Martín Piroyansky tiene 30 años, ama Buenos Aires y sale un montón. Le gusta hablar sobre el amor porque cree que todos estamos todo el tiempo pensando en el amor y no le tiene miedo a ser cursi. Llega a Voulezbar para comenzar la entrevista y saluda a los mozos con beso. Va seguido. Me asegura que no es gracioso, pero comprobé que el sentido del humor, sin embargo, lo acompaña naturalmente, todo el tiempo.
Su agenda es ecléctica: hace poco escribió el guión de Condorito 3D, ahora está trabajando en un proyecto con Disney, interpretó a Axel en Psiconautas (la serie que se emitió por TBS), y está escribiendo una serie nueva para el canal de UN3.
Muy pronto en UN3 se estrena El galán de Venecia, escrita y protagonizada por él, y además, en agosto se estrena Permitidos, la película de Ariel Winograd que terminó de rodar junto a Lali Espósito, Liz Solari y Bejamín Vicuña. Trabajó como director, guionista y protagonista en más de una ocasión. Planea seguir haciéndolo. Y le sale muy bien.
Estás entre la actuación y la dirección constantemente. ¿A dónde querés ir?
Es una pregunta que me hago yo. A dónde quiero ir. Me gustaría hacer una película pero irónicamente hago otras cosas. Con lo cual empiezo a preguntarme si es realmente lo que quiero hacer, porqué no lo estoy haciendo. También a partir de que estrené Voley tengo mucho trabajo, fui convocado a escribir y actuar para otros. Entonces no estuve dedicado a escribir cosas mías. Por suerte pude meter una para el canal de Un3 que se llama El Galán de Venecia y eso fue lo último que hice, pero en el medio estuve actuando y escribiendo mucho para otros. Escribí el guión de la película Condorito que es animada en 3D. Ahora estoy escribiendo una cosa para Disney. Pero no tantas cosas mías. Ahora es probable que en julio filme otro contenido, una serie para Canal UN3. En UN3 te dan mucha libertad.
¿Va a ser autorreferencial?
Súper. Sí.
«A partir de que estrené Voley tengo mucho trabajo, fui convocado a escribir y actuar para otros. Entonces no estuve dedicado a escribir cosas mías.»
¿Muy neurótica?
No es tan neurótica, tiene que ver más con la identidad. Un personaje que está en crisis, deprimido. Tiene que ver con los parecidos. Con gente parecida. Siempre me encuentro con gente muy parecida de cara.
¿Te encontrás con gente parecida a vos?
Sí, de la nada me dicen mucho uy mi primo es igual a vos. Tal vez tenga una cara arquetípica. Hay algo ahí en los parecidos que dije hay que hacer algo con esto y ahora estoy escribiéndolo.
«Obviamente me gusta una tendencia del cine mainstream yankee y hay algo con lo que me identifico, pero muchas veces me encuentro como nutriéndome de cosas como una peli más japonesa o una peli de Lynch. O de Kubric.»
¿Qué cine te gusta mirar?
Me gusta todo. Me gusta ver todo. No discrimino. Al final las cosas que más me nutren son las más inesperadas. Obviamente me gusta una tendencia del cine mainstream yankee y hay algo con lo que me identifico, pero muchas veces me encuentro como nutriéndome de cosas como una peli más japonesa o una peli de Lynch. O de Kubric. Me gusta la mezcla de los géneros. Creo que nutre un montón. De cine argentino también hay muchas cosas que me gustan. Por un lado Szifrón y por otro lado me gustan Anna Katz, Rodrigo Moreno, tienen algo interesante. Son búsquedas que me gustan.
¿Cómo te gusta interpelar al público?
Me gusta que la gente pase por muchos estados en general. Me gusta hacer reír pero me gusta a veces ser un toque cursi. Me parece increíble que el cine y lo audiovisual generen sensaciones. Entonces es como que lo planeo. No es que decís ah que casualidad, en esta escena lloraron lo pensaste de una manera. Y el desafío de cómo lograr estados en el público me gusta mucho. Entonces pienso qué me gustaría ver a mí. Yo soy el primer espectador de lo que hago. Cuando escribo pienso, si yo viera esto ¿qué le faltaría? Y cada idea también me pide un tono, un género, un formato.
«Yo no le tengo miedo a lo cursi. Si la película me pide ir a ese lugar yo lo hago. No me genera conflicto ser cursi. Me gusta mucho hablar sobre el amor porque creo que todos estamos pensando todo el tiempo en el amor.»
¿Ves tus películas?
Muy cada tanto. Si estoy mega aburrido tal vez pongo un capítulo de algo, pero generalmente no. Vóley la volví a ver hace poco porque la proyectaron en la Casa del Bicentenario y fui a presentarla y la vi. Fue la primera vez que la vi como un toque alejado y pude criticarla. Pero la vi como espectador y le vi problemas. No sé si alguna vez uno va a poder ver algo propio desprejuiciadamente.
El amor es muy protagonista en tus trabajos y dijiste que a veces buscás lo cursi, ¿no?
Digo que a veces me gusta ser un toque cursi porque, ¿por qué atacar al amor así? Generalmente se piensa uh, esto es cursi. Y yo no le tengo miedo a lo cursi. Si la película me pide ir a ese lugar yo lo hago. No me genera conflicto ser cursi. Me gusta mucho hablar sobre el amor porque creo que todos estamos pensando todo el tiempo en el amor. Eso pienso, que al final termina siendo re universal. Todos todo el tiempo estamos pensando en nuestra pareja o si estamos solteros y no sé, hay una tendencia a hablar de eso. Me gusta, me siento cómodo.
«Creo que es un poco cliché, sería muy obvio que un personaje se psicoanalice. Me gusta que no. Y también evito hacer referencias al judaísmo.»
¿Te estás analizando ahora?
Sí. Había dejado. había dejado terapia y volví. Encontré uno nuevo, freudiano a full. Un genio. Me está haciendo flashear un poco.
No todos tus trabajos tienen el mismo estilo con respecto al psicoanálisis.
Siento que es fácil contar una historia con un psicólogo. Si el personaje va a terapia te facilita demasiado el trabajo. Es como cuando los personajes ponen contestador automático. Como que es un recurso facilista, que facilita la escritura y por eso trato de evitar que los personajes hagan terapia. Creo que es un poco cliché, sería muy obvio que un personaje se psicoanalice. Me gusta que no. Y también evito hacer referencias al judaísmo.
¿Cómo elegís un papel?
Me tiene que gustar el guión , el director, el elenco. A veces prefiero no hacer algo y quedarme haciendo algo mío y por eso digo que no. La experiencia tiene que ser interesante.
¿Cómo te resulta actuar después de haber dirigido?
Me doy cuenta en el set cuando soy actor tengo una energía que no puedo usar. Entonces no puedo, me tengo que quedar callado y hacer todo lo mío y me cuesta. Pero también es lindo ver el cómo, porque vos vas y leíste el mismo guión y el director lo filmó de una manera inesperada.
¿Y cuando te autodirigís?
En realidad es medio lo mismo. La ventaja es que la investigación la estoy haciendo desde que escribo. Por lo cual lo tengo muy armado el personaje es muy fácil hacerlo yo que decirle a alguien lo que espero. También es cierto que el director pone la cámara, dice acción y se queda quieto toda la toma. La diferencia es que yo estoy trabajando.
«Me encanta salir. Soy muy manija y hago lo que sea. Voy mucho a fiestas, bares, a alguna casa. Me gusta salir, estar en la calle. Me encanta ir a comer afuera. Básicamente para eso vivo y en eso me gasto mi sueldo. Soy muy fan de Buenos Aires.»
¿Cómo pensás a tus personajes?
A veces pienso en personas. Arranco siempre desde la estética. Pienso en cómo tiene el pelo, la cara, sobretodo si es una persona acelerada, tranquila, muy tonto. Qué tipo de tonto es, ¿viste que hay como un abanico de tontos? Y después, más allá de eso, somos marionetas del director. A mí me gusta pensar que el actor un poco tiene un trabajo limitado. A veces uno piensa que el actor tiene que armarse. No, el actor tiene que armar el personaje hasta ahí y dejar que la historia se cuente. Porque si uno uno piensa, si uno le pone demasiado pensamiento, se pone muy didáctico el actor, y no está bueno que sea didáctico. A veces la información en los actores es contra producente. Está bueno que el actor esté en el momento de la escena. Cuando soy actor no estoy atento a la continuidad del personaje. Necesito saber de dónde vengo, cómo soy, pero no demasiado. Porque si no le ponés una intensidad a las cosas que no la necesitan.
¿Cómo sos, entonces, dirigiendo actores?
Cuando dirijo actores no estoy muy encima. En todo caso los bajo, no tienen que tener tanta información los actores, me parece. Cada actor tiene su manera y yo como director tengo que respetarlos y ayudarlos. Hay algunos que necesitan que les diga todo y otros que los dejo ser.Yo soy más del dejame solo. Si el actor me pide más bueno le doy más. Pero no me gusta estar encima. Y también confío en los actores.
¿Te considerás gracioso en lo cotidiano?
No soy gracioso. Muchas veces me doy cuenta que voy a una reunión y veo que esperan que sea gracioso. Yo soy gracioso si entro en confianza, en la intimidad, con mis amigos, con mi novia. Tampoco demasiado. Creo que me rodeo de gente más graciosa que yo. En la intimidad sí soy más gracioso.
¿Te reís de cosas dramáticas?
Hay algo muy del judaísmo de reírse de las desgracias. Es un pueblo muy golpeado entonces el humor aparece muy rápido. Como para decir avancemos.
«Está buenísima la película Permitidos. Lali es divina, muy buena chica, muy talentosa. La película la rompe. Es espectacular. Y con Winograd ya nos conocíamos bastante y el guión es buenísimo.»
¿Cómo manejas el tiempo libre?
Me cuesta mucho. Un montón. Siempre tengo que estar trabajando. No es algo que termine disfrutando. No sé si es porque me criaron así, muy de hacer, colegio doble escolaridad y mi viejo siempre laburando, o qué. Entonces cuando no hay laburo es como que me quedo sin saber qué hacer. Y el trabajo de actor descubrí que tiene mucho tiempo libre. Por eso empecé a escribir y dirigir. Yo tengo un mes libre y me pongo a escribir algo nuevo.
¿Cómo es para vos el momento de escribir?
Me cuesta escribir. Me cuesta la disciplina. Sentarme y hacerlo. Cuando tengo deadlines puedo, lo hago. Pero siempre convoco gente para escribir. Me gusta la colaboración y por eso armo grupos horizontales.
¿Salís en Buenos Aires?
Me encanta salir. Soy muy manija y hago lo que sea. Voy mucho a fiestas, bares, a alguna casa. Me gusta salir, estar en la calle. Me encanta ir a comer afuera. Básicamente para eso vivo y en eso me gasto mi sueldo. Soy muy fan de Buenos Aires.
¿Algún bar?
Festival me gusta .
¿Y un restaurante?
Me gusta mucho el Gran Dabbang.
¿Qué te gusta leer?
Leo muchas entrevistas, libros de entrevistas a directores de cine. Ahora estoy leyendo un libro de Jude Apatow, el productor. Es muy genio y sacó un libro grueso de entrevistas a todos los cómicos que se te ocurran, Seinfeld, todos, me encanta. Si no, leo libros de guión, sobre escritura de guión. Perdí un poco la capacidad de leer novelas pero me gusta mucho Poppy, me fascina. Y Aira también.
Por último, dentro de poco se estrena Permitidos. En Tiempo Libre Lali actuaba de ella misma ¿Qué te pareció como proyecto Permitidos y haber trabajar con ella y desde otro lugar?
Está buenísima la película. Lali es divina, muy buena chica, muy talentosa. La película la rompe. Es espectacular. Y con Winograd ya nos conocíamos bastante y el guión es buenísimo. Me divertí y mucho, y me doy cuenta de que no hago cosas donde no me divierto. Y es un problema, porque medio me malcrié y busco siempre la diversión.