El arte es buena noticia: cuatro artistas argentinos en ascenso a los que no hay que perderles el rastro en 2025 / ¿Dónde va a exponer cada uno en Buenos Aires?

Jazmín kullock, creadora de obras con cuerpos contorsionados que nos sorprenden e intimidan y que este año expondrá en el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires. 

El arte es buena noticia: cuatro artistas argentinos en ascenso a los que no hay que perderles el rastro en 2025 / ¿Dónde va a exponer cada uno en Buenos Aires? / ¿Dónde va a exponer cada uno en Buenos Aires? Por Melisa Boratyn para MALEVA.

El año arrancó con grandes noticias en relación a las muestras que llegarán en los próximos meses a los museos e instituciones de la ciudad, lo que nos permitirá conocer a muchos artistas que desde hace meses se preparan para presentarnos sus obras y proyectos inéditos. Frente al entusiasmo por un 2025 prometedor y activo, en MALEVA les presentamos a cuatro figuras en ascenso a los que no deberían perderles el rastro.

1) Lucrecia Lionti: cómo llevar al límite el arte textil. / Muestra en Malba en marzo.

Foto: gentileza para Prensa de Lucrecia Lionti (fotógrafo: Gonza Maggi).

Oriunda de Tucumán, cuna de grandes artistas que como ella están ligados a la tradición textil. Desde hace años presenta su obra en galerías, museos, residencias y premios de todo el país y el exterior, a través de la cual reivindica la artesanía y combina el collage, el dibujo, la pintura, la instalación y la palabra como recursos para analizar su historia, su actualidad, su economía y el contexto en el cual estamos inmersos.

Lo que Lionti cuestiona, investiga y cree está volcado en una producción que no para de evolucionar, donde se hacen presentes técnicas tradicionales como el tejido a dos agujas o el patchwork con recursos industriales para estirar al máximo las posibilidades del textil y presentarnos algo disruptivo y familiar al mismo tiempo.

En marzo será una de las artistas responsables de inaugurar la temporada del Malba ya que Fabril la mirada es su primera muestra individual en un museo, un paso importante para esta incansable fabricante. En el 2024 no se quedó atrás, ya que cerró el año en Art Basel Miami junto a la galería Barro, mientras que en los próximos meses formará parte del Premio Braque, hará una residencia en Gaswork, Londres y viajará a China. Podemos decir que hay Lioni para rato.

2) Lucía Reissig: la potencia de lo absurdamente cotidiano. / En Buenos Aires va a participar del premio Braque.

Lucia cerró su año tomando la decisión de instalarse en Nueva York después de muchas idas y venidas. Su relación con la ciudad es larga y cercana, no solo por lazos familiares (su abuela, Raquel Rabinovich, fue una gran artista y vivió allí durante décadas) sino que es también el lugar que eligió para hacer un Master en escultura en Bard College, donde se conectó con una efervescente escena, por lo que todo indicaba que era un excelente momento para dar ese salto.

Si bien no es fácil mudarse al otro extremo del continente en pleno invierno, Lucía está lista para abrazar las oportunidades que se crucen en su camino y mostrar de qué manera en su trabajo se cruzan disciplinas como la escultura, la instalación, la fotografía y la performance, tomando como ejes la memoria del cuerpo y los objetos que se usan en las tareas del cuidado y el trabajo doméstico, aspectos que devienen de experiencias personales que le tocaron vivir.

En sus últimos proyectos también se hacen presente los alimentos y la cocina, como sucedió en su impresionante muestra 287.5 kilos del 2023, donde creó esculturas e instalaciones a partir de fotos que sacó en mercados de Argentina y Guatemala.

En su trabajo se equilibra la fortaleza y la fragilidad, la inestabilidad, la potencia y lo absurdamente cotidiano, como un maple de huevos o un trapo de piso agujereado. Cosas con las que realizamos actividades que muchas veces nos pesan. Sin embargo Lucía logra transformarlas hasta darles nuevo sentido e invitarnos a sentirnos más cómodos. Este año va a estar ocupada en su primera residencia en el Mass MOCA mientras que en Buenos Aires participará del Premio Braque.

3) Jazmín Kullock: una visión rebelde y sincera de conectarnos con el cuerpo. / Este año expone en el Centro Cultural Recoleta.

Miradas cargadas, dentaduras expuestas, lengüetazos y curvas aparecen de forma contundente en las pinturas y esculturas de Jazmín, que presenta en primerísimo primer plano pliegues y cuerpos contorsionados que nos sorprenden e intimidan. Si bien su trabajo crea tensión también genera alivio ya que nos propone una manera menos hegemónica de conectar con el cuerpo con una visión más rebelde y sincera.

Kullock nos enfrenta al pudor y la vergüenza para tener el coraje de querernos sin temor al qué dirán y coexistir en armonía. Aunque sus obras pueden ser tajantes y complejas son una salvación para salir de la timidez y el miedo a ser encasillado.

Enfrentarse a sus trabajos implica hacer el ejercicio de mirarnos desnudos, abrazarnos y entendernos. «A través del autorretrato represento imágenes y situaciones donde lo humano, lo animal, la adultez y la primera infancia se entremezclan. La incomodidad, la torpeza emocional y física y los comportamientos más primitivos son ejes fundamentales en mi obra«, explica la artista que este año presentará una muestra en el Centro Cultural Recoleta.

4) Valentín Asprella Lozano: el abrazo entre el paisajismo y el arte. / Próximas muestras en Fundación OSDE y Centro Cultural Recoleta.

Valentín es de La Plata y de chico vivió en Gonnet rodeado de jardines y quintas, donde los juguetes eran las copas de los árboles y los terrenos baldíos. De adolescente comenzó a oscilar entre el universo del dibujo, la pintura, la jardinería y el estudio de las plantas comestibles y medicinales, hasta llegar a diseñar parques y transformarse también en artista. En ese vaivén se inserta su obra, donde cruza los saberes del paisajismo con el arte, creando maquinarias y experiencias como Maqueta Biótica, un proyecto que lo llevó a hacer un programa de residencias en El Palmar, Entre Ríos en 2022.

Valentín admite que la naturaleza le parece algo incomprensible, por lo que dedica su producción a desentrañar el misterio detrás de aquello que nos rodea. En febrero inaugura una muestra individual en Fundación OSDE y otra en diciembre en el Centro Cultural Recoleta, además de algunos proyectos que está gestando junto al colectivo M.O.N.T.O.N, del cual forma parte.

Tres oportunidades para ver sus artefactos-objetos-esculturas, donde conviven la materia muerta y viva con elementos industriales, que evidencian cómo la naturaleza es capaz de crecer y transformarse a pesar de las adversidades, incluso más allá del control de las personas, lo que hace pensar que quizás no hay respuestas determinantes ni es necesario entender el verdadero poder de aquello que nos rodea. Quizás sea más valioso entregarse y cuidar.

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Las fotos fueron gentileza para MALEVA de cada artista mencionado.