Con una exposición física en Buenos Aires se lanzó, de la mano de jóvenes curadores, este proyecto que une el arte y la blockchain/¿Cómo funciona el «certificado de autenticidad» de los archivos digitales?/Creatividad y negocio/Además: las obras «de adelantados a su tiempo» que se venden como, nada menos que Antonio Berni.
El Luchador o The Fighter de Eduardo Pla, del año 1997 (pionero del arte digital)
Arte digital: así es Aura, la primera plataforma de Argentina que permite comprar obras con NFT (tokens no fungibles). Por Azul Zorraquin.
Aura es una plataforma curada de arte digital, con base en Buenos Aires, que se va a lanzar en los próximos días; pero esta semana hubo una exposición física con pantallas como antesala al lanzamiento. MALEVA estuvo allí. Se expusieron obras de grandes artistas como Antonio Berni y Eduardo Plá, se empezaron a vender a través de NFTs.
El arte digital viene a patear el tablero y cuestionar las formas de pensar la tangibilidad. “Al comprar una obra digital, uno no se lleva más una obra física, sino un NFT (o Non Fungible Token, por sus siglas en inglés), que es un archivo digital y funciona como un “certificado de autenticidad”, por su condición de activo “inimitable”, le explica a MALEVA el equipo de Aura. Esta información, se resguarda en un “blockchain”, un especie de libro en el que se inscriben bienes y acciones.
«El arte digital viene a patear el tablero y cuestionar las formas de pensar la tangibilidad. “Al comprar una obra digital, uno no se lleva más una obra física, sino un NFT (o Non Fungible Token, por sus siglas en inglés), que es un archivo digital y funciona como un “certificado de autenticidad”, por su condición de activo “inimitable”, le explica a MALEVA el equipo de Aura…»
Berni, por su parte, también tuvo una importante implicancia: “Arte y Cibernética, la obra expuesta en Aura, fue una de las primeras obras digitales de la Argentina. Formó parte de una muestra que curó Jorge Glusberg, que trajo un grupo japonés de arte cibernético, y juntó a seis artistas creó Experiencias de Buenos Aires. En ese entonces, había una sola computadora IBM para este tipo de arte y estaba en la ORT, así que ellos fueron e hicieron sus obras allá. Se estima que hay entre cinco y diez copias de cada obra”, detalla uno de los curadores.
«En la exposición física, se proyectan en pantallas los NFTs de creadores digitales como Frenetik Void y Milton Sanz y otros maestros consagrados como Eduardo Plá y Antonio Berni, a su vez, aunque parezca extraño, pioneros del mundo artístico digital; “Plá fue un pionero, en Argentina y el mundo. Arrancó en los ’80 y por ende sus obras tienen un valor histórico importante”, explica Juan Pablo, uno de los padres de Aura…»
Si hoy es difícil de digerir el arte intangible, en esa época probablemente se consideró un delirio. Si uno se acerca a estas obras, se pueden ver perfectamente las líneas “pixeladas”, que evidencian la intervención tecnológica en las xerografías. Además de Berni, en la muestra participaron Luis Fernando Benedit, Ernesto Deira, Miguel Angel Vidal, Osvaldo Romberg y Eduardo Mac Entyre.
En la exposición física, se proyectan en pantallas los NFTs de creadores digitales como Frenetik Void y Milton Sanz y otros maestros consagrados como Eduardo Plá y Antonio Berni, a su vez, aunque parezca extraño, pioneros del mundo artístico digital; “Plá fue un pionero, en Argentina y el mundo. Arrancó en los ’80 y por ende sus obras tienen un valor histórico importante”, explica Juan Pablo, uno de los padres de Aura.
A su vez, también hay expuestas obras clásicas de Berni, que fueron animadas en conjunto con la Fundación Berni de Madrid, y de esta manera, se “tokenizaron” obras clásicas; el criptoarte lo permite. Lo mismo sucedió con obras de Andy Warhol y Miguel Ángel, ¡que se vendieron en millones de dólares! Incluso la histórica casa de subastas Christie’s anunció la venta de varias obras de Warhol en formato NFT, creadas en los 80. De esta forma, las galerías clásicas también se aggiornan a la nueva dinámica y el escenario futurista.
Aura abrió un espacio de co-existencia para artistas, galerías de arte, curadores y coleccionistas con el objetivo de revolucionar el mercado. “Creemos que los museos deberían comenzar a prestar atención a este ecosistema emergente; estamos en los inicios de una nueva era, y ya no hay vuelta atrás”, cuentan. El tiempo dirá.