Para los que eligen Punta del Este como destino de sus vacaciones y pasan largas temporadas en la ciudad más glamorosa de la costa uruguaya, Maldonado es el lugar donde se va a hacer trámites: arreglar alguna cosa del auto, algún trámite con la Intendencia, arreglar bicicletas, comprar algún repuesto que en otros lugares no se consigue, algún material para reparar algo de la casa. Es igual al centro de cualquier ciudad, solo que en este caso no se entiende muy bien si la ciudad es ahí y el afuera es Punta, o es al revés. Otros veraneantes, en cambio, pueden pasar la temporada entera sin pisar el pueblo que es la fundación misma de Punta del Este. A los que van y a los que no, les decimos que Maldonado tiene mucho para aprovechar y que un día nublado es ideal para pasear por la ciudad de las scooters y las casitas bajas. Acá te dejamos 8 imperdibles para que te animes, al menos por un día, a salir de la playa y encarar la “ciudad”.
la maestra de los dulces, la mejor comida francesa de José Ignacio, la tradición hecha carne, se mudó, después de años de servir el mejor té de José Ignacio en la misma esquina de toda la vida, a una casa hermosa con jardín en la entrada de Maldonado. Allí ofrecen una carta de té diseñada por Inés Bertón y una degustación de pequeños sandwiches, scons, bruschettas y brioche, mini pattiserie, tarteletas frutales y las mejores tortas como el ya clásico rogel Lucy. “Disfrutando del lugar y de una agradable charla, compartiremos el placer y el sabor de la gastronomía y la amistad” refleja Luz Acevedo, su dueña y chef en su nuevo hogar. “El espíritu de José Ignacio vive en Punta del Este” se lee en el nuevo slogan. Abre todos los días de 16 a 21hs y está en Av. Cordoba y Alférez Campora.
Lo que empezó como el speakeasy de Maldonado, hoy ya está en boca de todos (los que fueron y los que no también) que saben que Si Querida es un restaurante casero donde se come muy bien a precios razonables en un ambiente cálido. Descripción sin errores del proyecto que arrancó el cocinero Santiado Martín Marrero junto a su mujer Natalia Maga hace algunos años con la idea de alejarse del caos de la temporada y poder seguir trabajando de lo que aman en un ambiente mucho más tranquilo. La carta incluye empanadas de cordero al vino tinto, tarta de mariscos, quesadillas, un ojo de bife espectacular y una buena selección de vinos. Están en Ventura Alegre y Los Tulipanes, no toman reservas y las demoras pueden ser un poco altas en plena temporada.
Si pensaban que el menú de pasos era solo cosa de restaurantes top en grandes capitales del mundo, Adrián Orio, actual chef y ex mecánico viene a derribar cualquier prejuicio con su restaurante de “comida uruguaya creativa”: Macachín. En un ambiente tranquilo con capacidad para solamente 18 cubiertos, Orio ofrece un menú siempre diferente basado en su afán por encontrarle una vuelta de tuerca a los platos más tradicionales. Además, Adrián es un fiel seguidor del movimiento slow food con un respeto máximo por la materia prima utilizada. Algunos de los platos que se encuentran en verano son la corvina a la plancha con ñoquis de algas, mejillones de la Isla de Lobos, el camambert tibio con guayabo y nuez y los camarones rosados de Punta del Diablo con pickles, polvo de algas y alioli de ajo negro. Así, en Macachín el menú siempre es una linda sorpresa. Queda en Santa Teresa y 3 de Febrero y se recomienda reservar ya que el espacio es reducido.
El centro comercial es la definición misma de Maldonado pero la calle peatonal Sarandí agrupa a varios comercios y conserva ese aire tradicional bien de pueblo de calle para pasear. Donde se compran zapatillas para los gurise’, donde están los helados más ricos (los de Popi), donde está el gran y original Chic Parisien y las mujeres podemos conseguir buena ropa a precios inmejorables, donde se revelan (o revelaban) fotos, donde se compran libros, ropa para la escuela y demás. El paseo es corto y lindo y si estamos con suerte encontramos algún carrito que venda churros o tortas fritas, un clásico de los días de lluvia.
Una de las cosas más divertidas y por las cuales vamos a Maldonado es para conseguir buenos precios en cosas que necesitamos (o no tanto) pero que no podemos dejar de comprar porque ¡son muy baratas! Ahí está el número uno de lo hecho en China, cuyo nombre ya revela todo lo que propone: El Clon. Un supermercado de todo en su versión copia y muy barato: útiles escolares, cotillón, bazaar, artículos de camping, accesorios para la playa, juguetes y ¡hasta comida!. Una mezcla bien bizarra de todo un poco. ¿Lo que encontramos? Los típicos cuadernos Composition de Nueva York en versión Clon, divertidos para llevarse de souvenir. Otro lugar que vende cosas muy baratas para la casa como por ejemplo buenas toallas, sábanas, acolchados, etc, es Grandes Tiendas Montevideo. Los precios son de locos y la calidad es muy aceptable. Y el otro lugar divertido para compras es el Bazar San José, donde se puede encontrar casi todo para la cocina y la casa y donde se consiguen los esmaltados uruguayos históricos de SUE: platos enlozados, cacharros, pavas, todo con un look vintage-modern.
Para entender un poco la fundación de Maldonado está bueno visitar el Fuerte de Los Blandengues, antiguo espacio hoy reconstruido donde los militares se defendían de los invasores portugueses que llegaban por mar a conquistar a la pobre Maldonado. Allí, el homenaje al gran Artigas y la quietud y tranquilidad que producen los sitios con tanta historia.
Del famoso cocinero argentino devenido charrúa Federico Desseno, La Cantina del Vigía es un restaurante donde casi todo lo que se come se cocina a los fuegos en el horno de barro. Se rumorea que su chef, dueño del cancherísimo restaurante Marismo en José Ignacio, abrió esta cantina para poder mantener a su personal y su actividad también en invierno. Sea cual fuera la razón, todo le salió muy bien. Tienen una carta acotada pero todo rico y muy fresco por lo que seguro si vas una vez vas a querer volver por más. Las croquetas de siri con puerro y limón son una delicia, la ensalada de aucauciles también y la milanesa napolitana se convirtió en un clásico de cada visita al Este por su tamaño, que es realmente para dos, y porque es una delicia para dormirse una siesta al instante de haberla comido. La Cantina se instaló frente a la plaza del Vigía donde de a poco, sin prisa como todo acá en Uruguay, están abriendo nuevas propuestas gastronómicas.
En la plaza que se ubica en Av Aigua y Boulevard Artigas todos los jueves y domingos se realiza una feria callejera de frutas y verduras donde se consiguen productos frescos a muy buenos precios. Además, tiene ese aire pintoresco de comprar en ferias que siempre suma y se pueden conseguir algunas rarezas que no se encuentran en supermercados.