En menos de un año se multiplicaron las bodegas que ofrecen este formato disruptivo/Su razón de ser: apuntar a un público más joven, informal y sobre todo, a las juntadas al aire libre (¡y sí, se pueden llevar en la cartera o la mochila!)/¿Tienen calidad? ¿Se modifica el sabor? ¿Se toman fríos? ¿Son todos dulces? ¿Vienen con gas?/Además: cinco que tenés que probar (desde tintos hasta rosados) y la novedad de la primera sidra en lata de la región
Todos los productores consultados aseguran que la lata no altera el sabor del vino y que su efecto es inocuo (probar para creer)
Es tendencia: los vinos en lata (de la mano del auge de los encuentros al aire libre) / ¿Cómo son y cuáles tenés que probar? Por Daniela Gianni.
A fines del año pasado, el universo del vino argentino le dio la bienvenida al formato en lata, una novedad que como toda idea disruptiva generó debates de todo tipo y cuestionamientos.
Para entender la propuesta, primero hay que conocer su razón de ser. El vino en lata llegó para atender algunas necesidades del mercado actual y, si se quiere, millennial: por un lado, el uso individual y ocasional; por otro, nuevas situaciones de consumo vinculadas a momentos más informales. Es decir, la botella se puede quedar tranquila porque la lata no viene a ocupar su “trono”, sino a sumar nuevos aliados.
Se ofrece como una solución práctica para estos tiempos, donde las reuniones al aire libre, en tiempos pandémicos, son la regla, juntadas de amigos con diferentes preferencias, tardes en el parque, días de playa o paseos, especialmente para la temporada cálida que ya empieza a sentirse. ¿Por qué? Su tamaño (con presentaciones entre los 250ml y 375ml) es ideal para una persona y permite transportarlo en mochilas, carteras o heladeritas sin riesgo de roturas, el aluminio hace que se enfríe más rápido, se abre fácilmente – adiós al sacacorchos que no aparece en la reunión y a la “prueba del zapato”– y encima es 100% reciclable. De yapa: es una buena opción de uso personal en tiempos de coronavirus.
«Se ofrece como una solución práctica para estos tiempos, donde las reuniones al aire libre son la regla, juntadas de amigos con diferentes preferencias, tardes en el parque, días de playa o paseos, especialmente para la temporada cálida que ya empieza a sentirse…»
Dicho esto,en MALEVA vamos a poner blanco sobre negro acerca de algunas preguntas que rodean al vino en lata.
¿Son vinos de calidad? Sí, esto no se pone en duda. Lo que hay que saber es que no vamos a encontrar vinos complejos ni concentrados, sino todo lo contrario: vinos jóvenes (sin paso por madera) y de baja graduación alcohólica en los que se busca resaltar su frescura y aromas frutales. Por esta misma razón, están pensados para tomar en el corto plazo y no para guardar.
¿Tomar vino frío? Claro y está relacionado al punto de arriba. Además de contener vinos jóvenes que admiten temperaturas más bajas, este recipiente acompaña estilos a los que les queda muy bien un golpe de heladera. En principio, la apuesta más fuerte fue por los blancos y rosados y de a poco van apareciendo tintos ligeros.
¿Son todos dulces? No. Si bien todavía hay más alternativas que conservan una proporción de azúcar residual (propio de la uva) y se sienten dulces en mayor o menor medida, también hay estilos secos. El mercado es incipiente y habrá que ver qué opciones se sumarán con el tiempo.
¿Por qué con gas? Según comentan las bodegas, es lo que mejor se adecua a la lata para evitar deformaciones. Además, a muchos nos gusta oír ese “ptsss” al abrirla, ¿no? Sin embargo, se trata de burbujas finas, delicadas y para nada invasivas; en algunos casos, casi imperceptibles. Hay vinos con apenas un poco más de gas carbónico natural (producto de la fermentación del vino) y otros con gas agregado.
Y la pregunta del millón: ¿La lata modifica el sabor del vino? Los productores aseguran que el material con el que están elaborados los envases es inocuo y no altera las cualidades del vino durante el tiempo sugerido de consumo, que son 12 meses. Para este fin se realizan testeos y organismos gubernamentales como el INV y la ANMAT autorizan su utilización.
Ahora sí, te contamos sobre 5 bodegas que incursionaron en esta modalidad:
1) LAS LATAS PIONERAS DE SANTA JULIA, UN MONTÓN DE VARIEDADES: CHENIN DULCE NATURAL, ORGÁNICA ROSÉ, TINTILLO Y DULCE TINTO
A fines del 2019 la bodega Santa Julia presentó el primer vino en lata argentino: Santa Julia Chenin Dulce Natural. Es un 100% chenin blanc con típicos aromas a frutas blancas (como durazno y damasco) más toques herbales y cítricos. Muy delicado, fresco y con ese dulzor que aporta el azúcar natural de la uva. “Ideal como aperitivo o bien para acompañar picadas, frutos de mar o postres con frutas frescas y cítricas”, sugieren desde la bodega.
Tal fue su éxito que en septiembre de este año agregó tres nuevas etiquetas a su línea en lata. Una de ellos es Santa Julia Orgánica Rosé, un vino rosado hecho con malbec orgánico de viñedos certificados que “presenta aromas a cerezas y frutillas y se siente untuoso y delicado al paladar”. Otra es Santa Julia Tintillo, un blend de malbec y bonarda elaborado con una técnica especial (maceración carbónica) para conseguir un vino muy fresco y fácil de tomar, donde predominan las notas a frutillas, frambuesas y cerezas. Por último, Santa Julia Dulce Tinto, un 100% bonarda sutilmente dulce y con un paladar delicado que recuerda a frutas rojas frescas. “Un producto para combinar con tapeos, picadas o finger food que también puede disfrutarse como vino de postre o en cócteles y sangría”, describen.
¿Dónde? Se consiguen en supermercados, autoservicios y bares.
2) TRAFUL BLANCO DULCE DE BODEGAS LÓPEZ: UN VINO JOVEN, FRESCO Y CON BAJO CONTENIDO DE ALCOHOL
Bodegas López se sumó a la tendencia en marzo de este año con un blanco dulce bajo la marca Traful, la línea de vinos donde la bodega muestra un perfil moderno y apunta a un consumo descontracturado.
“Además de ser un lugar, Traful significa ‘unión’ en idioma mapuche y eso nos motivó a realizar este corte (o combinación) entre las cepas torrontés riojano, moscatel de Alejandría y semillón”, relatan. En sintonía con el estilo que más se adapta a este formato, Traful Blanco Dulce es un vino joven y fresco, de paladar dulce y frutado con bajo contenido de alcohol.
Según nos cuentan desde la firma, la idea es incorporar la lata en otras variedades.
¿Dónde? En vinotcas, autoservicios, diversos locales gastronómicos y pronto llegará a supermercados.
3) RITA ROSÉ Y BLANC, INSPIRADOS EN LA MUJER ARGENTINA: CON AROMAS FRUTALES Y NOTAS CÍTRICAS
Este año también se anunció la propuesta de Rita: Rosé y Blanc. Inspirada en la mujer argentina, apela al empoderamiento, la autenticidad y el alejamiento de toda convención social.
Rita Rosé es un vino rosado “con aromas a frutillas, frambuesas y delicadas notas cítricas que lo estilizan y lo completan”, cuentan desde la marca y recomiendan disfrutarlo como aperitivo, con tablas de quesos blandos y suaves, pescados y mariscos. Por su parte, Rita Blanc es un 100% sauvignon blanc “elaborado con uvas cosechadas tempranamente, logrando un producto naturalmente menos alcohólico y más fresco, con notas a frutos blancos, tropicales y cítricos”. El maridaje sugerido son tapeos sencillos, frutos de mar y ensaladas de hojas.
Se puede encontrar en supermercados y vinotecas.
4) DILEMA SPARKLY Y DILEMA SPARKLY PINK DE BODEGA ESTANCIA MENDOZA: BIEN REFRESCANTES / PERFECTOS PARA MARIDAR CON ENSALADAS, TAPEOS Y FRUTOS DE MAR
Dilema, la marca joven e innovadora de la Bodega Estancia Mendoza, también estuvo entre las pioneras cuando en diciembre del año pasado lanzó un blanco dulce y un rosado bien refrescantes, frutados y de baja graduación alcohólica.
Por un lado, está el Dilema Sparkly que la bodega describe como un blanco untuoso y delicadamente dulce con notas de frutas tropicales y flores; por el otro, el Dilema Sparkly Pink, un rosado de bonarda y torrontés con aromas a frutos rojos y frutas de carozo, paladar ágil, una dulzura sutil y una acidez equilibrada. Dos opciones que aconsejan acompañar con ensaladas, frutos de mar, queso brie y tomates secos o asados.
Como el stock de un año se comercializó en apenas 2 meses, ya hay varios proyectos más en desarrollo.
¿Dónde? Están disponibles en supermercados y vinotecas.
5) NEW AGE DE BODEGAS BIANCHI: UN ÍCONO, QUE VIENE CON BURBUJAS CHISPEANTES Y ES IDEAL PARA PREPARAR CÓCTELES
Bodegas Bianchi está entre los que apostaron a este formato con su icónico New Age, el popular vino blanco, dulce y frizzante que supo ganar un lugar entre el público joven. Elaborado con un blend de torrontés y sauvignon blanc, es aromático, frutado, con una equilibrada dulzura y acidez más burbujas chispeantes que lo transforman en un aliado a la hora de preparar cócteles. Así, la bodega sugiere combinarlo con jugo de lima y hielo, pero las opciones son infinitas.
¿Dónde? Para conseguir en súper e hipermercados de todo el país.
6) *EXTRA: LLEGA SIDRA DEL VALLE EN LATA, LA PRIMERA DE LATINOAMÉRICA EN ESTE FORMATO / ELABORADA CON MANZANAS PATAGÓNICAS CUIDADOSAMENTE SELECCIONADAS
Hablando de bebidas fermentadas en lata y listas para tomar, otra propuesta recién salida del horno para los que pertenecen al “equipo vino” y los que no, es Sidra del Valle en Lata de Bodegas Cuvillier, la primera del país y Latinoamérica. En este caso, además de descontracturar el consumo lo que se busca es desestacionalizarlo por medio de este envase práctico y amigable con el medio ambiente. Elaborada con manzanas patagónicas Red Delicious cuidadosamente seleccionadas, el producto estará disponible en supermercados, mayoristas y en el canal E-Commerce de la empresa a partir de noviembre.
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Fotos: son todas gentileza de las marcas mencionadas.