Con más de cien talleres de artistas y decenas de galerías y museos, La Boca es un foco del arte como pocos en Buenos Aires/En una nueva columna para MALEVA, la curadora Vic Tolomei reflexiona sobre la tradición artística del sur porteño y nos cuenta cuáles son hoy los espacios que la mantienen viva/Además: ¿por qué asegura que en este barrio el arte traspasa la imagen y la obra y llega a la dimensión social y cotidiana?
Vic se pregunta si podemos encontrar en la escena del arte hoy en la Boca alguna conexión con el pasado.
«La Boca: un barrio donde el arte desborda sus límites (y aparece la magia)». Por Vic Tolomei. Fotos: Sophie Starzenski.
La Boca es hoy uno de los focos artísticos más representativos y activos de lo que conforma el mapa cultural de la ciudad. Lo que se conoce como el Distrito de las Artes, esta conformado por más de 8 galerías, 11 museos, 6 teatros, 4 fundaciones, 7 residencias, 7 espacios educativos y de investigación, 100 talleres de artistas, 9 espacios culturales entre otros (*) . Barrio que prontamente va a alojar a la edición 2021 de ArteBa y en donde se dio el festival de arte urbano mas importante, al momento, de la Ciudad.
Un circuito que no puede ser agrupado, analizado, ni comprendido de manera homogénea por qué justamente lo que lo caracteriza es su carácter de multipersonalidad. Recorrer este circuito hoy me lleva inevitablemente al pasado, me lleva a pensar respecto a como se configuró la Boca en términos de identidad artística y cuan viva sigue hoy la tradición artística del barrio que en la década del 20 se configuró como un punto de efervescencia cultural independiente.
«Un barrio que funcionó siempre como contrapeso, como un espacio cultural autónomo en donde artistas unidxs por ideales y búsquedas sociales en común comenzaron a funcionar como los primeros ¨ grupos ¨ o colectivos artísticos. Cuando el arte desborda los propios limites del arte e interviene en la transformación del entorno, en la trama social y cultural del barrio aparece a mi modo de ver la magia del arte…»
Un barrio que funcionó siempre como contrapeso, como un espacio cultural autónomo en donde artistas unidxs por ideales y búsquedas sociales en común comenzaron a funcionar como los primeros ¨ grupos ¨ o colectivos artísticos. Cuando el arte desborda los propios limites del arte e interviene en la transformación del entorno, en la trama social y cultural del barrio aparece a mi modo de ver la magia del arte, y es cuando un espacio se convierte en un lugar. En la Republica de la Boca. Me pregunto cuánto conserva La Boca de esta misma actitud e intención de aquellos primeros artistas que conformaron la escena a partir de fuertes valores de solidaridad, cooperación y colaboración.
¿Podemos hablar de una memoria emotiva presente en cada barrio? ¿Mantienen viva esta llama lxs artistas contemporáneos que viven o trabajan en La Boca? Siete años antes de que la Boca se convierta en El Distrito de las Artes aparecía La Verdi, un proyecto colectivo, un espacio de residencias y talleres de artistas con sede en Buenos Aires y Mexico. Coordinando por Ana Gallardo y Maggie Petroni. Dos referentes del arte que proponen una mirada renovada de la escena. De las clínicas de Ana salieron los artistas contemporáneos mas relevantes de la escena, y en el caso de Maggie, su rol como artista y productora fueron claves para el desarrollo de la escena artística Boquense. Los artistas que forman parte de La Verdi son: Alfredo Dufour, Carlos Cima, Martin Farnholc Halley, Antonio Villa, Martin Fernández, Constanza Giuliani, Josefina Labourt, Manuela Aramburu, Agustina Leal, Magdalena Petroni y Roció Englender.
Obra de Nazareno Pereira
«Siete años antes de que la Boca se convierta en El Distrito de las Artes aparecía La Verdi, un proyecto colectivo, un espacio de residencias y talleres de artistas con sede en Buenos Aires y Mexico. Coordinando por Ana Gallardo y Maggie Petroni. Dos referentes del arte que proponen una mirada renovada de la escena…»
Otro ejemplo interesante y en donde encuentro ese espíritu original de La Boca es el del Colectivo Periferia, un proyecto autogestivo que nuclea a 40 artistas de diferentes ciudades de la provincia de Buenos Aires. Fundado por Miguel Angel Ronsino en 2016, y que busca intercambiar, colaborar y hacer visible el arte de diferentes comunidades de Chivilcoy, Junín, Alberti, Chacabuco, Bragado y Capital Federal, así como también colaborar con reconocidos artistas de las diferentes provincias del país.
O el caso de la Galería Constitución: un proyecto de los artistas Alberto Antonio Romero y Martín Fernández, un espacio que habilita la experimentación, el ensayo y el cruce entre diferentes artistas e instituciones para habilitar nuevas practicas y producciones artísticas.
Pienso también en el caso de Vicente Walter, un albañil artista que amaba La Boca y quién dejó su diferentes obras por todo el barrio. Obras que creaba con una cuchara y un balde, altos relieves que resolvía con un tenedor. Cuando lo descubrí caminando por la Boca no pude dejar de sentir un fuerte magnetismo.
Vic Tolomei en el café Roma
«Otro ejemplo interesante y en donde encuentro ese espíritu original de La Boca es el del Colectivo Periferia, un proyecto autogestivo que nuclea a 40 artistas de diferentes ciudades de la provincia de Buenos Aires. Fundado por Miguel Angel Ronsino en 2016, y que busca intercambiar, colaborar y hacer visible el arte de diferentes comunidades de Chivilcoy, Junín, Alberti, Chacabuco, Bragado y Capital Federal…»
El mismo magnetismo y compromiso que generó en los vecinos, quienes se unieron para conformar el Colectivo Vicente Walter, para restaurar y proteger sus obras, consiguiendo elevar un proyecto de Ley para proteger su obra bajo las pautas de ley de preservación patrimonial.
De nuevo aparecen aquellos valores que fundaron la identidad artística y cultural de La Boca. La comunidad, la colaboración y la experimentación se hacen presentes. Las ciudades y los barrios se refundan a partir de la expresión artística, se construye identidad a partir del arte y La Boca es un claro ejemplo de esto. Lxs artistas no solamente crean imágenes, sino también construyen modelos sociales y culturales. Esa llama que se encendió en la década del 20, aún sigue viva.
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Galería:
Franco Basualdo en La Verdi.
Obra de Manuel Fernández López en Munar.
Matisto