La cervecería Blest llegó a Palermo a lo grande desde Bariloche
Siempre surgen excusas para cortar la semana, y los últimos meses del año están para reforzarlas. Sin embargo, de la infinita oferta de bares que animan las noches de la ciudad porteña, sólo algunos mantienen sus puertas abiertas el día más odiado de la semana: el lunes. Si la razón parte de su indiscutible y eterno espíritu atrevido, leal y activo, no lo sabemos; pero lo cierto es que las alternativas que dicen presente para desmitificar la idea de que los lunes “no se sale”, no tardarían demasiado en convencer a cualquiera. Partiendo del famoso bar de la calle Arroyo, Florería Atlántico, y el bar de tragos y vinos más chic de La Recova, Pony Line, que se mantienen abiertos hasta la madrugada todos los días, no por limitadas, las opciones deben ser malas. En MALEVA hicimos una lista de algunos de los mejores bares de Buenos Aires que se apuntan a esta tradición y logran del principio, lo mejor de la semana.
Cuna de grandes referentes de la coctelería y sommellerie de Buenos Aires, como Inés de los Santos, Aldo Graziani y Tato Giovannoni, el restaurante, wine bar & cocktails de la zona de Tribunales reúne todos los motivos por los que no le dirías que no a una salida de lunes. Patrimonio de Luis Morandi, también dueño de BASA y uno de los empresarios gastronómicos más visionarios y reconocidos a nivel local, Gran Bar Danzon suma una variedad de 370 etiquetas de vinos nacionales, 27 de las cuales se ofrecen por copa (una característica que rinde tributo a su historia, como el primer winebar del país en ofrecer vinos en ese formato). La “barra de las estrellas”, que bien lleva su nombre por los puntos de luces incrustados en la madera y el efecto visual que genera (digna de hashtags y fotos para instagram), introduce la escena que la angosta y casi imperceptible puerta de entrada no puede anticipar: un ambiente que destaca lo mejor de la sofisticación informal neoyorkina, con los infaltables ritmos del funk, jazz y R&B de fondo, y un gran ventanal que infiltra las luces del exterior y acaba por transportarnos a las alturas, lejos de los bullicios y el tráfico de la calle Libertad.
De lunes a viernes, de 19 a 21 hrs, se mantiene intacta su propuesta 2×1 de tragos, cocteles, cerveza y “Japo Hour”, una promoción especial por persona que ofrece 7 piezas de sushi acompañada de una copa de vino blanco. Como sugerencia, el chef señala una carta de appetizers, diseñada especialmente por Aldo Venegas para acompañar las bebidas según su tipo (incluyen desde un exquisito pato confitado hasta langostinos apanados en panko y pinchos de cordero). Y si de clásicos se trata, no sólo su aclamado Bombay Tonic Botanic (presentado con un saquito de té botánico envuelto en tul y una rodaja de limón, que aportan un gusto deliciosamente distinto) y Negroni (preparado “como corresponde”) se debaten el podio de la barra del Danzón, sino también otros que llevan la firma de su autor. Ahora, además de encontrar en la carta al “Jaggerito” (una especie de mojito, pero con Jagermeister en lugar de ron), una reliquia de las épocas en que el gran Giovannoni trabajaba en el lugar, se suma el “Victoria” de Jaqueline Riveros, semifinalista de Bacardi Legacy Cocktail Competition 2018, que ideó este trago a base de Bacardi de 8 años, almíbar de jalapeño, lima y Martini dry. “Es un trago atrevido, por eso a la gente le gusta”, asegura Fernando Monsalvo, encargado del lugar desde hace casi dos décadas.
Bonus track: Y a pesar de sus años, la rutina no es un problema para un bar que se mantiene en la cúspide desde 1998, con martes de Baron B en “Les Amuse- Bouches”, miércoles de ricos vinos y música en vinilo, jueves de happy hour toda la noche y viernes con ciclos exclusivos de sus cepas destacadas.
2) MILION: UN PATIO, UNA ESCALINATA Y UNA CASONA INCONFUNDIBLE (LA HORA FELIZ EMPIEZA A LAS CINCO DE LA TARDE) / PARANÁ 1048 – RECOLETA
Un edificio francés, un patio interno rodeado de plantas, mesas de madera con sombrillas y una asombrosa escalera que conduce al piso desde donde se puede seguir apreciando la vista, los tragos y la comida. Canciones de los 80 completan la escena, en un ambiente donde la informalidad de la gente combina mágicamente con la elegancia de la arquitectura. En Milion, “lo mejor es el escenario, la buena onda y la coctelería”, afirma Abel desde la barra. De lunes a viernes, personas de todas las edades y estilos se reúnen para sacar buen provecho de la “hora feliz”, que desde las 17 hasta las 21 hrs, invita a sentarse un buen rato en la terraza durante los días más lindos de verano, tomarse una cerveza fría y acompañarla con la opción de tapas que más guste (ceviche, hamburguesitas, rabas y tortilla española entran dentro de la lista). El menú de cena y la barra también se encuentran disponibles todos los días, con una amplia variedad de platos que incluyen ternera braseada, risotto de zanahoria, pato, bife de chorizo y pesca del día.
“Brasas & Drinks” es el eslogan que acompaña y define a Shout, uno de los bares más populares de la zona de Retiro que fue creado en 2014 por Santiago Lambardi y Sebastian Maggi, dos nombres que suenan fuerte en el mundo de la coctelería nacional, luego de haber trabajado años en reconocidas cadenas hoteleras como el Four Seasons. Un café, un restaurante, un winebar, un bar de tragos, un salón de eventos y una terraza al aire libre: Shout es todo eso y más, cuando se presta atención a sus detalles. Guiado por un fuerte sentido de lo autóctono (que ya anticipa la imagen de Pellegrini en la recepción que antecede la escalera hacia el bar) y en brindar una opción distinta al resto de los lugares, la numeración de los tragos encuentran sentido en los números de la Quiniela, el lenguaje lunfardo y las costumbres argentinas. ¿Qué probar? El 20-El Chanta, uno de los hits de la sección “Te-reres”, que lleva una original combinación de tereré de te verde, huacatay fresco y cedrón, limonada de Bombay Sapphire y Zubrowka, oriental re-fresh syrup, pomelo rosado y club soda (y si hablamos de romper la rutina: unos langostinos cajún o una chistorra ahumada nunca fallan para acompañar). Ahora bien, la cocina no es menos protagonista al momento de diseñar los tragos. “Dialogamos permanente con la cocina para combinar sabores, ya sea entre platos y cocktails, para pensar los ingredientes de los tragos, o para intentar hacer de nuestra barra algo más sustentable, con menos desperdicios”, señala Sebastián Alarcón, uno de los responsables de la coctelería de Shout, y explica que “la idea de la cocina abierta era justamente para entablar esa relación, dejando que ellos se luzcan con “el show del fuego”, mientras nosotros hacemos lo nuestro”. Y todo esto, sin dejar afuera a los amantes del buen vino, que pueden encontrar una selección de botellas de alta gama a temperatura ideal, gracias al sistema de expendedora de vinos, que permite fragmentarlos en copas o recipientes de un cuarto o de medio litro.
De lunes a lunes, la misma calidez, el buen servicio, los auténticos tragos, la gastronomía, la buena onda y la linda paradoja de que sus puertas están siempre abiertas aunque parezcan cerradas. El “8” es el punto de encuentro entre amigos, parejas, compañeros de trabajo, y hasta de los solitarios que saben dónde encontrar lo que buscaban. Con sus años de trayectoria y la marca intachable de haber sido ubicado en el puesto 25 del ranking de los mejores 50 bares del mundo en 2011 por Drink International, quien cruza las enormes puertas de madera que dan a la calle se encuentran con un mundo semi under, insinuantemente speakeasy, con una historia, calidad y un estilo musical rockero, alternativo y al mismo tiempo clásico, que dan ganas de querer volver siempre. Durante los días hábiles, la Hora Vermouth se convierte en la protagonista de la barra desde las 19 a las 21 hrs, con la variante de un 2×1 en cocktails tradicionales, copas de vino o una Stella tirada, o bien una bebida con alcohol acompañada de una hamburguesa de cordero y papas asadas, o un sándwich de hot pastrami en pan de algarroba, aderezado con pickles y mostaza casera. Luego de ese horario, no hay de qué preocuparse, con un menú a cargo de Magalí Zanchi que incluye desde mollejas crocantes con rúcula, hongos, verdeo y emulsión de limón, hasta una pesca del día con risotto de langostinos, vieras y limón. ¿Un trago fácil para ir esperando? El frecuentemente pedido “Sofía”: vodka macerado con vainilla, jengibre, lima y cranberry.
Especialistas en frecuentar buenos spots cerveceros alrededor del país ya sabrán de lo que hablamos cuando nos referimos a Blest. Pionero en la fabricación de cervezas artesanales desde 1989, uno de los puntos obligados para quienes visitan Bariloche plantó bandera hace tan sólo un mes en el corazón de Palermo viejo, con la misma variedad y calidad de sus productos del sur, pero al mejor estilo industrial fabril que se luce en el marco local. De lunes a lunes, nadie se siente extraño en este espacio, que mantiene la calidez y la informalidad de la casa que alguna vez fue. Desde las mesas altas en la vereda (que tiene todas las de ser un hit de esta temporada), hasta los ambientes más íntimos para sentarse con amigos a comer platos más elaborados, si de imponer tendencias se trata, Blest entra a la escena porteña como uno de los beer garden más grandes de la ciudad, con 34 canillas, 10 variedades de cerveza artesanal (incluida una de temporada, una de frambuesa y una sidra) y una pileta cervecera. Sí, tal como indica su nombre, es un espacio donde en lugar de agua, lo que contiene es un beer truck, una barra y los grupos más divertidos tomando su cerveza preferida, entre selfies, charlas y música movida. Lo que nunca falla: La Hamburguesa Calórica (con cheddar, huevo frito, panceta y cebolla caramelizada y pan casero) para acompañar una refrescante IPA; una copa de Frambuesa (idolatrada desde el primer sorbo); y la chopera manual en forma de torre que almacena hasta 2 litros de pura tradición cervecera.
El segundo lunes de cada mes, el galpón más trendy de San Fernando saluda a la semana con todos los ingredientes que le hacen falta a un encuentro glorioso: gente linda, buena comida, ricas cervezas y, por supuesto, un shot de algo nuevo. Y es que en un lunes atípico, lo único que no debe cambiar es la buena onda que tanto define a esta cervecería de autor, que hace poco más de un mes abrió su segundo local en Palermo. En los antilunes de Sanfer (todavía falta un poco para deleitarlos en el nuevo), además de disfrutar alguna de las cervezas mejor puntuadas en la Copa Argentina de Cervezas (con segundo y tercer puesto para la IPA SANFER y la BLACK IPA), comer una hamburguesa con mayonesa de wasabi, un sándwich de pastrón o compartir un tapeo de papas rústicas, salchicha alemana y bastones de pollo y mozzarella, se incorpora a la carta un plato distinto, diseñado especialmente para el encuentro, que va variando en cada ocasión. ¿Qué esperar de estos días? Además de una salchicha parrillera asada con chucrut y ensalada, o un vacío al horno con papas a la provenzal, la buena energía de siempre, 9 variedades de cerveza con su firma y 3 rotativas, y ese toque gourmet que distingue las recetas más populares de su cocina, en un ambiente donde las ganas de encontrarse emanan por todas partes.
Las fotos de Blest son gentileza de Cervecería Blest (PH Lau Castro)