El más nuevo de la calle es Magnolia, una casa de té con olorcito a café y un patio colorido
La calle Manuela Pedraza combina clima de barrio y gastronomía. Será porque está ubicada en Núñez, ese intermedio entre el caos de Belgrano y la paz de Vicente López. Después de las 19h, en las cuadras cercanas a la Estación Núñez, se empiezan a prender las guirnaldas de luces que iluminan los bares por estos días, las cocinas ya prenden sus fuegos y de fondo se escucha el sonido del tren. Algunos salen de las oficinas, otros eligen huir del circuito de Palermo y caminar para esta zona que, en los últimos dos años, se convirtió en un pequeño polo gastronómico. Acá, cinco propuestas foodies para conocer sobre esta calle que se está poniendo:
Lo que más convenció a Gonzalo Fernández y a sus socios de poner su cervecería en Núñez, fue ese espíritu de barrio que convoca a tomar una artesanal, pero sin la superpoblación de Palermo. “Abrimos en junio de 2017, y elegimos la calle Pedraza porque tiene mucho movimiento. Cada vez se pone más”, nos explica Gonzalo.
Con una ambientación industrial, mesas altas y una vereda que invita a tomar cerveza – opciones como Juguetes Perdidos, Darwin o Astor – Stammtisch tiene efectivamente ese espíritu de barrio, pero con onda. Algunos son compañeros de trabajo relajándose en un after y otros solamente van con llavero en mano relajarse y tomar un poco de aire fresco.
En Stammtisch es común que compartan las nuevas recetas de cervezas con sus clientes y escuchen sus opiniones. ¿Otro clásico? los Happy Hours de los sábados, entre las 18 y las 22h.
Byra llegó de casualidad a Núñez: Gustavo Nediani y sus socios estaban buscando un fondo de comercio y apareció esta oportunidad. Hace un año y medio que la esquina de Pedraza y O’Higgins se llena de gente tomando las clásicas Honey, Golden e IPA, o alguno de los tragos que ofrecen para aquellos que maldicen el día en que las cervecerías se pusieron de moda.
Byra tiene una onda de taberna con diferentes opciones para sentarse a tomar algo: mesas altas y bajas, sillones, hamacas y mesas en la vereda. De la carta, lo que más sale –si no estás a dieta- es la tabla caliente que incluye: pollo curry, langostinos furai, salchichas a la plancha, nachos monterrey y rabas.
“Nos gusta del barrio que tenemos un público variado. Los que vienen a ver el partido, los que salen de las oficinas cercanas, familias, primeras citas. De todo”, cuenta Gustavo.
El pionero de la calle Pedraza, desde hace 7 años, es Divino Núñez, ubicado en la esquina de Tres de Febrero y conducido por el chef Mariano Jerez. Este restaurante tiene un estilo de bistró francés, manteles blancos, piso de mosaicos, ambiente íntimo y sobrio. El romanticismo se genera por la luz de velas y la música suave.
“Esta zona se está convirtiendo en un polo gastronómico y nosotros le damos una opción francesa y romántica”, dice Mariano, el chef, siempre presente en el bistró. Se formó con el chef Paul Azema, y allí se enamoró de la cocina francesa. Divino Núñez tiene clásicos platos franceses con algunos toques contemporáneos: ensalada de palta, mango y langostinos, conejo braseado con puré de garbanzos y, de postre, el imperdible volcán de chocolate. Al mediodía, la opción es el menú ejecutivo.
La onda asiática también dijo presente en Pedraza. Se trata de Teik it, un restó y delivery que ofrece ensaladas, sándwiches, pescados y mariscos. Pero el plato destacado es la sushi salad: los ingredientes del sushi pero, en vez de los típicos rolls, lo occidentalizaron al formato ensalada, muy de moda últimamente. La más popular es la Classic (salmón, palta, phila y arroz de sushi).
Los que se bajan del tren y vuelven a casa después de un día largo, pasan por Teik it –que está a pocos pasos de la estación- y se llevan alguna delicia perfectamente envasada para disfrutar en casa. Para quien decida comer ahí, es un lugar pequeño, minimalista, con aires japoneses.
“Elegimos Núñez porque junto a mis socios y amigos, hace un par de años atrás, nos pareció un terreno inexplorado gastronómicamente y aparte, es nuestro barrio de toda la vida”, dice Agustín Prieto, uno de los dueños.
El más nuevito de la calle es Magnolia, una casa de té que abrió a fines de enero y que invita a un momento de pausa. Las delicias dulces están a la vista, el olorcito a café y el mural que tienen en el patio crean un clima muy cálido e íntimo.
“Magnolia es la concreción de mi sueño y la siento como mi casa. Núñez es hermoso, es nuestro barrio”, dice Nancy Arce, la dueña, otra local que apostó por este polo gastronómico. En Magnolia se pueden tomar tés de todo el mundo, hay sabores originales como un puerh con pétalos de rosas rojas de la Patagonia y trocitos de canela. La pastelería tiene alternativas con frutos rojos, la clásica Rogel, tarta de manzanas, y lo mejor: los scons de nuez. En la carta también hay ensaladas, sándwiches y platos calientes para almorzar: wraps o hamburguesa de lentejas. Pedraza es una calle transitada pero el patio de Magnolia es como estar de invitado en una casa, con una atención cálida y el sabor de pastelería casera.
Fotos: gentileza lugares mencionados.