Las obras de Basualdo fueron expuestas tanto en bienales de Latinoamérica como de Europa
Eduardo Basualdo (1977), uno de los artistas argentinos contemporáneos con mayor reconocimiento internacional y una cabeza infinita, nos explica en detalle el concepto detrás de su obra «Freelancer» presentada en el espacio Chandon, que este año apuesta presentando este proyecto atípico y desestabilizador (sí, piensen en un helicóptero con su hélice encendida), que sacude al espectador y lo vuelve participe de una experiencia que hace reflexionar profundamente. Eduardo conversó con MALEVA y nos ayudó a adentrarnos en el mensaje oculto detrás de esta máquina impactante.
«La entrada al espacio donde está el helicóptero es incómoda y la tensión esta marcada. Lo que busco con los espectadores es cortar con una corriente de pensamiento standard, que pasa mucho, despegarme de la normalización mental que tenemos donde intentamos allanarlo todo para transitar sin problema.»
¿Dónde radica el orígen de tu obra?
La obra nace como parte de una investigación acerca del espacio y de la búsqueda de herramientas para transgredirlo y no allanarnos a las reglas que nos rodean. Pienso en el espacio como un territorio de tensiones con reglas visibles e invisibles y a la obra como aquello que muchas veces trata de encontrar huecos para hacerla permeable y probar su solidez.
¿Ya tenías el proyecto en mente o fue gestado en conjunto con Chandon?
Yo siempre estoy trabajando, luego veo cómo y cuándo puedo hacer lo que estoy pensando. Entendí que esta idea se podía ajustar bien a la feria, sobre todo porque la misma reproduce un sistema de ciudad, con su calles y avenidas, zonas más centrales y otras marginales. Este aparato dialoga directamente con lo que es el tejido urbano, es un objeto que trasciende las reglas de la ciudad proponiendo una salida vertical y dejando sin uso las reglas que nos dirigen a todos, entonces venía muy bien en este contexto. En términos generales es un proyecto atípico para Chandon, porque toma el espacio desde otro lugar y desestabiliza, lo que se entiende como un riesgo grande. Para ellos fue un desafío pero para mí era una condición elemental, pero entiendo que fue una decisión muy acertada, porque lograron colocar la marca como productora, en diálogo con el arte y no sólo entendiéndolo como embellecedora de un producto.
¿Qué buscás generar en el público?
No pienso tanto en eso, aparece a lo largo del proceso, dado que lo primero que me planteo son estrategias conceptuales y después ejecuto la parte matérica. Con respecto a lo primero buscaba un elemento que distorsionara el espacio. Encontrar un objeto que casi no cabe donde fue colocado, con lo cual lo que le sucede al propio objeto se termina traduciendo también en los cuerpos que la observan. Por eso la entrada es incómoda y la tensión esta marcada. Lo que busco con los espectadores es cortar con una corriente de pensamiento standard, que pasa mucho, despegarme de la normalización mental que tenemos donde intentamos allanarlo todo para transitar sin problema. Eso es algo que me duele, por eso busco una dramaturgia que obligue a los espectadores a enfrentarse al trabajo. Es es algo que heredé de ver teatro, donde uno no puede hacer más que vivir ese momento, donde tenemos un grado de experiencia que si no estás no sucede. Por eso valoro mucho la presencia del espectador.
«La obra se llama Freelancer porque pone sobre la mesa y complejiza la figura del trabajador independiente, que parece muy atractiva y seductora pero que en realidad destruye la trama social. Quería mostrar en un mismo objeto dos caras distintas, la seductora y la asesina.»
¿Y puntualmente cuál es el significado del helicóptero?
Es un helicóptero real pero en desuso que puse a funcionar para que pudiera volar. Pertenece a una fábrica de helicópteros fundada y llevada a cabo por un hombre que se llama Augusto Cicaré que es un pionero en el campo de la navegación aérea. Hace cincuenta años en la Provincia de Buenos Aires, en Saladillo, comenzó a hacerlos sin ningún antecedente ni enseñanza (nota de MALEVA: hoy los helicópteros de Cicaré se exportan a todo el mundo y tiene lista de espera para fabricarlos). De esta historia me interesó la idea de un individuo que crea su propia nave, algo así como el Arca de Noé.
¿Y qué simboliza?
La obra se llama Freelancer porque pone sobre la mesa y complejiza la figura del trabajador independiente, que parece muy atractiva y seductora pero que en realidad destruye la trama social. Quería mostrar en un mismo objeto dos caras distintas, la seductora y la asesina. Hay algo que me interesa en mi trabajo que tiene que ver con entender cuanta fuerza tenemos. Parte de las estrategias de dominación tiene que ver con hacernos creer que no somos poderosos y cómo la cultura general muestra las capacidades que no nos están permitiendo desarrollar. En este caso yo te muestro que vos podés encontrar la salida, sin embargo el sistema se apropia de todo. Esa frase que dice «la salida es tuya» pertenece al sistema, hacerte pensar que uno tiene una elección personal, cuando no siempre es así. Por eso digo que todo tiene dos caras y que la emancipación personal, es decir el desarrollo personal en pos de la libertad, que desde el poder es vendido como la individualidad, no es siempre tan fácil.
«La obra nace como parte de una investigación acerca del espacio y de la búsqueda de herramientas para transgredirlo y no allanarnos a las reglas que nos rodean. Pienso en el espacio como un territorio de tensiones con reglas visibles e invisibles y a la obra como aquello que muchas veces trata de encontrar huecos para hacerla permeable y probar su solidez.»
¿Y esa figura del Freelancer representa a los valientes?
Freelancer es un término medieval inglés que quiere decir lancero libre, ellos eran los mercenarios, y son figuras que pueden ser entendidas como los valientes pero también como las víctimas. Uno pone todo su arrojo para hacer algo que a la larga no tiene beneficios, por eso me refiero a las manipulaciones del sistema, porque la misma llama héroes a los que en realidad son enemigos del pueblo.
¿Qué opinas con respecto a la asociación política frente a la obra?
No tengo problema pero pienso que si se presenta así en los medios, entonces se anula todo lo que estuvimos debatiendo. No lo niego, pero no quiero que el concepto quede achatado. El helicóptero en sí es un aparato de la excepción. Cuando uno ve uno piensa en un político, millonario o en una emergencia, no hay muchas más opciones. Por eso no me parece errada la asociación con episodios de nuestra historia, traumáticos o excepcionales, pero un concepto como el que planteo puede ayudarnos a ver eso de otra manera e incluso de alguna manera y no plantear el símbolo sólo con el objetivo de polemizar.