Un paisaje distinto. Entre el desierto, la aridez y las sierras – es decir, en medio de la nada- yacen 120 hectáreas de agua que conforman un imponente dique, con el mismo nombre. 40 kilómetros al sur, está el cerro Famatina, también conocido como el General Belgrano, y el Parque Nacional Talampaya. Hacia el norte, la Ruta 40 te lleva directo a Cafayate. Así que si estás con ganas de hacer una ruta vitivinícola original este trazo puede estar bien.
Es posible que al principio, el silencio y la serenidad inquieten, pero el Hotel Chañarmuyo – Hotel de Vino va a hacer su trabajo muy bien. A 1.720 metros sobre el nivel del mar, rendido a los pies de la Sierra del Paimán, se despliega este alojamiento accesible y canchero que combina arte con cultura regional. Está rodeado de viñedos y tiene una bodega súper moderna para recorrer en 40 minutos.
Una increíble variedad de vinos exquisitos (y riojanos, claro). Probá el KEO y, ya que estás, comprá varios porque después lo vas a extrañar. Tannat, el restó del hotel, ofrece maridajes perfectos para hacer de tu día uno mejor y más feliz.
¡Aventura! Por suerte la experiencia no termina ahí. Chañarmuyo tiene varias actividades para proponerte entre las que destaco la obligada visita al dique, donde podés navegar, nadar y pescar. Los senderos espectaculares y sinuosos se prestan para hacer biking y caminatas. Sin desviarte mucho, podés también ir al Cerro Famatina y a la mina La Mejicana.
Historias sobre los diaguitas, sus habitantes originarios, mitos y leyendas, como la de Keo. Para los que retienen datos técnicos, van a escuchar también sobre el “chañar”, un árbol muy característico de la zona y principal responsable del nombre de este territorio imperdible.
LINK AL HOTEL DE VINO CHAÑARMUYO: http://hoteldevino.com.ar/
Fotos: gentileza hotel de vino Chañarmuyo