Por Ramiro M Barzik
Tequila, el Cabaret del Faena, Isabel, y varios otros points ineludibles de la buena noche porteña lo buscan para que les ponga su sello. Michigan Rabbit es el fotógrafo que mejor capta el espíritu de lo que sucede puertas adentro de los boliches, bares y fiestas de la cresta. Porque tiene una cualidad difícil de hallar que se destaca entre un mar de clicks obvios: retratar la esencia del instante de diversión de la gente, sin poses falsas arregladas, sin sonrisitas forzadas, sin el tan mentado “chicos miren a la cámara, a ver si se ríen un poco che, 4, 3, 2, 1, Facebook”. No, Michigan Rabbit es otra cosa. Auténtica. ¿Y cómo se llama en serio? Lo sabe sólo su entorno, él – o ellos, bah, o tal vez él – no lo va a decir. “Prefiero el misterio”, asegura. Sólo revela que había un chico que cuando tenía 3 años en una quinta en Totuguitas su papá le gritaba “ahí viene corriendo el conejito” y el little rabbit tenía un buzo con la inscripción “Michigan”. También da el dato de que es alguien joven (para no complejizar el texto no vamos a aludir más a un supuesto plural, pero quien sabe). Admira a los fotógrafos Ron Gallela (el Paparazzi con mayúscula), Juergen Teller, Brad Elterman y entre los argentinos a Gato Suaya y Juampi Bonino. Además es una de las personas que más conoce lo que pasa en la gran ciudad cuando cae el sol y empieza la música, esa dimensión de gente linda, contorneos, DJ´s y cocktails. Michigan Rabbit tiene un blog que se convirtió en la vidriera más cool y selecta. Chicos y chicas quieren aparecer en sus fotos, que él los apunte con su cámara. Algunos hasta le piden explícitamente aparecer o le cuestionan porque nunca los eligió. Porque él sólo fotografía individuos con ese “algo” inexplicable que se acerca a la definición de estilo o actitud.
¿Y cómo es tu paso por los lugares? ¿Llegás, hacés tu trabajo de modo furtivo y te vas o te quedás más tiempo pasándola bien?
Depende del lugar, si el lugar me cabe y me encuentro con gente conocida, o si voy con amigos, mezclo laburo con diversión. Sino hago lo mío y me voy.
¿Cuando hacés las fotos, la gente sabe que sos vos, Michigan Rabbit?
Algunos sí, otros ya están al tanto que esa noche va a estar Michigan y preguntan, tal vez lo vieron anunciado en Facebook por ejemplo. Algunos piensan que Michigan es un tipo, otros una mina, otros un grupo de fotógrafos. Es más, hay algunas chicas, sobre todo las más chicas, que son medio fans.
¿Por qué creés que generaste este fenómeno de que la gente quiera que le saques fotos, que quieran que tu lente les preste atención?
Porque la gente sale linda, porque me gusta que salgan bien. Y eso que yo cero fotoshop, sólo retoco colores.
¿Qué buscás en las fotos?
No quiero poses típicas. Sí que miren a la cámara pero que sigan haciendo lo que están haciendo. Tal vez en una de a dos, uno puede mirar y el otro no. La mirada es súper importante. En la mayoría de las fotos, busco que se mire.
¿Y por qué elegiste un estilo que no tiene nada que ver con el del fotógrafo clásico de eventos?
Porque no me interesa y además cuando empecé a sacar fotos de la noche, ya tenía algunos referentes o inspiraciones en la cabeza como Calavera de Noche, fotógrafo de Baires y Gerard Estadella de I Can Teach You How To Do It. Yo sabía que mis fotos tenían que ser así.
¿Y algunos de los fotografiados se enojan? ¿Vivís momentos de tensión?
Sí, todo el tiempo. Están los que te piden que no les hagas fotos o los que les hacés y después te piden que por favor no la publiques porque aducen haber salido pésimo. O los que te piden que no publiques porque estaban de trampa. Yo lo que hago cuando me doy cuenta que les puede molestar es enfocarlos, que se den cuenta, y les doy un tiempito para que me digan si puedo o no puedo sacarles. Soy medio paparazzi, pero tampoco tanto. ¡La otra vez una se sacó, me dijo que era abogada, amenazó con denunciarme! Por suerte a la mayoría le gusta.
¿Los varones y las mujeres reaccionan distinto?
Muy. Al varón le cuesta más ser fotografiado, le da más pudor y hasta llama a sus amigos para que lo acompañen. La mujer te posa más.
¿Dónde te gusta más hacer fotos?
En fiestas en casas, sobre todo si hay muebles alrededor, o alfombras, cuadros, cocinas, se pueden lograr cosas buenas.
¿Qué célébrités tienen buena onda cuando los fotógrafías?
En general todas, pero si te tengo que dar nombres, dos copadas son Juana Schindler, Lucía Celasco y Micaela Tinelli. Y también la bartender Mona Gallosi.
¿Y a cualquier tipo de noche le podés imprimir tu estilo o el lugar ya tiene que tener cierta onda?
Eso es la gente, depende de las personas. Están las que tienen actitud, que se despertaron de una siesta, salen con una remera y así tienen onda, después está la otra gente, la que le gustaría estar en lugar de esos, quieren ser parte de esa noche, y se arman de actitud, que no es lo mismo.
¿Y en la noche ves más gente pasándola bien o gente en pose?
Lo de la pose dura muy poco, será para los que no están acostumbrados a estar en ciertos lugares, la gente está en la suya y más cuando la noche avanza, empiezan a tomar y ya no les importa nada.
¿Cuál es el defecto de la noche porteña?
Su problema ahora es que está demasiado pretenciosa, muchos lugares que pecan de pretenciosos y se degeneran y la gente no la pasa tan bien.
¿Ejemplos de pretensión?
Por ejemplo, las fiestas que te ponen un artista pintando en la pared y no tiene nada que hacer ahí. O que te ponen tres tipos a filmar, cinco fotógrafos, flashes por todos lados. ¿Qué es eso? La gente lo que quiere es ir a bailar y divertirse. Todas esas cosas cortan la joda. Molestan. Yo, por poner otro ejemplo, puedo tener una doble función y efecto con los flashes, arengar o molestar, pero si te ponen a cinco fotógrafos, es molesto. Si estoy yo, que no haya otro fotógrafo porque me rompe las pelotas. Una fiesta es algo para tomar, un buen D.J, y un fotógrafo, no más.
¿Y a la noche porteña, más en general, cómo la ves?
Y…no está en un momento que decís ¡Qué divertido! Está en un momento especial, de algún modo perdió algo de su identidad, la gente está dejando de ir a boliches como hacía antes, aparecieron fiestas alternativas que quieren proponer algo nuevo y bueno, a no todas les sale. Pretenden ser algo que no son.
¿Y vos qué recomendás?
A mí me divierten mucho las fiestitas en casas antes de salir, pero no preboliches, fiestitas más armadas, hasta con algún DJ. Cosas básicas, caseras y divertidas. Además los boliches y bares empiezan muy tarde, demasiado, eso no está bueno.