Diseño Infinito: últimos días para visitar la muestra de Alberto Churba en el Museo Nacional de Arte Decorativo. ¿Por qué rompe las fronteras del arte?

¡Hasta el 12 de octubre! Alfombras que juegan con los sentidos y parecerían moverse frente a nuestros ojos, lonas de playa, pinturas, cristalería  – muchas piezas en vidrio soplado -, y sillones. Es Diseño Inifinito en el Museo Nacional de Arte Decorativo con producción de Satsch Gallery, la primera exposición retrospectiva de Alberto Churba: diseñador, artista y decorador argentino de relevancia internacional.

La muestra se puede recorrer hasta el 12 de octubre.

Diseño infinito: últimos días para visitar la muestra de Alberto Churba en el Museo Nacional de Arte Decorativo. ¿Por qué rompe las fronteras del arte? Por Candelaria Penido para MALEVA.

Alfombras que juegan con los sentidos y parecerían moverse frente a nuestros ojos, lonas de playa, pinturas, cristalería  – muchas piezas en vidrio soplado -, y sillones. Es Diseño Inifinito en el Museo Nacional de Arte Decorativo con producción de Satsch Gallery, la primera exposición retrospectiva de Alberto Churba: diseñador, artista y decorador argentino de relevancia internacional. Sus producciones exploran múltiples soportes mientras disuelven las fronteras entre lo utilitario y lo artístico; entre lo moderno y lo actual.

40 años de producción y un carácter visionario condensado en cinco núcleos temáticos. En la exposición —abierta hasta el 12 de octubre de 2025— conviven los diseños que lo hicieron célebre en los años 60 y 70 con producciones recientes en el terreno de la pintura digital. Su montaje permite experimentar la amplitud de un creador que no se conformó con ser clasificado como diseñador, y que supo expandirse hacia el arte.

«Churba logró instalarse como una figura capaz de desarmar categorías rígidas. No sólo diseñó objetos de uso, sino que su trabajo late en esa zona donde el diseño se emancipa de lo meramente práctico y se abre al territorio artístico…»

Caminar sobre los bordes: arte y diseño.

Churba logró instalarse como una figura capaz de desarmar categorías rígidas. No sólo diseñó objetos de uso, sino que su trabajo late en esa zona donde el diseño se emancipa de lo meramente práctico y se abre al territorio artístico. Piezas como el sillón Cinta 5 —icónico, concebido en plena efervescencia pop y presente en colecciones como el MoMA de Nueva York o el Victoria & Albert Museum de Londres – funcionan como manifiestos: elementos que habitan el espacio cotidiano pero también el imaginario estético. Esta es una obra de caracter escultórico cuya forma unifica asiento, respaldo y apoyabrazos. En la muestra, se la puede apreciar en tres versiones – la original realizada en madera laqueada, la tapizada de 1969 y la de acrílico -.

Sus alfombras lograron inscribirse dentro de un discurso estético que dialoga con las artes visuales. Exhibidas en su momento en el Instituto Di Tella y el Smithsonian; en Diseño Infinito se lucen 20 modelos de la década de los 70 que marcaron un hito en la región ya que de no solo gozan de una producción artesanal, sino que a mayoría explora el pop art y el arte geométrico a través de la elección de sus colores,  – paleta de tonos, degradados y modulaciones -, así como sus diferentes texturas dadas por variaciones en la altura de pelo. “Desde 1964 se produjeron con Dandolo y Primi; tenían una red de fábricas artesanales donde eran tejidas a mano por mujeres. Tienen varias particularidades: primero, la cantidad de tonos del hilo. Y segundo, el corte de pelo, a mano, que genera una trama visual. Cada una demandaba tres meses de trabajo”, contó Wustavo Quiroga, uno de sus curadores. 

Esta retrospectiva es una invitación a redescubrir el universo creativo de Churba. Por un lado, acercarse a esas producciones que lo convirtieron en una leyenda del diseño y por el otro a conocer sus últimas creaciones: ocho composiciones abstractas realizadas en Photoshop ¿pinturas o fotografías? Arte digital. Otra vez los límites son difusos, mas no la constante evolución de su trabajo, su impronta y vínculo con el arte plástico. En el cual se formó en las aulas de la Escuela Nacional de Bellas Artes Manuel Belgrano, la Prilidiano Pueyrredón y la Escuela Ernesto de la Cárvova. 

Una cápsula moderna que hoy vuelve a cobrar fuerza.

La muestra también permite leer a este artista como un testigo y protagonista de la modernidad argentina de los 60 y 70. Sus producciones condensan un espíritu cosmopolita que buscaba dialogar con el diseño europeo, pero sin perder un pulso propio. En ese sentido, Diseño Infinito se ofrece como una cápsula de tiempo: al recorrer sus piezas, es inevitable reconocer un aire retro que vuelve hoy con fuerza, en un presente donde lo icónico se revaloriza y lo vintage se transforma en signo de vigencia.

Cada sala propone una viaje a distintas etapas, materiales y lenguajes del diseñador, donde sus creaciones no se agotan a medida que avanzan los años sino que se reinventa en cada contexto. “La exposición es el resultado de años de búsqueda – contó Quiroga el día de la inauguración -. Sus piezas históricas son de escasa circulación y muchas de ellas, ejemplares únicos. El recorrido pone en valor un modernismo latinoamericano con carácter singular, basado en la innovación formal, la investigación técnica y el cruce con el arte aplicado.” Su obra dialoga con movimientos internacionales pero propone una identidad singular desde América Latina.

En el Salón de Baile del Palacio Errazuríz se encuentran expuestos más de setenta objetos de vidrio. Esferas, platos, copas; piezas de arte, decorativos y funcionales que llaman la atención con sus colores, transparencias, forma en la que reflejan la luz, superposiciones y brillo. Fueron el resultado de una investigación en torno a la técnica del vidrio soplado que realizó en colaboración con artesanos de la Cristalería Querandí y luego en alianza con Littala, la firma finlandesa. “Con esta serie Churba no solo renovó cómo se trabajaba con el vidrio en el país sino que inició una relación con la tradición escandinava del diseño en cristal” explicó Sandra Hillar, otra de las curadoras en el recorrido inaugural. 

Diseño Infinito.

Este homenaje insiste en otra clave: la noción de lo infinito. Alberto Churba no pensaba sus diseños como respuestas cerradas, sino como formas en expansión, capaces de reencarnarse en nuevos materiales, contextos y lecturas. Lo que fue modernidad pop hoy se resignifica como herencia cultural; lo que parecía un gesto de época se vuelve, con el paso del tiempo, un lenguaje abierto.

La exposición es un recordatorio de que los objetos, cuando alcanzan la categoría de ícono, trascienden su época para volverse verdaderamente infinitos.