Hasta hace muy poco, para un belgranense de pura cepa, cruzar del otro lado de la Avenida Cabildo no era algo muy atractivo. Parecía un un limbo entre Belgrano C y Belgrano R donde ninguna marca premium se animaba a invertir. Recuerdo que sólo pasaba más allá de Ciudad de la Paz cuando iba a Asatej, o cuando acompañaba a mi abuelo al Mercado de Juramento a comprar miel (como muchos irían a Valenti, me imagino). La mutación creativa comenzó más hacia el lado de Colegiales, con el inolvidable Sifones & Dragones, la piedra angular que se arriesgó a abrir en esta calle en el 2000: en una antigua verdulería, nacía un restaurante diminuto que era, literalmente, una cocina con mesas.
«Hasta hace muy poco, para un belgranense de pura cepa, cruzar del otro lado de la Avenida Cabildo no era algo muy atractivo. Parecía un un limbo entre Belgrano C y Belgrano R donde ninguna marca premium se animaba a invertir. Recuerdo que sólo pasaba más allá de Ciudad de la Paz cuando iba a Asatej, o cuando acompañaba a mi abuelo al Mercado de Juramento a comprar miel (como muchos irían a Valenti, me imagino)…»
Después Pipí Cucú agrandó el caudal gastronómico de Ciudad de la Paz, con una culinaria de autor que hoy tiene un ciclo de música que suena fuerte, con noches de acordeón, jazz, piano y flamenco. Salimos en busca de los 10 destacados que confirman la verdadera transformación de este #territorio.
“No, no le pongas azúcar antes de probarlo”, me frena Taylor. Primera lección: el tostado medio ya le otorga un dulzor al grano, potenciando sabor, aroma y propiedades naturales. En esta esquina sólo sirven café de especialidad de más de 90 puntos y variedades de diferentes partes del mundo, de Colombia, Etiopía, Tanzania, Honduras, Brasil. “Para controlar la calidad, tenemos que manejar todo el proceso, por eso empezamos a tostar”, continúa la chica de Oklahoma que fundó esta cafetería en el barrio de la niñez de su novio y cuatro años más tarde está a punto de estrenar segunda sede en el microcentro. Baristas de brazos tatuados, remera camuflada y jeans gastados despachan macchiatos, flat whites y frapuccinos de dulce de leche&coco y de menta&chocolate. El ambiente es creativo, entre hípster e intelectual, con cachorros Pugs en la vereda; una biblioteca con libros de filosofía; y estudiantes que toman notas mientras yo apunto, cuando Taylor comienza a preparar un filtrado. Con la precisión de una instrumentista, manipula recipientes, moja el papel, vierte agua en círculos, pesa los granos, los muele, calcula porcentajes, y recién entonces arranca con la infusión, que tomará de 3 a 5 minutos, hasta que el café florece. Todas estas cuestiones de física y química se enseñan en el curso de filtrados, en el Training Lab que también dicta Espresso Basics. El brewbar ofrece 8 técnicas diversas y hasta una torre para hacer cold drip, algo así como un reloj de arena gigante que tarda horas en hacer café por goteo. De corte norteamericano, este Starbucks de autor te da un mega abanico de opciones para que armes tu café: tamaño, método, origen, temperatura (muy divertido el cold brew con leche y un toque de azúcar de caña que viene en petaca de vidrio) y personalización con vainilla, avellanas, frambuesa o cardamomo. Para desayunar: bagel integral con huevos, lomito y queso derretido. Para merendar y no cenar: carrot cake de tres pisos.
Ciudad de la Paz 2300; facebook.com/allsaintscafear
Pastelería diferente( ¡y contundente!) en la antesala de un local de decoración
Hace seis años que Marcela Rimoli abrió su primera tienda de objetos en Campana, luego inauguró dos más en Cardales y ahora eligió Belgrano off para su sede en capital. Se asoció con una amiga arquitecta y recuperaron un PH que estaba abandonado en Echeverría y Vidal. Aunque no les cerraba del todo la idea de estar del otro lado de Cabildo, le vieron potencial a la zona y enseguida tuvieron buena respuesta, incluso antes de abrir. “En 2015, cuando todavía estábamos en obra, los vecinos se acercaban a curiosear y agradecer por ponerle onda al barrio.” Llamaron a Valu Ramallo, la pastelera que tiene 150.000 seguidores en Instagram (y la misma cantidad de fans en la vida real) por sus famosas candy cakes y tortas con cookies. Hasta aquí llegan: choco-oreo de dos pisos, alfajor de Nutella, crumble de frambuesas, white brownie y galletitas de mantequilla de maní, entre otros dulces nada tímidos. El concepto de Le Ruelle me hizo acordar a Cake Hole, mi lugar favorito en Londres, una tetería que se esconde en la parte posterior de un bazar vintage. Asesoría de diseño de interiores, mucho lino, banquetas de hierro y arpillera de diseño propio, porcelanas inglesas, copas de cristal, cubiertos pintados a mano. Más que un callejón sin salida (eso significa su nombre en francés), Le Ruelle es el atajo exquisito que tomó una abogada tras un viaje a Estocolmo, luego de que el minimalismo nórdico le cambiara la profesión.
Echeverría 2845. Tel: 4787-5197
Traer la huerta a la ciudad con frutas y verduras recién cosechadas. “Este es nuestro bebé”, me dice Cristian mientras me señala una góndola con vegetales relucientes como joyas que atesora zapallos hokkaido ó kabutiá, pac choi, ají rocoto y hongos peruanos. El espacio de alimentos listos para llevar o para eat in en sus mesas compartidas tiene jugos détox del día –el verde es de lechuga, pera, cúrcuma y pasas rubias- sopas, hamburguesas, wraps vegetarianos, pollo tandoori y woks, todas creaciones caseras de Luciano Combi, siempre con carne pastoril, es decir de animales alimentados a pasto y criados libres. “Además esta carne es más rica y nutritiva, a diferencia del 80% de la carne que consumimos en la ciudad que estuvo alimentada con soja, en un ciclo negativo del que buscamos salir”, explica Paul Gauvry, el artífice de todo esto, un millenial que se inspiró en los health stores de Estados Unidos para inaugurar “el supermercado del futuro” hace un año y medio. Las ensaladas vienen en frascos listos para rotular, vos elegís si te lo llevas a tu casa o lo retornás para reciclar –genial la de arroz yamaní con palta, zanahorias y camarones con vinagreta oriental. Lo que nos cautivó: el pesto de kale, ideal para combinar con los tagliatelle de remolacha que venden en el sector de secos, legumbres y granos ¿La última incorporación? La línea de belleza con certificación vegana, con kit de cuidado de uñas, bio-champú, pasta de dientes con aceite de coco y mucho más. Barra de café orgánico con leche biodinámica y degustación de vinos una vez por mes. Agendate este viernes 28 de mayo a las 19.30 para probar Plan B y Tucumen Malbec con picada veggie.
Juramento 2540; facebook.com/frescomercados
La idea es simple: vení, recarga y toma donde quieras. Una nueva modalidad para beber cerveza tirada sin necesidad de salir a un bar. Vas con tu botellón y te lo rellenan con 10 cervezas artesanales diferentes, desde honey hasta red belgium, golden ale y London bitter. El fenómeno responde a la eclosión de la cerveza artesanal, con la que también aparecieron los growler pubs, bares de canilla para rellenar. Pero acá el concepto va más allá: Maldita Malta es solo para llevar. Una estación de recarga de combustible que inauguró en Belgrano hace dos meses, después del éxito de su flagship station en Recoleta. Podés ir con tu propio embase de 1.9 Lts o comprarlo allí, ahora también te sirve para delivery: “Se lo entregás a nuestro maldito repartidor y te dan un nuevo botellón con la cerveza que elegiste”.
Echeverría 2493; facebook.com/malditamalta
Para las que hacíamos clásico de chiquitas y nos quedamos con el atojo del demi-plié, existe un nuevo entrenamiento que combina ballet con técnicas de pilates y fitness. Lo más lindo es que se practica con música divertida –de hitazos del pop a Bob Marley remixado– en un estudio de danza que abrió en octubre y desborda de buena energía femenina, donde el vestuario se llama dressing room y hasta hay un camarín enorme que aumenta el efecto de sentirse en el teatro en vez de un gimnasio. El nuevo workout llegó a la Argentina y se instaló en Belgrano con Noelia y Jopi, que lo importaron de Nueva York, donde estalló la moda después de El Cisne Negro, cuando Natalie Portman contó que había utilizado esta técnica para preparar su figura antes de ponerse el tutú. El sistema de clases es muy práctico: compras una cuponera y vas usando tus vouchers como y cuando quieras. Para agrandar tu combo de tonicidad, fortalecimiento y flexibilidad, podés sumar el plan FitBarre Healthy con asesoría integral de un coach en nutrición y actividad física. #see you at the barre
Moldes 2467; facebook.com/Fit.Barre.Buenos.Aires
Está hecha con masa madre, ese es el secreto. Esta ochava que acaba de subir el telón en Crámer y Echeverría, en un escenario de techos altos y ladrillo a la vista, le pone un toque dinámico al concepto de pizzería. Las especiales no pueden más, nos tentaron todas: 5 formaggi; caponatta con escamas de parmesano; y salmón ahumado con espinacas, huevos revueltos y alcaparras. Para un panini al paso, el de jamón crudo viene en pan de pizza con brie, rúcula y tomates confitados. También hay bruschettas del día y tiramisú. Claro que en un lugar tan italianísimo no puede faltar el legendario Spritz, en 3 versiones para elegir –clásico, con sirope de frutillas o mezclado con Campari. El vermouth se sirve con sifón de soda y también tienen cocktails clásicos, un bellini o un negroni que puede ser on tap o sbagliato (con vino espumante) ¿Lo más original? Hacen sus propios refrescos caseros, de sauco y nocciola, iced tea y rosas, amaretto y cítricos.
Crámer 1997; 4787-9196; teglia.com.ar
Olvidate de los salones de belleza de barrio con secadores de pie y ruleros a los que iban tías y abuelas. Esta parte de Belgrano siempre fue tierra fértil de peluquerías y, por cierto, fue en Avenida Crámer que surgió la sucursal original de Prana, una de las primeras en animarse a cambiar el clásico cafecito por un cocktail y la radio por un set en vivo. Hoy ya tiene tres sucursales del otro lado de Cabildo, y hasta desarrolló su propia productora de contenidos audiovisuales, gráficos y digitales. Colores de vanguardia (la tendencia marca puntas rosa pastel o melena gris plomo), cortes de autor en seco –una técnica londinense–, ondulación ionizada para afro y hasta dibujos en la cabeza.
Crámer 2383, tel: 4788-6708
Blanco Encalada 2644, tel: 4784-5132
Amenábar 2237, tel: 4781-8877
En formato de ración, lo mejor del tapeo español y del aperitivo tano: tortilla de espinacas, olivas a la ascolana (un bocatto di cardenale de la provincia de Ascoli Piceno), calamares fritos con alioli, papas bravas y rotolini de berenjena con ricota fresca y albahaca. Vale probar los sándwiches, ya que el otro fuerte es la panadería artesanal italiana. Tanto que dictan talleres para aprender a hacer tu propio pan en cuatro clases: de campo, saborizados, focaccias, pizzas y masas integrales; son de 18 a 21 y comienzan en mayo. El hallazgo: Piadina toscana (con manteca, jamón crudo, queso y rúcula); o ciabatta de bondiola braseada en vino tinto y naranja con cebollas caramelizadas. En versión ensalada: mozarella en perlas, jamón crudo, espinaca, pan tostado y huevo poché. Un espacio simple que se vende como tal y no pretende ser más que el rico restaurante del barrio.
Amenábar 1202; facebook.com/ficattolarosti
Un viaje de 90 minutos al paraíso. El masaje integral regala un descanso para los pies con reflexología y relaja todo el cuerpo a través de diferentes maniobras y técnicas que se adaptan a las preferencias del privilegiado en ritmo, velocidad y presión. Todo sucede en una casa hermosa en Ciudad de la Paz que sus dueños eligieron por la poética de la calle y para resguardarse del exceso comercial de Belgrano. En el Salón Despierto, con vista al roofgarden, se dan clases de yoga, meditación y talleres de autoconocimento enfocados en la conciencia física y mental.
Ciudad de la Paz 583; Turnos por WhatsApp: 1131251771
Dos cuadras después de cruzar Crámer, pero todavía antes de llegar a Belgrano R, se encuentra uno de los restaurantes más distinguidos de la ciudad, tan exquisito como la fleur de sel que se colecta granito a granito en los salares de las costas de Francia. En este bistró de Valentina Avecilla (Grand Diplome de Le Cordon Bleu Paris) y Jean-Baptiste Pilou (con escuela en Bordeaux, el hotel Ritz y La Bourgogne), el plato y el respeto profundo por el producto de estación son los que mandan. Trucha tibia, blinis de trigo sarraceno, algas ahumadas, crema de limón; jabalí de caza, uvas frescas, castañas y rigatonis rellenos; croustillant de chocolate, praliné de avellanas y helado de caramelo.
La Pampa 3040, [email protected]