Asegura que empezó a ser ilustradora «de un día para el otro» por una crisis profesional pero con su estilo y su temática donde el sexo sin tabú se mezcla con la astrología y el humor, conquistó a una legión de fans e incluso ilustró libros en otros países como Inglaterra/Su gusto (que ya no reprime) por lo antiguo, su proyecto de NFT y su trabajo junto a la sexóloga Cecilia Ce.
Coni Curi nos recibió en su casa chorizo de San Isidro
«Hago catarsis de la vida con humor»: entrevista a Coni Curi, la ilustradora erótica y «neo-nostálgica» más cool. Por Azul Zorraquin (texto y fotos).
Su obra tiene un estilo impregnado de los años ’20, ’30 y ‘40 americano, ilustró “Vinculear” el último libro de la sexóloga, Lic. Cecilia Ce, y siempre está “editando un mazo de tarot”. Su sol en capricornio la hace muy “laburadora y testaruda”, al punto de que si no tuviera esa energía, cree que sería una princesa de Disney. Visitamos su casa chorizo en San Isidro, clásica, verde, y donde sucede la magia gráfica, en manos de un iPad.
Estudiaste administración de empresas gastronómicas y terminaste siendo ilustradora. ¿Cómo fue esa metamorfosis?
Empecé a ser ilustradora de un día para el otro (se ríe). Entré en una crisis y me puse a dibujar; estaba harta de laburar en cocina, ser una esclava, no tener días libres. Cuando arranqué no tenía conocimiento, ¡Dibujaba hombres palitos! Entré por el mundo astrológico y me copé.
Claro, te criaste con una madre astróloga. ¿Cómo fue?
Exacto, me crié en el mundo del tarot, el reiki, la astrología y todas esas cosas que hoy son mainstream, pero antes no lo eran. Tener una madre astróloga era lo más loco del mundo. De ahí vinieron mis primeros pasos en la ilustración; le agarraba los libros a mi vieja y me parecían hermosos. Pensaba: Esto acá no existe. Flasheé.
«Me crié en el mundo del tarot, el reiki, la astrología y todas esas cosas que hoy son mainstream, pero antes no lo eran. Tener una madre astróloga era lo más loco del mundo. De ahí vinieron mis primeros pasos en la ilustración; le agarraba los libros a mi vieja y me parecían hermosos. Pensaba: Esto acá no existe. Flasheé…»
Te definís como “neo nostálgica”. Es solo un estilo visual…¿O vos también sos melancólica?
Toda la vida lo fui, pero es una nostalgia de situaciones que no viví. Siento que en el pasado había mucho más alma y cuerpo puesta en crear; creo que le dedicaban más tiempo al arte. Siempre fui muy fanática de todo lo viejo y de chica la gente creía que eso estaba mal. Un día dejé de pelear contra eso y lo acepté. Amo vivir en esta casa chorizo, y soy clásica en un montón de cosas.
A pesar de esa nostalgia… ¿Hay algo en lo que creas que estamos mejor hoy que antes?
En la comunicación; las voces y la potencia de llegar a diferentes lugares. Antes, sólo se oían las de aquellos que pertenecían a cierto grupo social, y creo que hoy en día hay una comunicación zarpada. De todas formas, también hay bocha de ruido.
Ruido hay en las redes sociales, por ejemplo…
Exacto. Si hay un bondi pasando, ok, pero si estás en la 9 de Julio y pasan un millón de bondis, eso se convierte en saturación. En las redes sociales pasa lo mismo: hay que hablar lo justo, y es difícil cuando todo el mundo está hablando y todos te piden que hables de todo. Hay mucha exigencia hacia el que está comunicando.
«Para mí el sexo en Argentina sigue siendo re tabú. La gente puede hablar de tetas y de coger, pero decís “BDSM” y sos un zarpado, te fuiste al pasto. Decís “sexo anal” y la gente se ríe, incómoda. Son distintas maneras de acceder al deseo; siento que hay un montón de cosas que falta seguir rompiendo para que deje de ser tabú…»
¿Cómo definís tu feed?
Es mi manera de procesar la vida. Son destellos de estados de ánimo.
Hay bastantes tintes de erotismo en tus ilustraciones. ¿Creés que el sexo sigue siendo tabú, o ya no?
Para mi sigue siendo re tabú. La gente puede hablar de tetas y de coger, pero decís “BDSM” y sos un zarpado, te fuiste al pasto. Decís “sexo anal” y la gente se ríe, incómoda. Son distintas maneras de acceder al deseo; siento que hay un montón de cosas que falta seguir rompiendo para que deje de ser tabú. Es un poco el proceso de ir sacándole tanto peso a algo que simplemente hacemos todos. Y el que no lo hace, lo quiere hacer (se ríe).
Y parece que te interesa acompañar el movimiento…
Me encanta acompañarlo y además me sirvió a mí, en mi propio proceso de descubrir mi sexualidad mas allá del deseo ajeno. Hubo un momento de mi vida en el que me había separado y me pregunté… ¿Qué quiero más allá de lo que quiere el otro? Y me fui descubriendo, y entendí que había otras maneras, más genuinas, de vincularse. Sacarle el tabú también le saca la vergüenza; recibo mensajes de personas que me dicen: “Gracias a vos empecé a masturbarme”. O a estar en tetas en la casa. Está asumido que los hombres andan en cuero. ¿Por qué nosotras no? También hay algo de verse en el espejo, gustarse, que genera mayor aceptación; si no te ves no hay manera de que te adueñes de eso. Aguante andar en tetas por la casa.
«Los NFT son mi gran proyecto actual. Lo que publico es neo nostálgico pero me inspiro mucho en el diseño gráfico americano de los años ’20, ’30 y ’40, y los NFT tienen muchísimo mercado americano, con lo cual, hay un real entendimiento de lo que hago…»
Paradójicamente, sos nostálgica del pasado, pero estás inmersa en el futuro, en el mundo de las NFT (tokens no fungibles) Contame.
Es mi gran proyecto actual. Lo que publico es neo nostálgico pero me inspiro mucho en el diseño gráfico americano de los años ’20, ’30 y ’40, y los NFT tienen muchísimo mercado americano, con lo cual, hay un real entendimiento de lo que hago. De todas formas, es todo un mambo porque meterse ahí es entender que alguien quiera comprar un jpg, y sólo lo comprendés cuando estás adentro. La gente está apostando al metaverso; es un cambio de paradigma total.
¿Cómo lograste un sello tan único, ese que uno ve una obra tuya y dice “eso lo hizo Coni”?
Ni yo lo sé (se ríe). Empecé con la astrología, el tarot, y después cuando el mundo esotérico se saturó, quise borrarme de ahí. Hubo una necesidad de cambio, y empezaron a aparecer ilustraciones como la de “se alinearon los planetas para que me chupe un huevo”. Y ahí empezó a aparecer mi humor, que pensé que no tenía cabida, y fue muy bien aceptado. Yo tengo un conjunto de elementos que se repiten: siempre incluyo una frase, una trama, una historia. Y el personaje soy yo, hago catarsis de la vida con humor. Es difícil encontrar tu voz… Creo que tiene que ver con la repetición e insistencia, y entender que quizá un error en una ilustración, es tu trazo. Si no te salen bien los ojos, podés tomar ese elemento y explotarlo, como hice yo con mi personaje en tetas, que surgió porque no me salía dibujar gente vestida, y se terminó convirtiendo en mi sello.
«Pienso en lo más groso que ocurrió en mi carrera: cuando me contactaron para ilustrar un libro para Inglaterra. No lo podía creer. Al día de hoy, está traducido a más de seis idiomas, y de repente pensar que mis ilustraciones están en librerías alrededor del mundo, me flashea. El libro de Cecilia Ce, también fue increíble, porque me parece una gran comunicadora…»
¿Qué fue lo más groso que te pasó a nivel laboral?
Cuando me contactaron para ilustrar un libro para Inglaterra. No lo podía creer. Al día de hoy, está traducido a más de seis idiomas, y de repente pensar que mis ilustraciones están en librerías alrededor del mundo, me flashea. El libro de Cecilia Ce, también fue increíble, porque me parece una gran comunicadora y la sigo hace un montón; estar involucrada en ese proyecto fue medio un sumun de lo que venía haciendo estos últimos años.
¿Y algún proyecto en vista?
Estoy reeditando mi primer mazo de tarot; siempre estoy haciendo algún mazo (se ríe). Es un tremendo laburo, son muchos detalles y cartas. Esta vez, habrá arcanos mayores y menores.