Aribau, el más nuevo de los bares
El monopolio de la noche de Recoleta cambió de dueño. La terraza del Buenos Aires Design ya desterró a Junín, la tan popular calle frente al cementerio que concentra los clásicos que no fallan: Buller, Cobarde y Boca a Boca, del que todos hablan. Con Plaza Francia como espectadora, este rooftop alargado con vista a la Facultad de Derecho, público y en el que Camping fue el gran pionero, es el nuevo escenario donde todo pasa.
¿Por qué la repentina obsesión? Los bares que le dan vida, algunos nuevos y otros ya veteranos, entendieron lo que hoy se busca a la hora de salir a tomar algo. Aire libre, guirnaldas de luces, mesas comunales, música en vivo, cerveza tirada, comida simple y rica que llevás a tu mesa –sin meseros-, precios más que accesibles y el denominador común: la buena onda y un ambiente relajado. Son tres los protagonistas. Pegados uno al lado del otro, no es raro pasar de uno en uno, o de mesa en mesa, en una sola noche.
Camping, el viejo favorito, fue el primero en encontrarle el potencial, allá en el 2014, a lo que pronto se convertiría en uno de los spots más elegidos, a partir de las 18hs. “El espíritu de campamento” rigió este bar desde el principio y no necesita nada más. Una carta acotada pero poderosa (con «inencontrables» como un buen choclo playero), cerveza de la buena, música y amigos son la receta perfecta. Gracias a su rocola digital (la primera de Buenos Aires), uno puede elegir las canciones que suenan en la terraza mientras atardece. Además, los Fogones con música en vivo durante las noches de luna llena convocan a artistas en boga como Francisca y Los Exploradores y Bandalos Chinos. Visionarios sin duda.
Pero el verdadero responsable en hacer esta terraza la dueña del after porteño es el nuevo preferido: Maldini. #ImNotPaoloMaldini es el hashtag más usado en sus redes. Tras incesables “¿Maldini? ¿Por Paolo?”, sin querer el emblemático jugador de fútbol italiano pasó a formar parte de la identidad de este bar, algo más que solo una cervecería. Al principio solo conocido por los que frecuentan la zona –es lo primero que se ve al subir las emblemáticas escaleras del Design, Maldini ya se estableció como como el nuevo elegido. Inaugurado en mayo del año pasado por cuatro amigos con no más de 26 años, su éxito fue tal que decidieron abrir los mediodías también. Agustín Bargagna, uno de estos cuatro ávidos emprendedores, explica el nuevo fenómeno: “Yo tuve la suerte de vivir en Barcelona del 2007 al 2009 y recuerdo ver a la gente salir del trabajo y salir corriendo a tomar una cerveza. Hoy hace dos años está pasando lo mismo acá. Sabemos que el 2017 fue un año en el que abrieron infinitas cervecerías y bares, la mayoría con gente de lunes a lunes de 18hs a 02hs; claramente hay un segmento de gente entre 23 y 35 años (no se enojen los más grandes) que años atrás salía de trabajar y no iba a un bar a tomar algo entre semana. Quizás si asistían a algún after office en boliche o un viernes iban todos a un bar con sus compañeros de trabajo. Hoy en día la gente está sustituyendo esa salida semanal por ir una o dos veces en la semana a alguna cervecería o bar”.
Hoy, ya cuentan con una clientela de doce mil personas mensuales y más que unos cuantos fans que deciden visitarlo todas las semanas, “dato no menor ya que significa que les gusta Maldini: aquellos que lean esto se van a reír por que saben que los vemos siempre y les preguntamos si no se cansan de venir jaja”, admite Bargagna. A cien pesos la birra y los tragos, los combos imperdibles son el sándwich de bondiola braseada con una Patagonia (la cerveza protagonista en Maldini) Amber Lager y el sándwich de cuadril desmenuzado con una Patagonia Bohemian Pilsener. En las noches que toman un poco más de color y suena reggeaton de fondo, el trago que más sale es la caipiroska de maracuyá. Ahora bien, en su “día estrella”, los jueves, la terraza se llena de músico con acústicos y Djs en vivo. ¡Atentos que en febrero se viene un mega evento, como el Corona Sunset que hubo en Octubre!
Eso no es todo. El éxito de Maldini fue tan contundente que no dudaron en expandirse y seguir apostando por esta terraza, ya un polo cervecero. A metros de Maldini (que ya no daba abasto ante tremenda demanda), recién salido del horno y de los mismos dueños, Aribau le debe su nombre y temática a una pintoresca calle de Barcelona llamada Carrer Aribau -en catalán-, llena de bares muy cool. Con tan solo cinco semanas de vida, su propuesta es un poco más adulta, con mayores de 25 como su público ideal. El énfasis en el contenido musical -en el que los vinilos son el ingrediente principal- es otro de sus diferenciales. Las Aribau Sessions, un ciclo musical recién inaugurado, invitan a distenderse con un porrón en mano y un dj al costado. Además, a partir de febrero ciclos semanales subirán la apuesta. Uno que llegó para quedarse.
BONUS TRACK: FIESTAS DE VERANO EN EL CENTRO CULTURAL RECOLETA
Solo por febrero, Recoleta redobla la apuesta. Dentro del ciclo de verano Por Amor al Baile, todos los jueves la plaza del Centro Cultural Recoleta (a la vuelta de nuestra amada terraza) se convierte en una pista de baile a la que todos están invitados. A partir de las siete de la tarde y hasta la medianoche, músicos y Djs musicalizan la puerta del reconocido centro artístico, con crews de baile dándole vida a cada sonido. Una fiesta que sorprende a quienquiera pase cerca, que no se resisten a tirarse unos pasos.
Fotos: gentileza Maldini, Aribau y Camping