Dame ese vértigo: renace el Microcentro de Buenos Aires y se vuelve faro de arte contemporáneo, gastronomía y arquitectura / Las coordenadas que empujan la tendencia

Entre la decadencia, esta zona de vértigo, está viendo surgir una nueva escena creativa y de disfrute/Nuevos polos de galerías, espacios imponentes con vistas que enamoran, e historias de jóvenes que le dan una nueva vida al viejo corazón de la Capital.

Arthaus Central: un nuevo espacio dedicado al arte, con dimensiones que asombran, y vistas que no tienen desperdicio. 

Dame ese vértigo: renace el Microcentro de Buenos Aires (y alrededores) y se vuelve faro de arte contemporáneo, gastronomía y nueva arquitectura. / Las coordenadas que empujan la tendencia. / Por Sonia Budassi para MALEVA. Fotos: Alexis García Sánchez (Alesso) pra MALEVA.

Sonidos estridentes y colores monocromo híper representados: colectivos, bocinas, autos, vendedores ambulantes, edificios estilo art nouveau y rascacielos; los hombrecitos grises y los timadores, vértigo en imágenes icónicas del cine argentino de otros tiempos. Eso era el Microcentro. Pero hoy la zona se desvía de ese enclave simbólico y real: se agudiza una tendencia que lo vuelve un nuevo foco para disfrutar la ciudad, un faro gastronómico y de arte contemporáneo.

La pandemia fue un motor de cambio, tanto como el lanzamiento de la ley de recuperación del espacio. Marcelo Boer, uno de los responsables de un proyecto que se viene, la mega terraza del centro de arte Arthaus – edificio reinaugurado en 2021 -, dice que esa norma «apuesta para que el centro vuelva a la potencia que tenía antes. Hay edificios que van a convertirse en viviendas como para que la gente ocupe la zona, de otra manera».

Consonancia contemporánea global con “la ciudad de los 15 minutos”, aquella donde todo lo necesario nos quede a esa distancia; una valoración de los barrios funcionales. El Microcentro está volviéndose territorio audaz, como lo han sido el nuevo barrio brutalista “Brutus” en Rotterdam, Wynwood en Miami, Prenzlauer Berg en Berlín, Shoreditch en Londres o West Chelsea en New York.

“El rol del arte como catalizador del cambio urbano es insoslayable”, dice Andrés Buhar, fundador del Arthaus central, concebido pospandemia. A los ya consolidados bares y restaurantes como Tanta – que lanzó nuevo menú -, y los Sky Bars que reabrieron sus terrazas, como el Pullitzer con sus sesiones de DJs y el hotel Grand Brizzo se suman nuevos emprendimientos como Altitud Coffee, café de especialidad recién inaugurado en la casa donde nació Borges, y un hito como fue la última edición de Casa Foa, en el Edificio del Plata, en las inmediaciones del Obelisco y que está siendo restaurado por la desarrolladora IRSA como proyecto residencial.

Y, si en los 60 este era punto obligado de la movida cultural que luego cayó en desgracia, hoy las galerías consolidadas se mudan a la zona, como Palermo H, o Aldo De Sousa, de Arte Latinoamericano fundada en 1972, y la Fundación Klem, que acaba de reabrir.

«El Microcentro está volviéndose territorio audaz, como lo han sido el nuevo barrio brutalista “Brutus” en Rotterdam, Wynwood en Miami, Prenzlauer Berg en Berlín, Shoreditch en Londres o West Chelsea en New York. “El rol del arte como catalizador del cambio urbano es insoslayable”, le dice a MALEVA Andrés Buhar, fundador del Arthaus central…»

Y se suman otros nacidos hace poco – casi todos seleccionados en el sector joven, Utopía, de ArteBa – como Puchi puli, espacio de artistas internacionales asiáticos y Ohno, que trabaja, como Hipopoety – de corte pop -, con artistas sub treinta. Su curadora y gestora, Delfina Bustamente, cuenta que es visible la nueva movida en la zona. Su espacio se divide en planta baja y subsuelo con dos artistas itinerantes, en pintura, instalación y videoarte. «En el Centro pos pandemia hubo muchos locales disponibles, por el que se instalaron algunas galerías y muchos talleres de artistas que incluso viven en la zona», le señala Bustamante a MALEVA, quien cuenta que Hipopoety tiene como visión «darle una plataforma a la nueva generación de artistas nacidos a fines de los noventa y principios de los dos mil, ponerlos en diálogo, armar para ellos una lógica de grupo», y ponerlos en relación como artistas emergentes, con artistas contemporáneos consagrados, en clave de intercambio generacional. También una de las galerías cruciales en el nuevo circuito del arte de Buenos Aires como Grasa, que trabaja desde el principio con nuevos artistas insoslayables como Amparo Viau, está por abrir sus puertas en esta zona.

Acá, entonces, una selección de los imperdibles para del centro en plena reconversión.

1) ArtHaus Central: en su adn, el abrazo entre arte, ocio y vida / ¿Cómo es su piso de 1200 m2 con vistas geniales de la Plaza de Mayo? / Bartolomé Mitre 434.

Un bar en planta baja con amplios ventanales a la calle, auditorio con exquisita proyección acústica, donde se estrenan obras clásicas y experimentales, dos salas de exposiciones; jugadas y de calidad probada: no es un oxímoron. Si al entrar miramos hacia arriba vemos el cielo a través de un altísimo techo de cristal. Allí, en el séptimo piso, se instaló en estos días, Baptisterio, la obra del prestigioso grupo artístico Mondongo. 

“Arthaus es un espacio dedicado al arte contemporáneo, no solo de difusión sino también de producción, experimentación e investigación. Fue pensada como una experiencia. Y como tal, está en su ADN proponer una nueva articulación entre arte, ocio y vida”, dice su fundador. En el último piso, de 1200 metros cuadrados, habrá, además, dos espacios para eventos, con una vista inusitada de la Plaza de Mayo, el Cabildo, y la Catedral.

2) Kuro Neko: tapeo asiático en clave gourmet y la primera barra de nori tacos de Argentina. / Paraguay 831.

Del cielo celeste de Arthaus, al techo de paraguas coloridos en la primera barra de crujientes nori tacos de Argentina. Abrió en julio de 2024, al lado del peruano Tanta, y se desprende de la idea del mesero pero también de que el cliente tenga que moverse hacia un lugar a buscar su comida. La propuesta, descontracturada y gourmet, con cocina a cargo del chef Raul Zorrilla, se centra alrededor del tapeo asiático con una cómoda barra que nos traslada al sistema Tokio, donde observamos cómo crean nuestros pedidos, lo cual configura una experiencia distinta y nos lo sirve el propio autor, que describe con pasión de qué se trata.

Su contenido proteico, sugerencia de toppings para pesca del día, vieiras, trucha, junto a mango, palta. El trout con furikake andino y jengibre encurtido, un imperdible. También asesoran sobre platos que no están en la carta, como ramen, bahos y algún postre. Otra persona sugiere y sirve las bebidas. La encargada nos dice: “se está levantando la gastronomía de la zona, cada vez hay mayor movimiento, no solo de quienes salen del teatro o al mediodía cortan para almorzar…»

3) Central Affair: catorce galerías de arte que empezaron a crear una nueva experiencia en conjunto y en un espacio icónico frente a Plaza San Martín. / Florida 971.

Arrancó como feria para instalarse en 2024 en el entrepiso de 800 metros cuadrados: la galería comercial Larreta ahora alberga catorce galerías de arte residentes. Varias nacidas en otros puntos como México, y localidades como San Nicolás, Rosario y Córdoba. Cada cual con su propuesta bajo un enfoque colaborativo.

“Somos un grupo de arriesgados que lo pusimos en marcha, es una experiencia nueva. Es como un shopping de galerías”, dice a MALEVA Alejandro Dávile, prestigioso galerista que llegó a dirigir el Museo Provincial de Bellas Artes Emilio A. Caraffa, dueño de la galería Shasha D.

La directora de Acéfala, Bárbara Echavarría, e Ismael Abrahan, que forma parte de Almacén coinciden en la importancia de los eventos semanales y quincenales, y la renovación de las muestras entre los 45 y los 60 días para mantener la vitalidad del lugar, además del café donde podrán además presentarse libros.

La directora de FAN, Sol Echevarría, espacio nacido acá, busca vincular el ensayo visual, la investigación, la exposición y un proyecto editorial. Además de su caso hay otros dos espacios que no son galerías ni representan necesariamente a artistas: Antena, un proyecto sonoro, y Hip Hip Hurra, una residencia.

4) Trade Sky Bar: en el piso 19 y 20 de un edificio art decó, ya van cinco años de un bar y rooftop que no tiene comparación en Sudamérica (sus puestas de sol son, obviamente, supremas). / Av. Corrientes 222.

Ya un clásico de la zona, en el edificio art decó Comega con vistas espectaculares: en 360 grados podemos distinguir nítidamente desde el cercano CCK a Puerto Madero, el Obelisco y el Río de La Plata. Andres Rolando, uno de sus fundadores cuenta que antes de la apertura, en 2019, la altura de esta mole de 30 años no estaba en condiciones. “Solo había aires acondicionados”, dice. Ni siquiera estaba habilitado para que subieran quienes vivían o trabajaban allí. “Para ponerlo en valor hicimos una obra enorme”.

Hoy, en un entorno de lujo, en interiores y terraza, se puede disfrutar un menú variado. Su propio dueño recomienda desde un gaspaccio a un risotto de langostinos. Y, entre los cócteles, inspirados en Bolsas de comercio de distintos países y en divisas extranjeras, el Exchange: vodka Absolut, cordial de pomelo, maracuyá y yogurt natural. Ya es un cliché decir que, estas alturas, nos hacen sentir como en Manhatan. A cualquier hora es maravilloso, pero el sunset es supremo.

5) Grasa: un espacio mucho más amplio para el gran paso adelante de una galería que viene marcando el ritmo del arte en Buenos Aires. / Además: el valor arquitectónico del edificio en el que se instalaron. / Suipacha 1067 – primer piso.

Por su parte, la galería de arte Grasa, una de las más inquietas y destacadas del circuito en los últimos años, deja su primera ubicación en una esquina de Chacarita, sobre una tranquila calle empedrada, y da un paso ambicioso – en línea con su veloz e impactante crecimiento -, para instalarse, desde principios de 2025, en el centro porteño, en el borde del barrio de Retiro y frente al Alvear Art Hotel.

El lugar elegido es el primer piso de un edificio de oficinas que es en sí mismo una obra de arquitectura con historia y rasgos notables: un edificio de oficinas del año 82, que lleva la firma del emblemático estudio Sánchez Elía – Peralta Ramos. Moderno, sin columnas, con una vista horizontal muy amplia en sus unidades.

«Nos estamos mudando muy cerca, a dos cuadras, de la manzana loca donde funcionó el Insituto Di Tella, es un retorno a un territorio que fue muy auspicioso para la escena del arte, que también tiene una arquitectura fascinante e inspiradora – le precisa a MALEVA, Torcuato Gonzalez Agote, fundador de la galería junto a su esposa Carolina Martínez Pedemonte, ambos artistas -, el arte llega siempre primero a algunos barrios, con ciertas características y oportunidades, la nueva sede de Grasa es mucho más amplia y el diseño responde a la inquietud de cómo plantear una galería en esta época, es un espacio amable para ser recorrido y visitado y tiene, en algún sentido, un carácter museal…»

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Sobre la autora de la nota: Sonia Budassi nació en Bahía Blanca, es escritora, editora y periodista cultural. Su libro de ficción más reciente, Animales de compañía (Entropía) ganó el Primer Premio de Letras del Fondo Nacional de Las Artes. También es autora de Los domingos son para dormir, Periodismo y Acto de fé. Y, en ensayo y crónica de los títulos Donde nada se detiene. Literatura y el resto del mundo, La frontera imposible Israel-Palestina, Apache. En busca de Carlos Tevez y Mujeres de Dios. Es profesora de escritura creativa, ha sido jurado de concursos literarios y obtuvo becas en Colombia (Fundación Gabriel García Marquez), China (Shanghai University), España (Editorial La Fábrica, Madrid) y Estados Unidos (Harvard University). Sus cuentos forman parte de distintas antologías y colabora con medios nacionales e internacionales.

Foto: gentileza Inés Budassi. 

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En MALEVA hacemos fotos y coberturas en video con nuestros equipos MOTOROLA (Edge 40 Neo, Moto G84 5G y Moto G54 5G).