Hace algunos meses en mis recorridos de domingo visité MOSTRO (Perú 442) por el cierre de una muestra colectiva de los artistas Jimena Croceri, Juliana Iriart, Mariana López, Juane Odriozola, Marcela Sinclair, Nicolás Mastracchio y Juan José Souto. No quería dejar de contarles sobre este espacio.
Mostro es un espacio dirigido por Marcelo Galindo, Maximiliano Maito y Juan Tobal que funciona desde hace algunos años en una ex fábrica ubicada en San Telmo. El espacio tiene muchas salas y su tamaño posibilita la instalación de obras experimentales de gran formato.
Veníamos en grupo del museo PROA de la presentación de un libro de dibujo contemporáneo argentino del cual después les contaré. Entré sinténdome en un parque de diversiones, tal vez porque antes ví en una vidriera una calesita con políticos a la que no presté mucha atención pero la que tal vez generó esa atmósfera lúdica.
Antes de entrar, en la vereda asomaba una bandera blanca de la alcantarilla, eran las elecciones o ya habían pasado, no me acuerdo. Se trataba de una obra site specific del artista Juane Odriozola, quien en sus trabajos suele modificar la realidad, fotografíarla y luego instala esa misma fotografía en el lugar donde tomó la foto generando un efecto increíble! Una vez en el espacio Juane instaló una linea de banderas, que solo mostraban color, en varias salas dibujando entre ellas una diagonal, una frontera o un limite virtual similar al mástil que las sostenía, no rectos, sino a 45 grados. En esas mismas salas me encontré con una escalera mecánica de papel que terminaba en balcón sin sentido, un conjunto de esculturas en tela que alguna vez cubrieron algo que ya no está, una instalación oscura parecida a un eclipse donde había que acostumbrar la pupila para reconocer las formas.
«En esas mismas salas me encontré con una escalera mecánica de papel que terminaba en balcón sin sentido, un conjunto de esculturas en tela que alguna vez cubrieron algo que ya no está, una instalación oscura parecida a un eclipse donde había que acostumbrar la pupila para reconocer las formas.»
Me sorprendió mucho la obra de Jimena Croceri, que se trataba de una performance en donde dos hombres yacían por horas desnudos en el piso cubiertos en partes por una masa y esta masa cruda como de pasta o pizza se extendía generando un plano casi circular. Pensé en un descanso, una siesta, pensé en Narcizo y en su isla, de algún modo esta obra a mi se me presentó como este personaje abordado por el lago ya seco en donde alguna vez se reflejó. Funcionaba también una cuestión, por similitud de tono, de extensión de la propia piel de los performers generando un paisaje, una explosión de si mismos derramándose hasta el horizonte. Casi automáticamente pensé en el siguiente juego de palabras o frase te amas-o-te amo.
Estemos atentos a este espacio que promete muy buenas muestras para 2016.
Por último, les recomiendo que no se pierdan la exhibición de Francis Alys en Malba que sigue hasta Febrero y la de Roberto Plate recientemente inaugurada en el MNBA.