Entender la obra desde otro lugar. Ese es el objetivo de esta entrevista de MALEVA que invita a dos artistas a analizar el trabajo del otro. Carolina Zancolli y Samuel Lasso comparten espacio, proyectos y amistad. Se conocieron hace tres años cuando ambos formaban parte del taller de Karina Peisajovich, una experiencia que cambió el rumbo para ambos. Hoy no sólo forman parte de la galería HILO, donde además tienen sus talleres, sino que se han asociado para dar vida a un nuevo proyecto en conjunto. Hablamos con ambos, para aprender acerca de su obra, desde la mirada del otro.
«Carolina Zancolli: la obra de Samuel es una obra sensible, sutil y orgánica. Es muy interesante como explora su tierra (Colombia) desde un lugar artístico pero también arqueológico, antropológico y como lo hace a través de tantos formatos distintos, desde el dibujo, la fotografía, la instalación o la escultura.»
¿Cuándo empezaron a hacer obra?
Caro: Empecé estudiando Ingeniería por muy poco tiempo, luego estudié cine y trabajé en películas y publicidad. Desde hace tiempo me desempeño como fotógrafa comercial y en paralelo hago lo mío. Hace unos años empecé a sentir que me estaba quedando muy estática con la fotografía y fue gracias el taller de Karina y cuando conocí a Sol Pochat, artista y directora de HILO, que empecé a experimentar con otros formatos, generando propuestas utilizan el espacio y animándome a mostrarlo.
Samuel: Hace nueve años que estoy radicado en Buenos Aires, pero hace cinco empecé a hacer obra. Durante dos años estuve muy encerrado trabajando pero no le mostraba mi trabajo a nadie. Solamente lo registraba en mi cuarto. Recién hace tres años empecé a exteriorizarlas.
¿Cómo se conocieron?
Samuel: Junto con Sol y Camila Lamarca, también artista de HILO, nos conocimos en el taller de Karina. En paralelo tuvimos la posibilidad de empezar a exponer en el espacio que Sol tenía en ese momento (junto a Noe Novosel y Magali De Torres) en zona norte. Ella nos dio la posibilidad de mostrar y nos motivó mucho para poder hacer lo que quisiéramos, no existía el no. Gracias a eso se armó la gran comunidad que hoy es HILO. Empezamos a pasar mucho tiempo juntos, compartiendo y fortaleciéndonos. Ahora estamos armando un proyecto llamado Escalera y estamos muy felices. Ha sido un proceso de mucho aprendizaje.
Caro: En lo personal, haber tenido un taller en comunidad me permitió compartir procesos, pasar tiempo con otros y escuchar sus opiniones. Ese es el espíritu que queremos transmitir en Escalera, para permitir que los artistas se relacionen entre sí, como nos pasó a nosotros.
¿Cómo describirías la obra de Samuel?
Caro: Es una obra sensible, sutil y orgánica. Es muy interesante como explora su tierra (Colombia) desde un lugar artístico pero también arqueológico, antropológico y como lo hace a través de tantos formatos distintos, desde el dibujo, la fotografía, la instalación o la escultura. Eso permite que sus trabajos se miren desde diferentes puntos de vista. También me gusta como incorpora el tiempo real de la naturaleza en la obra y dentro del espacio. Por sobre todo pienso que su obra es muy contemplativa y eso se percibe.
«Samuel Lasso: «Caro tiene un enorme potencial fotográfico. Ella sabe mucho de técnica y eso siempre me encanta. Ahora además está llevando a cabo un proceso en donde esa herramienta tan estudiada le otorga un lugar seguro que la potencia y permite evolucionar.»
¿Cuál es tu trabajo preferido?
Caro: La que mas me gusta es “20 Módulos para un Sol”, es una obra que fue premiada por eso no está, pero que es muy especial. Son capas de grabados en papel japonés de 9 gramos, lo que la hace muy etérea y bella. La obra parte de un sueño que había tenido y habla de lo inalcanzable. En general también me gustan las fotografías en donde Samuel retrata su tierra. Ellas registran los instantes perfectos, cuando él se detiene a mirar lo que ya conoce hasta lograr el registro perfecto.
Samuel: Esta es una cascada que se estaba secando, en Pasto, mi pueblo natal. Con la fotografía intenté mantenerla, de hecho ya no existe y además han comprado y cercado ese lote, por lo tanto esta imagen representa algo que no volveremos a ver.
Caro: También están las piedras que Samuel fue recolectando por todos los caminos que recorrió, llevándose algo de cada punto para luego intentar volver y reconstruir.
Samuel: Este trabajo cuenta con más de 80 piedras, para demostrar mi insistencia por hablar de Colombia desde acá, intentando traer el paisaje, con un carácter cada vez más obsesivo y potenciando lo que quiero decir. No sólo las estudio desde el lado artístico, sino también su aspecto geológico para entender sus riquezas y lo que pueden dar.
«Carolina Zancolli: hace unos años empecé a sentir que me estaba quedando muy estática con la fotografía y fue gracias el taller de Karina y cuando conocí a Sol Pochat, artista y directora de HILO, que empecé a experimentar con otros formatos, generando propuestas utilizan el espacio y animándome a mostrarlo.»
¿Cómo describirías la obra de Caro?
Samuel: Tiene un enorme potencial fotográfico. Ella sabe mucho de técnica y eso siempre me encanta. Ahora además está llevando a cabo un proceso en donde esa herramienta tan estudiada le otorga un lugar seguro que la potencia y permite evolucionar. Caro tiene fotos muy bien logradas pero no se queda ahí, sino que trabaja con otros materiales. Tiene la necesidad de agrandarse, por eso expandió su obra y eso es un potencial increíble.
¿Cuál es tu trabajo preferido?
Samuel: las últimas obras en blanco y negro, que tienen una relación con una serie anterior de fotos de árboles que parecen dibujos y donde la imagen se va perdiendo a medida que ella le saca nitidez.
Caro: a partir de una muerte cercana empecé a registrar el procesos de recuerdo y olvido, entendiendo como de a poco desaparecían imágenes y sonidos sin que yo pudiera evitarlo. Con ese trabajo pude entender como algunas cosas se van abstrayendo mientras que otras quedan.
Samuel: Con esta nueva serie, ella lleva la imagen al vidrio, haciendo énfasis en las texturas de las piedras, que es algo que yo también manejo. Al mismo tiempo la fotografía empieza a ser modificada por aspectos que ella no puede manejar, como el color de la pared o como le pegue la luz a la obra en cada momento. Por eso siempre se ven distintas. A medida que entendía como hacer estas obras tuvo un accidente, uno bueno, porque una de las bases se le partió y eso le dio una sensación mucho más orgánica que luego incluyó en otros trabajos.
«Samuel Lasso: yo empecé a recurrir al paisaje porque muchos de los artistas de mí región lo hacían y por eso todas las casas tenían cuadritos de genero de campesino e indígenas. Crecí con ellos y es una constante desde que soy niño.»
¿Creen que el uso de la naturaleza es un factor que los une? ¿Qué otras similitudes encuentras en sus obras?
Caro: Ambos trabajamos a partir del género del paisaje, Samuel la usa para hablar de su entorno, mientras que yo me refugio de Córdoba, un lugar muy especial, que se incendió. Allí pasé toda mi infancia, por lo tanto tengo muchas recuerdos y un anclaje fuerte. También buscamos sacar la fotografía de su lugar tradicional y re-pensar a este género, entendido como algo clásico, desde una mirada contemporánea.
Samuel: Yo empecé a recurrir al paisaje porque muchos de los artistas de mí región lo hacían y por eso todas las casas tenían cuadritos de genero de campesino e indígenas. Crecí con ellos y es una constante desde que soy niño. Hoy sin embargo también trabajo con la parte antropológica, geológica, social y la presento desde diferentes puntos de vista y técnicas o materiales, al igual que Caro.