El muy cute local de Magritte en Güemes
“La Feliz” es conocida por su gran oferta de pescados y mariscos, pero una de las grandes revelaciones de Mar del Plata es su gran oferta en dulces. Si bien en cuestión de postres, el “Paula Garretón” de Viento Popa ya es un clásico de la ciudad, en MALEVA decidimos ir más allá de la noche (o mejor dicho, llegar antes) y arrancar el día con desayunos bien power.
Ideal para mañaneros dulces. Ubicado en una ochava súper luminosa, ya desde la fachada color blanco impoluto este lugar invita al relax. Pero una vez adentro, se abre un nuevo mundo: el paraíso de los golosos. Si bien su nombre hace referencia al final de la comida, sus desayunos compiten mano a mano. Tenés desde los clásicos con medialunas y exprimido de naranja hasta uno 100% light, o el Sweet que incluye chocolatada y un cupcake. Sin embargo, el favorito será siempre el desayuno de la casa para dos: 2 cafés o tés con leche, 4 medialunas, tostadas, 2 exprimidos de naranja y 1 torta individual (no dejar de probar esa bomba de Oreos). ¡Completito!Te proponemos un desafío: acercate a las heladeras exhibidoras y tratá de elegir una sola torta. ¿Qué opciones tenés? Desde mousse con dulce de leche, torta de manzanas acarameladas, Bombón suizo, Rogel o la ya mencionada de las clásicas galletitas. Te advertimos: la selección no será fácil.
Ubicado en la calle Güemes, el paseo comercial que más creció en los últimos años, Magritte ofrece varias propuestas en un mismo lugar: bombonería, casa de té y tienda de café. Para desayunar, al clásico café se suman chocolates como el nevado (chocolate con crema y chocolate rallado) así como yogures que se pueden acompañar con tostadas de pan casero, tortas, masas secas o finas. Y si buscás algo diferente, también tienen servicio de mate. «No creo jamás haber tomado Champagne antes del desayuno. Con el desayuno varias veces, pero antes nunca», dijo Holly Golightly hace algunos años. ¿A qué viene esta historia? Ya les dijimos que les gusta provocar, así que para los que quieren seguir de ronda la opción “cafés especiales” es una buena opción: desde el Magritte (café, Bailey’s, Tía María, crema y chocolate rallado), el Bretón (con licor de chocolate y Cointreau) hasta el Calipso (con Tía María), entre varias propuestas más.
En MALEVA ya te contamos de la propuesta de desayunar en hoteles en Buenos Aires (http://malevamag.com/desayunos-hoteleros-para-todo-publico-un-recorrido-entre-huevos-revueltos-pancakes-y-gloriosas-mesas-de-frutas-ocho-opciones-imperdibles-por-gisela-carpineta/) y por eso quisimos buscar esta opción imperdible también en Mar del Plata. En Saint Jeanne sus desayunos se pueden disfrutar tanto en sector exclusivo del restaurante como en el delicado deck al pie de la coqueta calle Güemes. Además del bistrò L’Epoque, este hotel se destaca por tener una de las mejores patisserie de Mar del Plata. Con un ambiente y atención distinguido, su propuesta de pastelería francesa de alta gama lo convierten un un rinconcito parisino-marplatense digno de conocer. Tenés dos opciones all-inclusive: el desayuno Buffet (igual que el que le ofrecen a los huéspedes) incluye frutas, mini gateaux, profiteroles e infusiones en hebras; o el desayuno a la carta que trae dos infusiones, magdalenas, tostadas y mini croissant de jamón y queso.
Aunque el local ubicado en Playa Grande es el favorito de los turistas, La Fonte D’Oro cuenta con otras 12 sucursales decoradas minuciosamente. Una de las más nuevas,y que vale la pena descubrir, es la ubicada en el Paseo Aldrey: el mall cultural y comercial que funciona en el predio de dos manzanas donde estaba la vieja Terminal de Ómnibus. Ahí vas a poder probar desde cornettos (blanco o integral con semillas), panes caseros, brownies, tortas y un imperdible: la Sfogliatella, masa laminada hojaldrada con crema pastelera y quinotos al rhum. Para tomar, cafés especiales fríos o calientes y el ice tea. El plus, te podés llevar el souvenir típico de la ciudad. Los alfajores son sin dudas el clásico regalo marplatense de cada verano. La caja de La Fonte trae 12 alfajores de chocolate, de chocolate blanco con nuez y de dulce de leche, el más elegido por el público.
5) MANOLO: POST BOLICHE, El BAJÓN SOÑADO / LEANDRO N. ALEM Y ALMAFUERTE
Hace casi cinco años, los clásicos boliches de la calle Alem se mudaron a Playa Grande. Ese corredor que durante el día se ven niños jugando en los balnearios de una de las playas más top de “la feliz”, durante la noche se convierte en la zona elegida para jóvenes y adolescentes por su gran cantidad de opciones para “tirar unos pasos”. Una de las postales más lindas que les ofrece la ciudad a estos trasnochadores es ver el amanecer en el mar. Pero es justamente en ese momento en el que el hambre ataca y a pocos metros la solución se presenta en forma de churro. Sin lugar a dudas, Manolo es uno de los clásicos imperdibles de Mar del Plata. Aunque ofrece todo tipo de comidas, desde las 8 de la mañana hasta 4 de la madrugada, sus churros rellenos son la vedette de cada temporada. Para los más osados: la recomendación es acompañarlo con un Chocolate a la Española (bien concentrado). También tienen un cheesecake de Óreo que es una bomba maravillosa. Y ahora sí, a dormir golosos y felices.
Fotos: gentileza restaurantes y hoteles mencionados.