Desayunar (o brunchear) a lo grande es un placer (y una tendencia foodie) que se consolida en Buenos Aires y que cada vez más gente elige darse. Ya sea en versión dulce o salada, o incluso con opciones para veggies, en la ciudad hay varios restaurantes que saben como no decepcionar en la materia. Bigbox, por su parte, tiene una categoría de regalos, la «bonjour» dedicada exclusivamente a la primera comida del día. En esta nueva nota de #GuíaBigbox en MALEVA pensamos cinco lugares que están en Bonjour y que además de ser perfectos para desayunar, le suman un atractivo que termina siendo una combinación irresistible: el desayuno se puede disfrutar al aire libre, ya sea en una bella vereda arbolada de Palermo, o en el Rosedal, o en un patio canchero. A disfrutar, y a regalarle este momento a quien se lo merezca.
Los locales de esta cadena fundada por el espíritu libre y creativo de Pani Trotta, son un universo aparte. Coloridos, con una atmósfera joven, con un estilo que se podría asimilar al shabby chic. Son todo un hit desde hace años entre los grupos de amigos y amigas que buscan disfrutar de un paraíso dulce y con onda. El regalo de Bigbox incluye de todo para empezar el día con todas las pilas: mini cazuela de huevos revueltos, medialunas, cinnammon bun (clásico del lugar), shot de yogur con granola y frutas secas, tostadas con dips, jugo de naranja y una infusión (por ejemplo un potente capuccino) a elección. Y la propuesta es en el Pani de Palermo que es el más íntimo de todos los Panis, un local chiquito, re acogedor, y con una mesitas en la vereda que son lo más para una mañana soleada de otoño. Además, en la calle Nicaragua, que es la nueva calle más efervescente de Palermo.
Tiendas Naturales también propone desayunar en la vereda, en dos ubicaciones súper lindas, o en la cuadra donde todo sucede en Palermo Zoo, bajo el edificio del Palacio Bellini, en República Árabe Siria o en la zona de la imprenta, en calle Gorostiaga, a pasos del Solar de la Abadía. ¿Y después de acomodarse en una de las minimalistas mesas de madera que sigue? El regalo de Bigbox en Tiendas apunta directamente al brunch con dos opciones muy completas: una saludable y rica en fibras, y la otra clásica con un toque francés. La primera (perfecta para alguien veggie dicho sea de paso), incluye, además de jugos e infusiones a elección, un bowl a elección. Recomendamos el Superbowl Tiendas (¡!) qie viene con kiwi, frutillas, quinoa pop, yogurt, azucar negra y semillas de zapallo caramelizadas. Súmenle panes caseros, queso brie, y huevos revuetos. Si se juegan por el clásico con toque francés, piensen en scons, muffins, medialunas y un espectacular tostado parisino con jamón, queso y huevo.
El restaurante de las hermanas Sofi y Paula Reynal y que tiene como chef al célebre Hernán Gipponi, además de su primer local en Olivos tiene uno que es un boom en uno de los lugares más mágicos de la ciudad: el nuevo paseo de los arcos, en el Rosedal. Allí, bajo árboles enormes, y entre gente andando en rollers o en bici, desayunar es todavía más agradable. Las opciones del regalo de Bigbox son muy variadas y para todos los gustos. E incluyen desde medialunas con jamón y queso hasta huevos revueltos con trucha pasando por tostadas con palta, cherry, oliva y pimiento, entre otras posibilidades. El café es Nespresso.
Estas cafeterías de impronta francesa que están en los mejores museos de Buenos Aires son una más linda que la otra, pero la que te teletransporta a la rive gauche en un segundo y que es pura elegancia, es la que está sobre Libertador, en el museo Nacional de Arte Decorativo, en el Palacio Errazuriz. Allí, junto a una fuente, en un patio divino, es posible desayunar comme il faut, si te regalan una Bigbox Bonjour. Porciones de tortas, tostadas con dulces caseros, scones con manteca y café Nespresso. Un rico petit déjeneur en un lugar maravilloso. Eso es.
Una Pausa en la Ciudad, esa es la promesa de Jolie Bistró que se caracteriza por su pastelería y panadería gourmet de autor. Frente a la plaza Castelli en Belgrano R (uno de los rincones más bonitos de la ciudad) o en el hotel boutique Vitrum de Palermo. Su desayuno es completísimo y de mucha calidad. El té, sin ir más lejos, es de Tealosophy de Inés Bertón. Después incluye un gateau a elección, budín, cuadrados de manzana, scons, brioches de jamón y queso, canasta de chipacitos, tostadas de pan casero y lo más genial: cortesía de copa de champagne. Sus mesas en la vereda, un día de sol tibio, son todo.