La multifacética y coach espiritual Isha Escribano junto a la reconocida fotógrafa se proponen – bajo la premisa de que lo que no se ve, no existe y se margina -, visibilizar las historias de vida y de género disidentes/¿Cómo las piensan contar y retratar? ¿Cómo es la convocatoria para participar?/Además: ¿por qué el tinte no va a ser de drama sino de felicidad?/¿Cuál es el significado, profundo y filosófico, del número 108?
Sin golpes bajos, ni desde el drama el horror sino desde las vidas cotidianas y personales: así quieren contar las historias disidentes Escribano y Herbstein
Proyectx 108: la maravillosa iniciativa de Isha Escribano y Gaby Herbstein para visibilizar historias de género «no normativas». Por Azul Zorraquin.
La reconocida fotógrafa Gaby Herbstein y la multifacética médica, periodista, música, y coach espiritual Isha Escribano, lanzaron un proyecto para visibilizar e inspirar a través de historias de identidades de género “no normativas”. La convocatoria está dirigida a personas cuya identidad de género es distinta al género que se les asignó al nacer; trans, travestis, transexuales, transgénero, género no binario, queer, intersex, agéneros. El Ley Motiv: lo que no se ve no existe y lo que no existe, se margina.
El alma del proyecto es realizar una selección de las historias más conmovedoras, cuyxs protagonistas serán fotografiados por Herbstein y entrevistados por Escribano. “La idea es cubrir un abanico de diversidad dentro de la diversidad y que se representen distintas realidades, edades, trabajos, oficios, identidades y expresiones corporales”, le explica Isha a MALEVA, y agrega que el tinte de estas historias, pretende ser feliz; “no queremos caer en el drama ni el horror, queremos que se muestre a personas trans, como yo, en la cotidianeidad, formando parte de algo, y no marginadas. Al final, somos todas personas que hemos logrado llegar a ser quienes somos”, y por ende, eso se celebra por las artistas. Post-selección, el proyecto será compartido a través de un conmovedor documental, un libro, y una muestra fotográfica, tal vez itinerante.
“No queremos caer en el drama ni el horror, queremos que se muestre a personas trans, como yo, en la cotidianeidad, formando parte de algo, y no marginadas. Al final, somos todas personas que hemos logrado llegar a ser quienes somos…», le explica Isha Escribano a MALEVA.
Para Isha, además, el proyecto trasciende el tema del género: “En definitiva, busca visibilizar historias. Lo que más me atrajo, además de que una artista y amiga de la talla de Gaby, me tenga en cuenta para un proyecto artístico, es que se transformó en algo social y cultural”. Ni que hablar que visibilizar y contar, es importante porque puede inspirar a muchas personas que todavía no pueden expresarse libremente, más allá de su condición sexual, de género o por lo que fuera.
Ser protagonista y testigo de un gran cambio de paradigma, es sin duda, uno de los motores del proyecto. Isha Escribano, quien vivió en carne propia una transición, abraza estas historias: “Siento mucha hermandad con todas las personas de mi colectivo, mucho amor y respeto, más allá de que cada historia, y cada vida, sea distinta, siempre hay puntos de unión. Yo me crié en una realidad muy distinta a la de muchas personas trans; no he pasado hambre, tuve acceso a la educación, pero también sé que fue porque transicioné de grande (50) y mi vida no fue lo que hubiera sido, de haberlo hecho de joven”, reflexiona.
«El número del proyecto, 108, no es casual; fue elegido por sus creadoras por un concepto indio que habla de caminos evolutivos y espirituales, que consisten en pasar de ser 1, a ser nadie o 0. “Cuando no hay mente, ego, cuando se acaban los pensamientos, las identificaciones superficiales, pasamos de ser 1, alguien, a ser nada, nadie; y luego de nada, al todo” (el 8, es decir, el infinito)…»
El número del proyecto, 108, no es casual; fue elegido por sus creadoras por un concepto indio que habla de caminos evolutivos y espirituales, que consisten en pasar de ser 1, a ser nadie o 0. “Cuando no hay mente, ego, cuando se acaban los pensamientos, las identificaciones superficiales, pasamos de ser 1, alguien, a ser nada, nadie; y luego de nada, al todo” (el 8, es decir, el infinito), explica Isha. Una gota de agua, para mantenerse como tal sin secarse o evaporarse, se disuelve en el océano.
Así, este mágico proyecto, tiene un doble motor, porque por un lado busca reivindicar el “uno”, honrar las individualidades sabiéndose único e irrepetible, y por el otro, llama a no olvidarse de que somos parte de una totalidad. La vuelta de tuerca, es sin dudas, que trasciende meramente el tema de género e indaga en el aspecto más profundo de la existencia humana. Sos uno, y a la vez no sos nada, te disolvés en el océano. “Así como aprendimos a odiar, también se nos puede enseñar a amar”, cierra Isha.
///
Fotos: gentilez Isha Escribano. Foto destacada: gentileza Unsplash PH Sharon McCutheon