También vale la pena visitar al renovado MALBA
El 2018 será un año de renovación para algunos de los museos de la Ciudad de Buenos Aires, otros siguen con el impulso de lo que fue un 2017 favorable como es el caso de las instituciones que si cuentan con el presupuesto y los recursos para generar grande proyectos artísticos. Y si bien durante el verano todavía hay muchas buenas muestras para ir a ver, como Le Visitants en el CCK, Ai Wei Wiei en PROA o Joan Miró en el Museo Nacional de Bellas Artes, en MALEVA les traemos las propuestas de 2018 que van a dar que hablar.
La Usina dará inicio a su temporada 2018 este sábado con la inauguración de la obra del artista argentino Eduardo Basualdo, «La cabeza de Goliat», un enorme volúmen negro que oscila a centímetros de la cabeza de los espectadores. La misma recibe su nombre en relación a un ensayo del escritor Ezequiel Martínez Estrada que presenta a la ciudad como la desmesurada cabeza en un cuerpo reducido. Como en muchas de las obras de Basualdo la tensión y sensación de que algo está por quebrarse está presente, lo que provoca miedo y fascinación al mismo tiempo. La obra estará acompañada por “La Inquietud”, una composición sonora de Nicolás Varchausky, quien fue invitado a intervenir el espacio aural para generar una nueva dimensión a la instalación de Basualdo, que fue presentada en 2014 en el Palais de Tokyo (París) y adquirida por el Musée d´Art Moderne et Contemporain de Toulouse en 2017.
En el Malba este año con alegría veremos mucho arte argentino, con muestras de artistas como Gyula Kosice y Sara Facio entre otros. Destacamos dos en particular, por un lado «Con vida propia» de David Lamelas que inaugurará el 23 de marzo y cuenta con la curaduría de Kristina Newhouse y la directora del Museo de Tigre María José Herrera. Lamelas es un pionero del arte conceptual argentino, quien en 1968 con sólo 22 años, sorprendió en la Bienal de Venecia, con una obra política y transgresora «Oficina de Información sobre la Guerra de Vietnam en tres niveles: imagen, texto y audio». El proyecto será una especie de retrospectiva donde se mostrarán obras tempranas de Lamelas, lo que permitirá entender su recorrido como artista desde los comienzos. «Con vida propia» formó parte de un ambicioso proyecto que se llevó a cabo el año pasado en Los Angeles, Pacific Standard Time: LA/LA, una serie de exposiciones dedicadas a explorar el arte latinoamericano desde diversos puntos de investigación.
Por otro lado tendremos la posibilidad de ver a uno de los artistas consagratorios de las vanguardias nacionales, el padre del espacialismo, Lucio Fontana, que rompió paradigmas, volviéndose un referente tanto para el arte nacional como para el europeo. El año pasado en el Museo Nacional de Bellas Artes se realizó una exposición a modo de homenaje, pero la misma era incompleta, aún hacía falta una exposición contundente que permitiera al público entender realmente los aportes de Fontana. «Ambiente/ Environments», que podría completar este relato, inaugurará en julio, con la curaduría de Marina Pugliese, Barbara Ferriani y Vicente Todolí y tendrá como eje de estudio las obras pioneras del artista en el campo de la instalación, por medio de ambientes e intervenciones espaciales que dessarrolló desde los años 40 y que en casi todos los casos fueron destruidos, por lo que han sido recreados por primera vez desde su muerte, mostrando su faceta más experimental.
En julio llegará al Museo de Arte Moderno una exposición presentada en 2017 en el MMK de Frankfurt, que por primera vez muestra obras de diversos artistas argentinos y latinoamericanos en cercano diálogo con su propia colección y que cuenta con la curaduría de Victoria Noorthoorn, Javier Villa y el Klaus Görner. Es el resultado de varios años de investigación entre ambas instituciones, que pone obras maestras de la colección del museo alemán en sintonía con piezas clave del arte latinoamericano de los años cuarenta a los ochenta. Actualmente la muestra abarca el museo de Frankfurt por completo, estableciendo una especie de laberinto conceptual e incluye 500 obras de colecciones privadas y públicas creadas por 117 artistas y colectivos de América Latina, Estados Unidos y Europa. Esta exposición marca un hito ya que es la primera vez que una colección europea relevante se abre a la posibilidad de ser estudiada desde el punto de vista de la historia del arte de nuestra región. Gracias a esto podemos encontrar relaciones entre artistas como Alberto Greco, Yves Klein, Ben Vautier, Piero Manzoni, León Ferrari, Tomás Bayrle, Beatriz González, Claes Oldenburg, Lygia Clark y Franz Erhard Walther. Es una forma de trazar paralelismos entre artistas que coincidieron intelectual y estéticamente, a pesar de que en la mayoría de los casos jamás se conocieron, y poner al arte de nuestro continente, como explican acertadamente desde el museo, no como notas a pie de página de los discursos artísticos del Norte, sino como prácticas centrales, totalmente innovadoras y complejas que arrojan luz sobre la historia del arte.
El calendario del Museo Nacional de Bellas Artes cuenta con varias propuestas que llegan desde el exterior. La primera será «Maestros antiguos del Renacimiento y del Barroco» de la colección del Museo de Bellas Artes de Budapest y la Galería Nacional de Hungría, que contará con obras de maestros como Da Vinci, Rafael, Rubens y Vasari entre otros. Luego llegará una de las muestras más esperados, la de William Turner, un despliegue de 60 acuarelas pertenecientes a la Tate Gallery, algo nunca antes visto en Argentina. En su acercamiento al arte nacional contemporáneo, el museo también presentará muestras dedicadas a Graciela Sacco, fotógrafa rosarina fallecida el año pasado y Nicolás García Uriburu en relación al aniversario de su acción en Venecia, cuando sin permiso o invitación por parte de la Bienal tiñó las aguas de los canales, alertando sobre el cuidado del medioambiente.
Organizada por The J. Paul Getty Museum y con la minuciosa curaduría de Judy Keller y Idurre Alonso (incorporando a Rodrigo Alonso en esta etapa) se trata de otra de las muestras que se desprende del programa Pacific Standard Time: LA/LA y que pone la lupa sobre la rica historia de la fotografía de nuestro país, destacando movimientos estéticos y momentos históricos cruciales. La exposición examina las complejidades de Argentina durante los últimos 150 años y el poder de las imágenes fotográficas, interpretadas en la configuración de un simbolismo nacional. Con obras significativas que datan desde la década de la primera constitución de Argentina hasta el bicentenario de su independencia, la exposición incluye casi 300 fotografías de más de sesenta artistas. La misma genera relaciones entre nuestra compleja historia y enormes exploraciones en el arte y la cultura nacional a través de una técnica que ha sido subestimada en muchas ocasiones, a pesar de que contamos con algunos de los exponentes de la fotografías más relevantes del continente.
Por último les recomendamos que si aún no fueron, visiten dos de los museos que en 2017 pasaron por un cambio de re-estructuración y puesta en valor y que vuelven a posicionarse en la escena del arte porteño, El Museo de Arte Español Enrique Larreta y el Museo de Artes Pláticas Eduardo Sívori, que llevará a cabo una muestra dedicada a Horacio Butler, referente de la modernidad en Argentina, analizándo la actividad desarrollada por el artista entre los años ’20 y ’70. Ambos espacios históricos cuentan con nuevas direcciones y una visión y misión renovada.
Fotos: gentileza lugares mencionados.