviene de un ritual que se lleva a cabo desde 1986: quemar una gigantesca escultura de madera con forma de hombre. Fueron varios los argentinos que experimentaron Burning Man en carne propia y decidieron traer el inigualable evento para estos pagos. Lejos de la comunicación masiva, Fuego Austral creció gracias al boca en boca que la misma experiencia fue generando. Además, se trata de una organización sin fines de lucro. El evento carece de sponsors, pues sus costos son solventados por los participantes al adquirir un bono contribución de ingreso.
13076912_1702619246688013_6068219214189736564_n
A su llegada a Latinoamérica con Infínisis, la edición de 2016, le siguió Paréntesis Saturnal en 2017. Y el próximo 28 de marzo llega Regeneratio Fractal. Cada año, el evento es completamente diferente al anterior, por las experiencias y contenidos que los propios participantes generan. Lo que jamás cambia es la vigencia de los 10 principios originarios de Burning Man. Estos sirven de inspiración y sientan las bases para la organización y coparticipación (lejos de ser “mandamientos” de conducta, son más bien un reflejo de la cultura y los hábitos de sus participantes). El primero es Inclusión Radical, que anuncia que todos son bienvenidos. No hay requisitos, más allá de haber adquirido una entrada. El segundo es Economía del Regalo, el modo de subsistencia ideal que proponen. Fomentan el acto de regalar, aún sin esperar nada a cambio, y por eso ha lugar el tercer principio: Desmercantilización. No hay patrocinadores, publicidades ni transacciones comerciales. A este le siguen Autosuficiencia Radical, que motiva al individuo a confiar en sus propios recursos, y Expresión Radical, que surge de los dones únicos de cada individuo. El sexto es Esfuerzo Comunal; se valora la cooperación creativa y la colaboración a través de las conexiones sociales, los espacios públicos, las artes y demás formas de comunicación. Luego está la Responsabilidad Cívica, que enaltece el concepto de sociedad y, por ende, garantiza el bienestar general y el cumplimiento de legislaciones vigentes. El octavo es –quizás- uno de los más característicos. No Dejar Rastro habla del respeto por el medio ambiente y el compromiso de generar un impacto positivo en el espacio utilizado. El noveno habla de su ética de Participación absoluta: es necesaria una profunda participación personal para llegar a la transformación. Y por último, la Inmediatez, en muchos sentidos la piedra fundamental de los valores de esta cultura. Aquí se busca superar las barreras que impiden el reconocimiento propio y de la realidad, la participación en sociedad y el contacto con un mundo natural.
12931048_1691512084465396_6978505873958722401_n
Amén de la poesía de su filosofía, las cuestiones prácticas del evento están rigurosamente organizadas. El predio se encuentra en un campo en el medio de la provincia de Buenos Aires, a 285 kilómetros de Capital Federal (la ubicación exacta se revela solo al adquirir un bono contribución). Hay una recepción y un campamento central, así como personal de la Cruz Roja, seguridad y baños químicos. Lo único que está a la venta en el evento es el hielo; no hay agua corriente ni electricidad. Los participantes deberán proporcionarse su propia agua -para tomar, cocinar y bañarse-, comida, refugio y todas las provisiones necesarias para la estadía. Recomendamos leer la Guía de Supervivencia provista por la web oficial. El núcleo interactivo dentro de la ciudad temporal son los Campamentos Temáticos, que los mismos participantes proponen y construyen, luego de haber sido seleccionadas las propuestas más completas y realizables. Cualquier idea que genere creativamente la participación y el intercambio es considerada. De la misma forma, se postulan artistas que quieren aportar con sus obras e instalaciones. Además de la quema del Hombre, otro ritual típico es la quema del Templo. Este sirve como espacio para compartir la espiritualidad de la misma comunidad burner que lo genera, lo construye y luego lo prende fuego.
Los voluntarios son una pieza fundamental en el engranaje colectivo que es Fuego Austral, ya que están presentes desde el proceso de creación hasta el armado de infraestructuras, campamentos, obras de arte y el posterior desarme de la ciudad. Entre las categorías de voluntarios, están los Umpa-Lumpas (crean, arman y desarman la ciudad temporal), los Voluntarios de Arte (ayudan a los artistas a construir sus obras de arte e instalaciones), los Guardianes de la Tierra (velan por la seguridad de los participantes y el cumplimiento del principio de No Dejar Rastro) y los Donantes de Amor (dan la bienvenida a los recién llegados con amabilidad y alegría). Además, hay un directorio con siete miembros que rotan cada dos años.
Aunque ya finalizó la venta de entradas, hay un grupo no oficial en Facebook donde quizás encuentren a alguien que quiera desprenderse de la suya. También cabe la posibilidad de una venta del remanente de manera sorpresa, así que recomendamos estar alertas a las redes sociales oficiales: @fuegoaustral en Facebook, Twitter e Instagram. Para quienes ya tengan su entrada, el consejo de los organizadores es informarse bien. “No es un campamento. No es un festival. Es un lugar donde todos somos participantes”.
 

20292880_1922815504668385_7539734558320724159_n maleva 2 16105614_1824282667855003_2968440153608967639_n 27655003_2007647879518480_5054213654989466665_n Sin título 20621905_1926106447672624_7786971989695784421_n 20479452_1925077884442147_7668924651683883109_n