FlashBack, de Mariela Scafati y Ariel Cusnir en María Casado Home Gallery (o cómo haber sido y recordarlo nos define)

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Ariel Cusnir y Mariela Scafati en el vernissage de la muestra

 
 
Un flash-back en cine significa “alterar la secuencia cronológica de la historia», conectando momentos distintos y trasladando la acción al pasado. Se utiliza con bastante frecuencia para recordar eventos o desarrollar más profundamente el carácter de un personaje.
Es posible hacer flashbacks de uno mismo. ¿Qué pasaría si imprimimos todas las imágenes que tenemos en la memoria? ¿Cuán lejos sucedieron esos momentos en que retuvimos esas imágenes que guardamos en el fondo de los ojos, en el inconsciente o en la retina? ¿Qué registro tenemos de ese momento, qué nos acordamos?
Haber sido y recordarlo nos define.
Entre el recuerdo y la filmación de un momento surgen las acuarelas de Ariel Cusnir. Entre el pasado de esas imágenes y el presente de volver a observarlas. Lo que vivió lo que vuelve a ver y lo que percibe cuando observa el registro que el mismo hizo de una situación que llamó su atención. De esas intersecciones  nacen nuevas imágenes que se convierten tal vez en otro recuerdo,  con mas carácter, uno mas cercano al momento presente.  Ariel decidió mostrar también las filmaciones de donde tomó los “stills” para pintar la acuarelas. Ver el video al mismo tiempo que las pinturas tuvo en mi un efecto similar al de ver una obra que anteriormente había visto en un libro o un catálogo, la imagen antes de la imagen o la imagen posterior.
 

«Entre el recuerdo y la filmación de un momento surgen las acuarelas de Ariel Cusnir. Entre el pasado de esas imágenes y el presente de volver a observarlas. Lo que vivió lo que vuelve a ver y lo que percibe cuando observa el registro que el mismo hizo de una situación que llamó su atención.»
 

Las obras de Mariela nos hablan de algo similar pero en relación al hecho de pintar o a la pintura en sí. Que pasaría si se extinguiera la pintura? ¿Qué recordaría la pintura de sí misma? Tal vez forma, luz y color. Las obras de Mariela surgen de un espacio totalmente oscuro y absorbente, de un espacio que genera un silencio o un vacío que permite que  la pintura se recuerde a si misma y hay una tensión entre lo que la pintura intenta recordar de sí y el silencio y esta reside en sus materiales. Viendo de cerca, el óleo se contrae absorbido por el terciopelo y pierde la forma que tuvo en un principio. Si volvemos a ver estas pinturas dentro de muchos años, tal vez el solo vemos el terciopelo negro o el óleo logró salirse del plano y abarcar el espacio, siendo en sí. Las pinturas de Mariela están vivas  y mas aún cuando las miramos.

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«Entre el recuerdo y la filmación de un momento surgen las acuarelas de Ariel Cusnir»

 
Esa tensión/acción generada por la diferencia de materialidad se acentúa gracias a los marcos. Mariela tomó la decisión de deformar los marcos de las obras, colaborando y acentuando de algún modo eso que esta sucediendo en  el interior de sus obras.
 

«Las obras de Mariela nos hablan de algo similar pero en relación al hecho de pintar o a la pintura en sí. Que pasaría si se extinguiera la pintura? ¿Qué recordaría la pintura de sí misma? Tal vez forma, luz y color. Las obras de Mariela surgen de un espacio totalmente oscuro y absorbente, de un espacio que genera un silencio o un vacío que permite que  la pintura se recuerde a si misma…»

 
Pienso que la obra de Mariela se la podría reconocer como la conjunción de la pintura en sus inicios y la pintura contemporánea, abarcando de este modo toda esa distancia.

Parte del texto escrito por Ariel Cusnir para la muestra dice:

Punta Alta
Nos encontramos en casa ya pasaron dos días, vamos a desayunar en breve, todavía luchamos por emerger del sueño, está fresco, hacemos tiempo esta vez mientras bajan datos, la distancia empalidece algunos detalles pero simplifica la escena y deja que la asimile. ¿Qué vimos ayer? ¿una casa? en ella encontramos una cantidad de signos de una actitud predispuesta para con el goce de la vida cotidiana, signos que son cosas, como muebles, árboles en la ventana, una mesa llena de formas de vidrio y líquidos que colorean una tarde, que fuera una tarde no es algo menor. Estaba lleno de gente, la charla es animada, concentrada, hoy la histeria habitual se ha reducido bastante, parece que la fantasía de que todos vivimos aquí nos hace sentir como en casa.
En el almuerzo pasaron cosas simples, cosas buenas, me sentí y creo que los dos, agradecido de esta nueva oportunidad de conocernos, hubo comprensión, hubo encuentro, una canción de Francisco Garamona dice:
Porque hay un desamor
y un amor
y en cada canción(iba a decir rincón)
un viaje comienza.
Era un cantor popular
popular
amor

Scafati dice:
mi pintura no es leve, lo mío no es la levedad.
Hablábamos sobre su presencia en el espacio real.

Antes que nada esos cuadros están, son porqué están, sus leves distorsiones convocan una mirada apenas despegada de la convención del logo-cuadro, avanza como cuerpo. Una escultura por ejemplo, no tiene profundidad, su propósito no es proponer un mundo alternativo sino transformar el que lo rodea, incluyendo las personas, sacudir el aire. Tiene piel, y desde ese límite se mueve hacia el exterior. Nos puede preocupar que siga avanzando sobre nosotros, nuestra mirada no la atraviesa, la rodea, incluso la ataja detiene su marcha sobre el espacio entre los dos.
Tal vez , esos antiguos retablos medievales poseían las dos cualidades, se plegaban y desplegaban sobre su interior, dentro de ellos una imagen que representa un espacio exterior, pero al plegarse las ventanitas sobre su propia forma el retablo se transformaba en objeto contundente. Luminoso y sólido.
La muestra puede visitarse hasta el 11 de septiembre. www.mariacasado.com.ar
Fotos: MCHG
LAS ACUARELAS DE ARIEL CUSNIR:
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LAS OBRAS DE MARIELA SCAFATI:
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