Alchemy y sus sorprendentes helados con alcohol y gustos muy originales
REVOLUCIÓN FRÍA: DESDE HELADOS AL ESTILO TAILANDÉS HASTA UNA HELADERÍA ONDA BREAKING BAD / POR GISELA CARPINETA. FOTOS CREME LAB: GENTILEZA «THE MORFI» http://bit.ly/2yXyj1W )
“Hay palito bombón helado…, también Thai Ice Cream, de nitrógeno, de cerveza y remolacha”. Quizás el nuevo cantito del heladero no sea tan pegadizo como el hitazo que escuchamos durante años, pero en MALEVA te lo aseguramos: vale la pena descubrirlo.
Ante un consumidor millennial cada vez más exigente y que ya no se conforma con el clásico cucurucho de dulce de leche que marcó su infancia, las heladerías debieron cambiar o redefinir su rumbo.
Por un lado, las clásicas cadenas de siempre como Persicco o Freddo buscaron un plus y sumaron sabores más osados como chocolate picante o gin tonic con pepino. En tanto, las ya instaladas propuestas de helado artesanal en palito como Guapaletas, Stick Station o Lucciano’s –que fueron el hit del verano pasado– ampliaron su abanico de gustos e instalaron locales por toda la Ciudad.
¿Y en el medio? Nuevos jugadores le pusieron calor a una pelea helada dispuestos a irrumpir en un mercado tan competitivo como inexplorado. Además, en este nuevo mundo premium, la foto de la heladería debe ser atractiva para las redes sociales, y estos protagonistas emergentes lo saben.
“Hoy los argentinos buscan una propuesta personalizada. Quieren sentirse parte del proceso, sentir que es un helado elaborado especialmente para ellos y alejarse de lo ya estandarizado”, afirma Matias Lonardi, uno de los fundadores de Cream Roll, un nuevo emprendimiento que ofrece helados tailandeses en eventos privados.
Para que sepas cuáles son las tendencias que van a hacer ruido este verano, en MALEVA salimos –cucharita en mano– a recorrer la Ciudad en busca de nuevas propuestas y encontramos desde el primer local de helados de nitrógeno hasta una heladería que parece salida de Breaking Bad.
También conocidos como I-tim Pad en Tailandia, estos “rollitos de helado” son una propuesta que surgió en el sudeste asiático pero que se expandió a Francia, Nueva York, Chile, Perú, y que ya podés disfrutar en Argentina.
Estos helados thai se realizan en el momento y son personalizados para cada cliente. Además de poder disfrutar de todo el proceso –que dura alrededor de dos minutos y que es súper “instagrameable”– lo novedoso es que podés sumarle el ingrediente que quieras: desde una fruta de estación, un merengue o cualquier tipo de topping.
Para prepararlos, se tira una premezcla a base de crema sobre una plancha a – 30º y se le suman los ingredientes; luego una espátula especial es la encargada de formar los rollitos. “La gente se queda viendo los dos minutos del proceso súper atentos. Todo se realiza delante de sus ojos”, cuenta Matias Lonardi de Cream Roll, quien descubrió estos helados en un viaje por Tailandia.
Por ahora, podés disfrutar de sus helados en diferentes eventos privados y ferias pero, obviamente, el objetivo de estos jóvenes es apostar a un local propio. ¿El hit? El helado de alfajor Jorgito.
www.creamroll.com.ar
Este laboratorio de helados llegó a Palermo hace casi un año y se convirtió en la nueva parada “heladera” del momento. Con una decoración inspirada en Breaking Bad (pero legal, obviamente), los gustos se presentan en una pizarra gigante que emula la tabla periódica de elementos y sus empleados lucen uniformes naranjas.
Ideal para disfrutar en el patio ubicado al final del local, los helados gourmet se dividen en diferentes categorías: los chocolates y cremas tradicionales (tenés imperdibles como el dulce de leche Vauquita), los frutales (hechos 100% con frutas de estación), los salados (con sabores como queso azul o palta con wasabi) y los helados de alcohol: ojo, no confundir con los ya conocidos helados con alcohol.
Sin dudas, en este bar-heladería estos últimos son los grandes protagonistas por lo bien logrados que están: realmente reproducen la experiencia de un cóctel. Tenés desde sabores más conocidos como el de Baileys, pero otros como Campari con naranja, Gin Tonic con pepino y el más argentino de todos: fernet con coca. Y cuidado porque los helados tienen la misma graduación alcohólica que un trago. ¡No digas que no te avisamos! Pero dejate guiar por los chicos que atienden, que son muy atentos y te dan de probar los sabores sin problema.
El plus: Alchemy es varios espacios dentro uno. Además de heladería, también tienen un bartender preparando cócteles –los jueves hay intervenciones artísticas y música en vivo– y se destaca por sus cafés de especialidad.
www.enjoyalchemy.com
Si bien Guilab –presente en grandes ferias como Masticar o Bocas Abiertas– fue el pionero en apostar a esta técnica en Argentina, The Creme Lab es el primer local de helados de nitrógeno líquido en la Ciudad.
Ubicado en pleno Palermo y con un patio interno que promete explotar en los días de calor, abrió a comienzos de septiembre y es el primer emprendimiento gastronómico de Mey Feng y su marido cordobés: “Nos encanta el helado y hacía mucho tiempo que estábamos con la idea de emprender una heladería de este tipo. Vinimos de vacaciones y decidimos que era el momento de dar el paso”, relata Mey.
¿Qué la motivó? Según explica, así como pasó con los cafés de especialidad, hoy estamos más abiertos a nuevas experiencias: “Una heladería así es un desafío porque hay que explicarles cómo lo hacemos. Además del show, hay que educarlos y explicarles cosas como que es sano, que no tiene olor y que no modifica el sabor”.
En The Creme Lab cada helado se prepara en el momento y todos los toppings y los cucuruchos los elaboran ellos mismos. Además de tener nuevos sabores cada semana, el más popular es el helado de Matcha Latte y el de Earl Gray. Sin embargo, nuestro emblema nacional es la puerta de entrada: “Los más tradicionales van por el de dulce de leche porque saben que nos lo va a decepcionar… Después sí se animan a otros sabores”.
www.facebook.com/thecremelab
Fotos: gentileza heladerías mencionadas.