Ya estamos en febrero y la vuelta de las vacaciones insinúa para muchos el final del verano. Pero los días veraniegos todavía tienen un tiempo más en el calendario y, si ya estás de vuelta en Buenos Aires, lo mejor es aprovecharlo. Ya sea al mediodía con unos ricos sandwiches o la tarde con unas ricas facturas: el picnic es la mejor forma de disfrutar al aire libre y extender la sensación de estar de vacaciones. La Linda, el vino con la calidad que conocés de siempre pero que se relanzó con una nueva etiqueta, te cuenta cuáles son los spots que no podés dejar de visitar a la hora de hacer un picnic con amigos o pareja. ¿Y por qué no, terminarlo comme il faut en algún spot cercano brindando con alguna de las variedades de La Linda?
Fue reinaugurado en el 2014 y se volvió uno de los lugares más lindos para disfrutar al aire en libre en la ciudad. El Lago de Regatas, se extiende entre las avenidas Tornquist y de los Ombúes y la calle Andrés Bello y es un sector más tranquilo ya que está un poco más alejado de la zona del Rosedal donde se suelen realizarse actividades culturales y shows. Cuenta con amplias zonas de picnic, árboles que dan sombra, mobiliario urbano, sector para hacer deporte y bicisenda. ¿Su gran atracción? El lago, por supuesto, que ahora con dos muelles de madera y miradores para que puedas disfrutar el paisaje, mientras que alrededor dan sombra ombúes, jacarandás, eucaliptos, robles y ceibos, algunos de los cuales tienen más de un siglo. Si es al mediodía te recomendamos que hagas el picnic en la orilla más cercana a Libertador. Y si es a la tarde, mejor del lado que da a Figueroa Alcorta donde hay un solcito divino de atardecer. Después podés concluir el ritual brindando con La Linda Rose Malbec en la muy agradable terraza del bar del campo de golf.
Para los que viven en zona norte, es una parada típica a la hora de ir a pasear, salir a correr, ir a comer algo o hacer algún deporte acuático como windsurf o kayac. Con un parador al lado de otro, se puede llegar en bici y cuenta con amplios parques con mesas y bancos de madera para sentarse frente al río y disfrutar. Además están las playas como la tradicional Perú Beach donde las reposeras sobre el pasto, más cerca del río, son los lugares favoritos para ver el atardecer. Y el plan aquí estaría completo si a eso de las seis de la tarde, en pleno sunset, brindan con un vino la Linda Torrontés en alguno de los barcitos con vista al río. Los que tienen mejor vista son Malloy en Alvear y el Río, y Kite Beach justo al lado.
Forma parte de un amplio conjunto de plazas que conforma el tradicional Paseo de la Recoleta, a solo metros de Plaza Francia, pero menos transitada, lo que lo hace un lugar ideal para hacer un picnic tranquilo. La fisonomía de la plaza está marcada por una ladera que baja hacia la calle Posadas, parte de la barranca ribereña histórica del Río de la Plata y está delimitada por las calles Eduardo Schiaffino, Posadas y la Avenida Alvear. En frente, se ubica el Palais de Glace. ¿Una recomendación? Antes de ir comprar unas ricas “Medialunas Calentitas” en su sucursal en Buenos Aires que queda a solo 2 cuadras, sobre la Avenida Callao, para volver a sentirse de vacaciones en Punta del Este aunque sea por un rato.
Pasear por Tigre no es solo el Puerto de Frutos y andar en lancha por el río. Si vas hasta esta localidad de zona norte que queda solo a 33km de Capital, no podés pasar por alto una caminata por el Paseo Victorica, pintoresca costanera arbolada en la que se suceden uno tras otro tradicionales clubes de remo, construcciones históricas, restaurantes y extensiones de pasto a la vera del río, perfectas para sentarse a disfrutar y comer algo rico. Un sector recomendado es al lado del Museo de Arte de Tigre (Paseo Victorica 972), un edificio divino de estilo francés de 1927 que expone una interesante colección de arte argentino del siglo XIX y XX con pinturas de artistas como Quinquela Martín, Eduardo Sívori, Florencio Molina Campos y Justo Lynch.
5) LA COSTANERA DE VICENTE LÓPEZ (ALGO ASÍ COMO NUESTRA CALIFORNIA ZONANORTENSE, IDEAL PARA IR EN ROLLERS)
Ideal para llegar en bici desde Capital, el Paseo de la Costa en Vicente López es uno de los espacios verdes más importantes de la zona norte y un lugar espectacular para disfrutar del aire libre junto al río. Espacios culturales, bandas en vivo y ferias orgánicas como “Sabe la Tierra” son algunas de las actividades que hacen este paseo entretenido además de lindo. Para tener en cuenta, tiene estacionamiento y bicisenda. Si el picnic se extiende hasta la tardecita, también cuenta con diferentes locales de comidas y bares donde se ofrecen tragos, durante el día o la noche. Nuestro spot recomendado para el brindis del pos picnic es – sin dudas – Naná: en el Boulevard Irigoyen al 400. Y en Naná buscar mesa en el patiecito y pedir alguna de sus buenisimas tortas (por ejemplo la “escondida de moras”) y acompañarla con un Bonarda de La Linda.
6) PARQUE MUJERES ARGENTINAS EN PUERTO MADERO
Es una de las plazas de Puerto Madero, y rinde homenaje a las grandes mujeres argentinas cuyos nombres designan las calles de este moderno y lujoso barrio. Limitado por las calles Juana Manso, Marta Lynch, Av. de los Italianos y Manuela Sáenz tiene una amplia plaza central, tipo anfiteatro y distintos niveles que ofrecen una vista panorámica de la zona. Su arboleda está conformada por jacarandás, araucarias, magnolias y tipas, y también hay un sector con más de 200 plantas de rosas de diferentes colores, que cada primavera perfuman el ambiente. Si se quiere pasear un poco, a sólo unas cuadras se puede cruzar el emblemático Puente de la mujer o visitar el Faena Art Center, justo al lado, donde pueden verse distintas muestras de arte moderno.
Justo donde termina el barrio La Isla, (Recoleta) – un oasis de tranquilidad en la ciudad con edificios antiguos de estilo francés-, aparece esta plaza compuesta por amplias barrancas verdes, con escalinatas de cemento que la atraviesan. Ubicada entre las calles Agüero, Dr. Luis Agote, Avenida del Libertador y República Árabe Siria, desde arriba se tiene una vista panorámica, y al lado se puede visitar la vecina Biblioteca Nacional. Sus amplias extensiones de pasto ofrecen el espacio perfecto para disfrutar de la naturaleza en plena ciudad. Y ya que estamos en uno de los lugares más parisinos de Buenos Aires, podemos hacer como harían en la Ciudad Luz y destapar una botella de 375 de La Linda cepa chardonnay..