En pocas cuadras, este circuito en Chacarita y Palermo condensa ocho espacios súper interesantes y diversos, desde consagrados hasta nuevas aperturas/¿Cuál es la propuesta de cada restaurante?/Además: ¿por qué Dorrego se puso tan de moda?/Una vermutería pionera y baluarte, una esquina filipina y hasta un rincón de sándwiches veggies mega potentes
Apu Nena: platos filipinos y del sudeste asiático pero en modalidad de tapas
Un batallón de propuestas gourmet en Avenida Dorrego: ocho razones para descubrir este corredor gastronómico on fire. Por Vicky Guazzone di Passalacqua.
800 metros le alcanzan para desplegar un verdadero batallón de propuestas gourmet. Uno en el que hay lugar para los sabores asiáticos, el elogio del vermú, la excelencia pastelera y la riqueza del mar, entre otras opciones. Uno que le ha valido a Dorrego, entre el 800 y el 1500, ser reconocido como un corredor foodie y dar vida a un paseo en el que hay variantes para todos los paladares. A continuación, 8 razones según MALEVA para caminar esta avenida.
1) Picarón: gastronomía de alto vuelo con ingredientes honestos / Dorrego 8665 – Chacarita
En una antigua fábrica restaurada donde funciona el cowork Joy, Picarón abrió sus puertas en diciembre de 2020 en pos de darle un valor agregado a este emprendimiento. Pero resultó mucho más que eso. Se destacó desde el inicio con su frente colorido y vistoso, que enseguida le dio vida a la cuadra. Y más aún lo hizo cuando descubrió su propuesta: ingredientes frescos y de calidad que construyen platos tan sabrosos como auténticos, servidos en porciones perfectas para compartir y cubrir la mayor extensión posible de la carta. Buñuelos de boniato con miel de mascabo especiada y ‘nduja (no en vano llamados Picarones), brócoli a la plancha con crema de bagna cauda, entraña marinada con fideos de batata, kimchi de nabo y akusay son solo algunas de las bellezas que pueden llegar a la mesa para atacar con varios tenedores. Aunque también está la reciente incorporación de una tremenda hamburguesa con queso mimolette que merece ser comida con dedicación y sin culpa por no compartir. Instalados en Chacarita porque consideran que les permite convocar a gente con ciertos intereses gastronómicos y abierta a probar novedades de pequeños emprendedores, la apuesta resultó certera; tienen un público habitué que elige sobre todo el menú diario (que varía con un plato vegetariano y uno omnívoro con proteína animal) y también uno ávido de conocer lo nuevo. La guía del chef Maximiliano Rossi, un ex Unik y Sacro que aquí debuta como propietario, es otro sello que convoca y promete aún más para los años venideros.
2) Mil y pico: de aire vintage pero cocina innovadora (acá se lucen las ´pizzas a la parrilla y las empanadas originales) / De la mano de los creadores de Hell ´s Pizza y SushiClub Dorrego 1194 – Chacarita
Son la apertura más flamante de este listado. Acaban de abrir sus puertas hace unas semanas en la esquina de Dorrego y Fraga, con la propuesta de pizzas a la parrilla, empanadas originales inspiradas en cocinas del mundo y venta de delicatessen y vinos boutique. Lo que se dice un combo completo. Detrás hay un trío que promete: el chef Danilo Ferráz y los empresarios gastronómicos Matías Cabrera y Juan Martín Ferraro, creadores de Hell’s Pizza y SushiClub.
Muy cerca del Mercado de Pulgas, la influencia parece haber llegado con fuerza: silloncitos antiguos, mezcla de mosaicos, piezas vintage, mesas y sillas de distintos juegos se combinan con un gran mural de una princesa indígena para dar un aire ecléctico e interesante. Aunque quizás el foco de la atención no pueda ser otro que la gran parrilla a la vista prendida siempre con madera de quebracho, desde la que salen sus pizzas con masas finas y crocantes y toppings gourmet, sello de Ferráz.
Entre sus sabores pueden destacarse la Mil 11, con mozzarella, queso de cabra cremoso, cebolla confitada y ají molido de Cachi, y la Mil 14, una pizza bianca con mix de hongos y aceite de trufas. La magia no termina ahí: también ofrecen empanadas con rellenos originales y masas de colores logradas con tintes vegetales. ¿Las más llamativas? De pescado blanco con limón, jengibre y eneldo en masa de cole azul y la de matambre de ternera tiernizado con salsa de tomate y mozzarella. Para una experiencia completa vale la pena embeberlas en sus dips, con opciones como yasgua picante, BBQ, sweet chili, pico de gallo o sriracha.
3) Apu Nena: de Filipinas a Chacarita / Dorrego 1301 – Chacarita
Apu Nena nació de la revelación de un viaje. Cuando las chefs y socias Florencia Ravioli y Christina Sunae partieron a Filipinas en 2017 para una travesía de estudio para el siguiente libro de Christina, el amor fue inmediato. “Teníamos ganas de hacer algo distinto, y yo me quedé fascinada con los mercados y la onda del lugar. Por eso decidimos transportar esa movida callejera a Apu Nena”, ilustra Florencia. Dado que tanto ella como Sunae habían vivido y trabajado en España (Ravioli más precisamente en El Bulli) y estaban muy familiarizadas con el concepto de tapas, decidieron seguir ese formato pero aplicándolo con sabores asiáticos. “Así nació este recinto mini, con una parrilla y un brasero que es el corazón y pulmón de todo lo que sucede”, cuentan. El centro de un espacio en el que pueden probarse platos deliciosamente creativos como banana en tempura con salsa de maní y pickles de flor de banano, shiso y piel de naranja (y no, no es postre) o pinchos de cerdo a la parrilla con lemongrass y jengibre en hierbas frescas con limón en conserva, suka de soja, vinagre y arroz tostado molido, por solo nombrar dos opciones de una carta súper rica. ¿Y por qué en Dorrego? Fue un hallazgo: “nos encantaba el barrio, y salió esta esquina tan espectacular, chiquita y luminosa, con un sol envidiable que aún en junio nos acoge. Nos gustaba Newbery también, pero fue Dorrego y Loyola”, relata Florencia. Con casi la totalidad de su historia en pandemia (abrieron tres meses antes), la dupla asegura que les impresiona la fuerza de esta avenida como imán de nuevos espacios, que siguen abriendo a pesar de la crisis. “Dorrego es como la arteria aorta”, sonríen.
«En una antigua fábrica restaurada donde funciona el cowork Joy, Picarón abrió sus puertas en diciembre de 2020 en pos de darle un valor agregado a este emprendimiento. Pero resultó mucho más que eso. Se destacó desde el inicio con su frente colorido y vistoso, que enseguida le dio vida a la cuadra. Y más aún lo hizo cuando descubrió su propuesta: ingredientes frescos y de calidad…»
4) García Castro: platos balanceados y caseros / Dorrego 1311 – Chacarita
Gastronómicos desde hace más de 20 años, Lucas García y Rodolfo Castro decidieron unir caminos en 2016. Lo hicieron mediante un proyecto conjunto de catering, asesoramiento y clases. Pero para abril de 2018 fueron por más: abrieron su local a la calle con una propuesta de sándwiches y ensaladas. Hoy su logo en la vidriera sigue rezando esto, pero la verdad es que la carta se amplió mucho más dada la buena respuesta con la que se encontraron. ¿Y qué más sumaron? Platos caseros y sustanciosos como roast beef braseado, albóndigas con salsa portuguesa y papas, guiso de lentejas, ojo de bife con papas al horno y emulsión vegetal y hasta un locro patrio que perdura en el menú mucho más allá de la semana de mayo. Por estos días de frío, sus estrellas son en general las preparaciones que combinan sopa y proteínas, así como los guisados. “El cliente encuentra en nosotros un detalle que no suele ver en otros lugares, la combinación de sabores en aderezos, salsas y adicionales que cada plato tiene”, le detalla Lucas a MALEVA.
Para cuando abrieron sus puertas en 2018, la zona estaba lejos de ser un polo cotizado. De hecho, la gran movida quedaba del otro lado de avenida Córdoba, donde comienza Palermo. Pero un año más tarde esa apuesta inicial rindió sus frutos, y comenzaron a llegar vecinos como el ya mencionado Apu Nena, Marte Café, La Fuerza y Naranjo Bar (cercano pero no sobre Dorrego). Y aunque este dúo es precavido al hablar del crecimiento veloz de la avenida, también admite que cada día llegan nuevas sorpresas. Y que la fuerza de la zona es un hecho: “¡en Newbery hay otro polo creciendo!”, festejan.
5) La Fuerza: enamorados del barrio / Dorrego 1409 – Chacarita
Hace 15 años, Martín Auzmendi, periodista y escritor gastronómico, escribió una nota sobre Chacarita. Conocedor del barrio gracias a caminarlo seguido, cuando con Julián Díaz, Agustín Camps y Sebastián Zuccardi se debatieron sobre dónde ubicar el bar que representaría la bebida que los había asociado, aquel artículo visionario volvería a ponerse de relieve. “Todos pensamos que un bar para La Fuerza tenía que estar en un barrio, salirse de los centros gastronómicos y buscar más calma. Nos parecía que Dorrego era una avenida pero que a la vez era tranquila, nos gustaba el recorrido que hacía cruzando barrios vecinos, que era como un límite y unión”, recuerda Martín. Tan concreta era su idea que vieron dos locales sobre esquinas en Dorrego antes de casarse con esta en la intersección con Castillo. Desde entonces, enero de 2018, se erige allí como uno de los grandes estandartes del corredor gourmet. Su impronta “de antes”, dada por la casona de 1933 que lo aloja pero también por su ambientación, así como su propuesta de loas al vermú, lo volvió pronto también uno de los hitos gastronómicos de la ciudad. Incluso llegó a ser mencionado en 2019 por la revista Time como uno de los 100 lugares del mundo para visitar. Quienes lo hacen encuentran aquí todo un mundo para maridar el vermú homónimo que sale de sus canillas, elaborado en Mendoza con cepas locales (malbec y torrontés) y hierbas autóctonas. Lo que acompaña al vaso son platos idóneos para servir en el medio de la mesa, desde buñuelos y tortillas a milanesas, provoletas y triolets (el de la casa, muy recomendable, lleva lupines, aceitunas y batatas fritas). Un pedido perfecto para sentarse en la vereda y absorber la atmósfera de este, uno de los pioneros en el corredor Dorrego.
6) Marte Café: café de especialidad y pastelería ad hoc / Dorrego 1470
“Reunir en un lugar todo aquello que acompañado de un café nos hace sentir bien: música, libros, amigos, arte y cosas ricas para comer”. Así describen sus creadores la génesis de Marte, un café de especialidad que abrió sus puertas en marzo de 2019, pensando en instalarse en Chacarita pero sin haber elegido precisamente la avenida. “Este espacio fue un extra que se dio, y Marte se adaptó muy bien al lugar”, ilustra Sol Heredia, socia. Y es que cuando empezaron a armar el local el perfil de la zona era muy barrial, con solo algunos lugares que al destacarse empezaron a traccionar nuevas propuestas. “Ahora de repente hay aperturas por todos lados, se armó un circuito alternativo y Dorrego es una parte importante”, analiza Sol. En ese camino, reciben clientes del barrio, buscadores de buen café y también aquellos que recorren este polo gourmet como un tour culinario.
Todos ellos encuentran en Marte uno de los cafés más ricos del barrio, con arte latte incluido, pero también una pastelería que se distingue. “Si me preguntaban hace un año y medio cuál era nuestra preparación estrella, sin duda hubiera dicho el café, pero la pandemia nos llevó a explorar nuevos horizontes”, cuenta su creadora. En este nuevo trayecto pisa fuerte el crumble de frutos rojos de avena y nueces, que se destaca por su equilibrio justo entre dulzura, acidez y untuosidad. Y también, claro, por lo bien que se lleva con una taza humeante.
«Apu Nena nació de la revelación de un viaje. Cuando las chefs y socias Florencia Ravioli y Christina Sunae partieron a Filipinas en 2017 para una travesía de estudio para el siguiente libro de Christina, el amor fue inmediato. “Teníamos ganas de hacer algo distinto, y yo me quedé fascinada con los mercados y la onda del lugar. Por eso decidimos transportar esa movida callejera a Apu Nena”, ilustra Florencia…»
7) Pescadito: vibra playera y un ceviche de leyenda / Dorrego 1500 (Cabrera 6099) – Palermo Viejo
Sí, la entrada es por Cabrera, pero la gran vista de Pescadito es la que se luce al alejarse unos pasos sobre Dorrego y observar esa esquina en todo su esplendor. Allí brillan desde hace pocos meses, luego de una primera experiencia con la apertura de un restaurante de cocina de mar en el Patio de los Lecheros a manos de uno de los socios en 2018. Cuentan que eligieron la zona específicamente por el nuevo polo que se está constituyendo, y que en él encuentran un público amplio y descontracturado, que llega en busca de buena cocina, pero también de música y tragos de autor despachados desde una preciosa barra con forma de ola. Esta, parte central de la ambientación, abre el juego para un espacio que invita a soñar con la playa entre texturas naturales y predominio del verde agua. Por fuera, un mural listo para instagramear se luce con un impactante pulpo.
¿Y qué comer en esta fiesta de mar? Por supuesto, ceviche, del que sus dueños se jactan que es el mejor de la ciudad. “Fue una creación que tardó dos años en llegar al producto esperado. Es un placer al paladar”, seducen. Otras maravillas bastante únicas son las empanadas de langostinos y queso fritas, el sándwich de calamares con salsa tártara, pico de gallo y papas y la fish burger con pesca apanada, cebollas caramelizadas y tomates dulces. Dado que la influencia del mar que domina Pescadito es sobre todo mexicana y peruana, tampoco faltan las micheladas, un gran maridaje para esta cocina.
8) La Manteca Negra: lo vegano también puede ser potente / Dorrego 1590 – Chacarita límite con Palermo
He aquí un proyecto pandémico. Con la necesidad de renovarse, a fines de 2020 Camila Almirón, alias “La Negra”, y César Mirson, alias “La Manteca”, dos gastronómicos de larga data, unieron apodos y conciencia alimentaria y dieron vida a esta sandwichería que viene haciendo bastante ruido. “Es un cálido lugar donde podés armarte un sandwichito a medida vegetariano o vegano con productos caseros y de estación”, describe Camila. El inicio fue en un garage improvisado, vendiendo panes y conservas, pero el furor pronto mutó en el proyecto oficial de hoy. “Ya contamos con cuatro variedades de panes, salsas y mayonesas veganas. También quesos y varios fermentos como el kimchi o chukrut. Y puede armarse el combo con sopa del día y alguna cosita dulce para llevar, siempre vegana”, motivan. Así, afrontan la cultura carnívora argentina con productos de estación, comida raw y plant based, tratando de demostrar que lo vegano también puede tener su potencia. ¿Por qué Dorrego? Porque Camila es una vecina del barrio hace siete años, y el local es su propia casa, donde siempre supo haber actividades artísticas, culturales y eventos afines. Con esta vibra coartada por la cuarentena, el nacimiento de una nueva creación fue casi vital para surfear los tiempos que corren. “Chacarita creció mucho con sus propuestas gastronómicas en los últimos años y estamos felices de formar parte de su circuito. Sigue siendo un barrio tranquilo pero con muchas cosas para hacer y probar”, sintetizan.
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Fotos: son todas gentileza de los locales mencionados.