Después de un mes, volvemos con una nueva rapsodia malevense, ya a pasos de las fiestas y del verano. Algunos de estos párrafos se escribieron desde Pinamar. Nos alegró que la casa de Clorindo Testa, la legendaria Capotesta, en el norte del balneario, en el recodo de un callecita de arena y a media cuadra del mar, haya sido refaccionada. Hasta hace unos meses se la veía medio descascarada y ahora la pintaron a nuevo y luce recién inaugurada, aunque tenga más de cuarenta años. En esa casa el maestro pasó muchísimos veraneos de los que nos habló en la última entrevista que dio en su vida (gran honor, por cierto http://bit.ly/1BDPv9W). Capotesta sigue siendo – con su aire cubista y sus colores – la casa de diseño más provocativo y de vanguardia de Pinamar. Tanto que todavía hay gente que no tiene idea la celebérrima firma que hay atrás de esa enigmática morada azul que se esconde tras los pinos e indignados exclaman ¿¡Y esa cosa modernosa?! Piedad por ellos. Los genios, sabemos, son adelantados a su tiempo.
En Buenos Aires, pasó un nuevo abierto de Polo y Palermo volvió a ser la meca mundial del deporte de los reyes, que para nosotros – de tan asimilado a nuestra identidad – es un deporte criollo más. Palermo es un universo aparte, es el juego, los mejores caballos, el hándicap altísimo de los jugadores sin parangón en el mundo, pero también es toda la mística y la vida social alrededor. Una reflexión que tuvimos mientras veíamos el partido entre Las Monjitas y Alegría, un domingo de tarde con un sol primaveral naranja y perfecto, es que Palermo es como una partícula viva que quedó de la belle époque argentina: una dimensión real y palpable en la que el país sigue siendo potencia, referente y sinónimo de una cierta elegancia natural y genuina (aunque hay exageraciones como nos contó Genera Pabón Ezpeleta en esta nota: http://bit.ly/12JIzc2).
Como de costumbre, las marcas se lucieron con sus espacios y propuestas. Por ejemplo, a la par del partido, probamos las geniales degustaciones de cafés con chocolate que hizo Juliana López May en el espacio de Nespresso y en el mismo lugar Mona Gallosi se mandó unos cocktails bárbaros, ricos y frescos, inspirados en el polo y en su infancia campera en Río Negro, según nos contó. La terraza de Stella Artois fue uno de los puntos más cancheros de Palermo. Fuimos a la fiesta que hicieron una noche ahí, con cena de Fernando Trocca Incluida. La cancha principal, la número 1, de noche, vacía y oscura, es un fondo místico y de lujo (odiamos la palabra lujo, pero cada tanto se nos puede escapar) para una fiesta, más si estás con una cerveza tirada en una copa de vidrio con la espuma cortada con precisión milimétrica en el borde y la música está a cargo de violinistas del Colón. Nuestras notas sobre Palermo, con el hashtag #MalevaEnPalermo fueron estas: http://bit.ly/12JIzc2 , http://bit.ly/1qIKWYh. Mención especial para nuestros fotógrafos, Nacho Sánchez y Caterina Morgan, increíble el material que lograron.
¿Qué más?
Saltemos a la Costanera, a un clásico: el restaurante Happening. Allí el chef Sebastián La Rocca realizó un ciclo carnívoro de varios pasos (Meat Lovers). Todo 10 puntos. Todo sabroso (a nuestro paladar se le grabó a fuego el sublime y jugoso bife de chorizo). Divina la atención. De hecho, nos impresionó muy bien la atención. Hay como un cierto mal acostumbramiento a la atención regular de tantos restós (y hablamos de lugares que son todo menos económicos) y cuando volvés a un lugar en el que te atienden con dedicación, con conocimiento, con profesionalidad, como era antes, no deja de sorprenderte. Al ciclo fueron todas pero todas las celebrities locales (de Tinelli a Lousteau, y en el medio 40 nombres mainstream). Éxito.
En este mes, también pasó otra Noche de los Museos. Como buenos malevenses, nos la pasamos de galería en galería así que más que entusiasmarnos por ver las obras entrañables a la luz de la luna nos propusimos salir a la calle a sentir el aire que se respira en una noche de arte y euforia. Nuestra postal preferida fue la de la explosiva Miss Bolivia haciendo bailar a la Av. del Libertador sobre las escalinatas del Bellas Artes con un telón de visitantes muy confundidos que esperaban para entrar a conocer a Rodin y sus amigos.
Arte y más arte fue lo que también hubo en la Real Galería, la más juvenil y festiva de las muestras. Timoteo Lacroze y Marina Furlanetto, sus organizadores, esta vez redoblaron la apuesta como nunca y decidieron que la Real se iba a hacer en el lugar más grande en el que se haya hecho hasta el momento: El Dorrego de Palermo. Y funcionó. Se llenó de gente. Expusieron más de cincuenta artistas (aquí Vicky Guazzone di Passalacqua hizo una nota con algunos imprescindibles http://bit.ly/14Hbsaz). Nos encantó la faceta musical de la Real, sobre todo el recital de la pareja folk Aínda Dúo con sus canciones que son puro sosiego y sensibilidad y que te hacen bajar diez mil cambios de acelere.
Durante los últimos meses, varios éramos los que nos preguntábamos qué estaba pasando en Sucre que nos tapaba el centro del salón. El misterio se develó hace semanas cuando se mostró la nueva bodega del restaurante del bajo Belgrano, obra del arquitecto Alejandro Sticotti. Toda de vidrio con las botellas puestas en forma vertical, permite que las etiquetas se vean desde cualquier lado y hasta entren a elegir su preferida. Sus tres metros de cepas hipnotizan hasta al que pasa por la puerta.
También pasamos por Casa Cruz para celebrar sus 10 años y nos tocó disfrutar del ya clásico Homenaje al Cerdo de Yago Márquez. El chef español se las arregla para incluir chancho hasta en el postre y que el paladar se sorprenda para bien. Entre ostras y bacon, recomendamos que lo sigan adonde sea que despliegue su menú y que, si no van al restaurante hace más de un año, vuelvan a verlo a cara lavada.
Y ahora…¡Hablemos de alcauciles ¡ ¿Sabían que los alcauciles florecen? ¿Y que su flor es una locura de color violeta? Bueno, algo de eso nos cuenta Cayetana Vidal Buzzi en un bello corto que armó para el concurso MAPA de Campari, sobre la diosa “Cynara (en alusión al Cynar, que está hecho con alcaucil). MAPA es un concurso de cocktails y Cayetana – colaboradora de MALEVA – llegó a la final con un trago que inventó y que tiene al alcaucil, o alcachofa, como principal ingrediente. No lo probamos pero merece ganar por su originalidad. Y Cayetana merece irse a Italia.
Cerramos esta rapsodia arremolinada con un poco de autombombo. Eh oui. Fuimos el primer medio argentino en recorrer la espectacular fundación Louis Vuitton de París y trajimos esta crónica fantástica http://bit.ly/1zlcl1Sy además fuimos el primer medio que pudo acceder al exclusivo y enigmático bar Nicky Harrison, de la mano del dueño y hacer unas fotazas en un lugar en que el que está prohibido sacar fotos http://bit.ly/1vWdfo5. Notas que nos enorgullecen y que las hacemos para brindarles a ustedes, lectores malevenses, material único y de calidad, para que sigan disfrutando con nosotros de la linda vida, que hay mucha, por todos lados.
Foto destacada: gentileza Grupo Mass.