Bigbox tiene incluso una categoría únicamente dedicada a los deportes acuáticos que se llama «Acuáticas»
Aventuras en el agua, escenas de relax absoluto en un spa en medio del verde del delta, cenas y brindis en una de las terrazas foodies más aclamadas de Buenos Aires o una bicicleteada memorable por Colonia del Sacramento, entre otros regalos increíbles y sobre todo, perfectos para los meses de calor, de Bigbox, la empresa pionera en regalos de experiencias. Con estas propuestas, alrededor del arbolito de navidad, sólo va a haber sonrisas y recuerdos de un verano inolvidable. Estos y todos los demás geniales regalos de Bigbox los podés comprar directamente desde su web: https://www.bigbox.com.ar/
Este regalo de Bigbox le va a permitir experimentar a dos personas este deporte que si bien parece tranquilo, es un ejercicio deportivo formidable que también es un antídoto anti estrés por su inmersión en la naturaleza. La travesía en «SUP» dura sesenta minutos y se recorren distintos arroyos del delta. Y después del ejercicio, el regalo sigue a lo grande con un día libre para la utilización de las instalaciones del complejo Delta Point Tigre: playa privada, solarium y reposeras.
La terraza palermitana con una palmera centenaria y una barra al aire libro (donde preparan los mejores tragos con pisco) es la gran protagonista de la embajada de Gastón Acurio (el chef más célebre de América), en Buenos Aires: La Mar. El chef Anthony Vázquez, discípulo directo de Acurio y otro crack, diseñó un menú para este regalo de Bigbox para dos personas, basado en los mejores productos del Atlántico y que incluye desde distintas variedades de cebiches y tiraditos hasta chorifish, Chorrillana, y de postre, un suspiro limeño, obvio. Cada agazajado puede además disfrutar de un cocktail y un shot de café para revivir al final de este banquete peruano top.
Este regalo dura todo el día, es para una persona, y se hace en grupo. El circuito comienza con una pedaleada por el centro de Buenos Aires para llegar a puntos específicos de la ciudad como Plaza de Mayo y Puerto Madero. Luego, el grupo embarca en un ferry para trasladarse junto con las bicicletas hasta Colonia, Uruguay. Allí, se recorre la ciudad y hay un stop reparador en un restaurante. La aventura prosigue caminando por el casco histórico de Colonia para tomar las bicis otra vez y bordear la costa de esta ciudad en un recorrido de 5km para llegar a la Plaza de Toros. Y al final queda tiempo libre para usar las bicicletas y luego volver al Ferry con regreso a Buenos Aires.