Fotos: gentileza Helena Ayerza.
Helena no buscaba, pero la encontraron. Fue Ricardo Piñeiro quien la vio en el supermercado un día cuando tenía 14 años, y le propuso transformarse en modelo. Hoy tiene 23 y una carrera que avanza naturalmente, como por una pasarela. Ya es parte de la agencia Next Models en Los Ángeles y con un espíritu aventurero y alegre disfruta su tiempo un poco allá, un poco en Buenos Aires y otro en el destino que le toque a su novio, Pablo Llorente, polista argentino, que también viaja por todos lados. En esta charla nos cuenta cómo viajar sola por trabajo le cambió la forma de ver el mundo, y todo lo que le apasionan la moda y las experiencias que su carrera le regala.
«La moda fue algo que me interesó siempre, de chica vivía cortando las cosas que me gustaban de las revistas, especialmente las de afuera que hacen unas editoriales de moda muy arriba, esas las amaba. Mi corcho estaba repleto de recortes uno al lado del otro y ni una foto de mi familia.»
Subiste una foto a Instagram que decía que pasabas tu primera navidad lejos de tu familia, acompañando a tu novio. ¿Qué lugar es? ¿Cómo la pasaste?
Desde que tengo memoria que pasamos todas las navidades en Punta del Este en familia; mis papás tienen una casa en José Ignacio hace muchos años y siempre vamos ahí. Somos seis hermanos entonces nuestras navidades siempre son muy divertidas. Este año por primera vez la pasé lejos de mi familia porque fui a visitar a mi novio a Dubai, porque está jugando al polo allá, y yo venía viajando también por trabajo entonces no nos veíamos hace mucho tiempo. Por eso fue una navidad diferente. Extrañé mucho a mi familia, pero la verdad es que la pasamos excelente en Dubai: nos subimos a un barco y comimos un asado con un increíble grupo de amigos.
Tu novio está relacionado al mundo del polo. ¿Vos también lo estabas o fue cuando lo conociste a él?
A toda mi familia le encanta el polo, mis dos hermanos más chicos juegan, entonces siempre fue algo que estuvo presente en casa. Mi novio y yo, los dos somos de Pilar, entonces nos conocimos por amigos en común. Igual esta clarísimo que me empecé a meter mucho más por el deporte estando con él. (RISAS)
¿Cómo y dónde fue tu infancia?
Nací en Mar del Plata, vivía en el campo, pero al poco tiempo nos mudamos a Buenos Aires por un tema familiar. Vivimos unos años en San Isidro y al poco tiempo nos mudamos a Pilar, donde viví toda mi infancia; fui al colegio por la zona de Tortugas.
¿Tenías algún juego relacionado a desfilar, o a la moda?
La moda fue algo que me interesó siempre, de chica vivía cortando las cosas que me gustaban de las revistas, especialmente las de afuera que hacen unas editoriales de moda muy arriba, esas las amaba. Mi corcho estaba repleto de recortes uno al lado del otro y ni una foto de mi familia. (RISAS)
¿Cómo fue que te diste cuenta de que querías ser modelo? ¿Y cómo entraste en ese mundo?
La verdad es que me interesaba muchísimo la moda pero nunca pensé que iba a ser modelo. Cuando tenía 14 años estaba en el supermercado con mamá y nos encontramos con Ricardo Piñeiro que nos vino a hablar porque estaba interesado en mí, yo no lo podía creer, no entendía nada. Al poco tiempo hice mis primeras fotos para hacerme un book y después arranqué con editoriales para revistas de adolescentes y mi primer desfile fue de vestidos de novia. Mi familia no podía entender que a los 15 años tenga puesto un vestido de novia. ¡Me moría de miedo porque se me enganche la cola del vestido cuando iba a dar la vuelta! Hoy me acuerdo y me río. Otro desfile del que me acuerdo mucho, de los primeros, es uno que hice en BAF para Garza Lobos. Abrí yo el desfile entonces estaba feliz porque fue una marca que amé. Lamentablemente hoy no están más.
«Las marcas que más me gustan son Ginebra, Nous Etudions, Zara, Zadig & Voltaire, Fendi y podría seguir un ratito más (RISAS). Las prendas que les tengo adoración o que más uso son unas calzas de cuero negras de Helmut Lang y mis camperas de cuero bordadas de Ginebra. ¡Son mi must del ropero!»
¿Qué marcas o diseñadores admirás? ¿Alguna prenda tuya o que hayas usado en alguna campaña que adores?
Las marcas que más me gustan son Ginebra, Nous Etudions, Zara, Zadig & Voltaire, Fendi y podría seguir un ratito más (RISAS). Las prendas que les tengo adoración o que más uso son unas calzas de cuero negras de Helmut Lang y mis camperas de cuero bordadas de Ginebra. ¡Son mi must del ropero!
¿A qué lugares pudiste viajar gracias a tu carrera de modelo? ¿Uno que hayas disfrutado mucho?
Viajé a Chile, Uruguay, México, Estados Unidos, Perú. Un viajé que disfruté mucho fue a Cancún, que viajamos un grupo enorme de chicas por una semana a un all inclusive por un desfile. En la semana hacíamos algunas editoriales pero fue solo un día de desfile, el resto de los días nos decían que disfrutemos de la playa y el hotel ¡Fueron unas vacaciones! No me acuerdo muy bien cuándo empecé a viajar por trabajo pero siempre que viajé fue por un trabajo específico y volvía, me he ido máximo cuatro días para trabajar y volvía a Buenos Aires. Fue hace un año, cuando finalmente terminé todo tipo de estudio, que decidí que quería irme unos meses afuera. Terminé eligiendo que quería ir a Los Ángeles. Ahí nomás logré cerrar con la agencia NEXT de allá. La gente, el lugar, el trabajo, todo está buenísimo. Y no hay nada que me guste más que viajar, creo que es la mejor plata invertida. Amo conocer y aprender de las distintas culturas y paisajes que te muestra el mundo.
«En los Ángeles me gusta ir a caminar por Abbot Kinney o Santa Mónica, hay locales muy copados, calles divinas y te cruzás cada tanto con gente divertida. ¡California me parece increíble! La playa que más me gustó fue la de Malibu junto con su increíble restaurante que se llama Malibu Farm.»
Y en Los Ángeles ¿Cuál es tu rutina allá? ¿Qué te gusta hacer? ¿A dónde te gusta ir a comer?
Anduve para todos lados. La última vez que fui estuve viviendo con una familia de amigos argentinos que me hicieron sentir como en casa y siempre que teníamos tiempo me llevaban a conocer un lugar nuevo, fue increíble. Me recorrí gran parte de la ciudad yendo de una punta a la otra para los castings y entre medio aprovechando a hacer turismo. Mi rutina era arrancar el día yendo al casting que tenga que ir y veía que había alrededor para recorrer después. Si no tenía nada aprovechaba a ir a algún museo, a la playa si hacía calor o a alguna zona divertida, ¡que en Los Ángeles hay un millón! Me hice un lindísimo grupo de amigas argentinas allá entonces cada tanto salíamos a la noche a algún bar copado o a caminar por las montañas. Me gusta muchísimo ir a caminar por Abbot Kinney o Santa Mónica, hay locales muy copados, calles divinas y te cruzás cada tanto con gente divertida. ¡California me parece increíble! La playa que más me gustó fue la de Malibu junto con su increíble restaurante que se llama Malibu Farm; Me enamoré. Y uno de los paseos que disfruto mucho hacer es subirme a una bicicleta y andar por la costa, desde Venice Beach hasta donde sea. ¡Los lugares a los que me gusta ir a comer son tantos! Uno de los que más me gustó, que iba bastante con mi familia adoptiva, es en el Hotel Chateau Marmont, porque comés riquísimo y capaz te encontrás con algún personaje divertido.
¿Qué sentís que aprendiste de viajar sola? ¿en qué te enriquece?
Siento que viajar te abre tanto la cabeza en tantos aspectos, es increíble. Si uno está abierto a recibir lo que tiene el mundo, las culturas y su gente para mostrarte, volvés mucho más lleno. Amo conocer y aprender cosas nuevas. Después de cada viaje te llevas recuerdos inolvidables, anécdotas, aprendizajes y nuevas amistades. Yo de chica era muy miedosa a mandarme sola por si las cosas salían mal o algo se complicaba, pero con el tiempo me di cuenta que todo tiene solución, que puedo hacer todo sola. Todos tenemos que salir de nuestra zona de confort para seguir nuestros sueños más grandes. Eso es lo que aprendí en este último viaje de trabajo.
«Algunos de los artistas que más admiro son Salvador Dalí, Joan Miró y Keith Haring. Uno de los últimos museos que fui, The Getty Museum, me pareció impresionante.»
Vi también que recorrés museos, subís fotos relacionadas con el arte ¿Artistas que admires?
Siempre que viajo me gusta ir a los museos más copados. Me encanta el arte y me divierte mucho saber las distintas historias que hay atrás de cada obra. Generalmente me divierten más los museos de arte moderno, me encantan los colores y las cosas raras que podés encontrar ahí adentro. Algunos de los artistas que más admiro son Salvador Dalí, Joan Miró y Keith Haring. Uno de los últimos museos que fui, The Getty Museum, me pareció impresionante por la arquitectura que tiene, me enamoré. Quería ir todos los días a sentarme en sus jardines. Sino otro que me copó mucho es The Broad, también en Los Ángeles, que es increíble, mega moderno todo, la arquitectura y prácticamente todas las obras.
Me imagino que la moda te lleva a conocer personajes increíbles. ¿Uno que se te venga a la mente?
Un personaje que me gustó conocer gracias a mi trabajo fue Gustavo Santaolalla. Me parece un genio de la música. Hicimos la tapa de una revista de San Luis imitando La Última Cena.
«Uno de los lugares que más tranquilidad me da es la casa que tenemos en José Ignacio, Uruguay. Mis papás compraron esa casa cuando José Ignacio parecía un pueblo fantasma más o menos y siempre disfruté muchísimo de ese pueblo.»
Por tus fotos parece que te gusta mucho la naturaleza. ¿Hay algún lugar así tipo oasis al que suelas ir donde encontrás tranquilidad?
¡Amo la naturaleza! Me hace feliz, me relaja y me pone de increíble humor. Al vivir toda la vida en Pilar, siempre estuve rodeada de verde y esa tranquilidad que amo. Uno de los lugares que más tranquilidad me da es la casa que tenemos en José Ignacio, Uruguay. Mis papás compraron esa casa cuando José Ignacio parecía un pueblo fantasma más o menos y siempre disfruté muchísimo de ese pueblo. Me encanta porque aparte de disfrutar de la playa disfruto mucho de mi familia. Si tengo algún hueco en el año, trato de escaparme con algún miembro de mi familia. Me encanta ir cuando no hay nadie y caminar por la playa completamente para mí. Cuando estoy en Buenos Aires lo que más me gusta hacer es juntarme con mis amigas a tomar unos mates y charlar hasta las mil. No soy tan de salir a comer afuera, me encanta pero siempre termino eligiendo un buen vino y una picada en la casa de alguna amiga antes que arrancar a algún lugar.
Por lo que veo en twitter corrés muy seguido. ¿Qué te genera correr? ¿Por qué lugares de Buenos Aires o del mundo te gusta correr?
Arranqué a correr hace unos años, fue algo que siempre me copó pero no lo hacía porque pensaba que no podía, que solo los que estaban mega entrenados podían hacerlo. Hasta que un día arranqué y me propuse a ir superándome cada vez más con cada corrida. Correr me hace feliz. Me gusta salir a correr por lugares bien verdes, si estoy en Buenos Aires voy a los bosques de Palermo porque vivo muy cerca de ahí, y si no salgo por Pilar. No le voy a mentir a nadie, muchas veces a lo largo de la corrida me canso mucho y estoy por abandonar pero ahí nomás cambio el chip en mi cabeza y le sigo metiendo y al toque mi cuerpo se acomoda y sigo, y sigo. Es increíble cómo la cabeza nos puede jugar en contra. ¡Cuando termino me siento increíble!