El siempre inspirado diseñador y creador de Tramando nos cuenta en una conversación íntima (y llena de sabiduría) cómo está viviendo el encierro, qué reflexiones le disparan la epidemia, cómo cree que va a ser el futuro de la moda (¿el delantal prenda It?) y por qué decidió darle una oportunidad en las redes sociales para crear un «vivo» en el que enseña cómo crear piezas bellas «con cualquier trapo»
En cuarentena, Martín inventó un vivo genial por Instagram en el que enseña cómo lograr con «cualquier trapo», una obra arty
MARTÍN CHURBA: #ELARTESANA
«Se acabaron los tacos altos»: entrevista a Martín Churba en cuarentena / Segunda entrega de #ElArteSana. Por Azul Zorraquín. Fotos: gentileza Martín Churba.
Todos los días, a las 18, Martín Churba prende el vivo de su Instagram e invita a sus seguidores a inspirarse y “pasarle el trapo a la cuarentena”; literalmente con trapos, servilletas, bolsas de residuos y elementos de casa. Como si sus manos portasen una energía mágica, cualquier pieza insulsa que pasa por sus dedos se convierte en una obra artística, de suma originalidad y sellada con una impronta muy característica.
El diseñador textil es el fundador de la distintiva Tramando, una marca que fusiona investigación textil, diseño y vanguardia desde 2002. En una charla privilegiada con MALEVA, habla de lo valioso que le trajo el encierro, y de cómo cree que van a cambiar los usos y costumbres de la moda a partir de esta pandemia; para ello usa una metáfora muy atinada: “se acabaron los tacos altos”.
«Yo creo que el tapado va a ser furor, porque básicamente vas a estar en jogging o pijama, y es lo que vas a poner para salir al supermercado. Y a la vez, creo que puede resurgir una prenda que estaba muerta y me parece genial: el delantal. ¿Cómo me imagino a la gente en el futuro? Con tapabocas, y una bata que te cubra del exterior, diseñado con la misma estética…»
¿Cómo estás viviendo estos días de encierro? ¿Qué es eso de que la estás “pasando el trapo” a la cuarentena?
Me pasó algo bastante peculiar y muy positivo respecto a la cuarentena. Yo tengo un vínculo muy fuerte con lo colectivo y lo social, que siempre tuvo mucha puja en mi interior, porque soy un diseñador que hace un tipo de ropa, investiga procesos textiles y desarrolla productos que no son accesibles para la mayoría de la gente; y no me refiero solo a la prenda, sino a la investigación de materiales y diseño, a quienes muchos no pueden acceder. En realidad, la sensibilidad textil es un arte, una tradición cultural que toca a muchas personas de distintas clases sociales. Entonces, desde el inicio, me acompañó esa contradicción de hacer “ropa para pocos”, pero a la vez saberme fan del textil.
Sería como una paradoja.
Claro, y una metáfora de la trama. Cuando vos hacés un hermoso tapiz, no lo hacés solo para vos. Es una manifestación colectiva. Entonces, durante toda mi historia siempre busqué nexos o vínculos con el colectivo, y lo hice a través de proyectos sociales, como el diseño del guardapolvo con la cooperativa La Juanita. Hoy, estoy diseñando tapa-bocas.
Y enseñándole a tus seguidores a hacer los suyos.
Claro. Y mirá que yo no tenía mucha relación a través de las redes sociales con nadie: ni mis amigos, ni clientes, ni fans. Cuando vino la cuarentena, me las vi negras. Al día siguiente prendí el vivo con Mauro y surgió esta increíble sección. Me costó, porque si bien nosotros sabemos que vivimos en un lugar precioso, no nos gusta exhibirlo.
«Mirá que yo no tenía mucha relación a través de las redes sociales con nadie: ni mis amigos, ni clientes, ni fans. Cuando vino la cuarentena, me las vi negras. Al día siguiente prendí el vivo con Mauro y surgió esta increíble sección. Me costó, porque si bien nosotros sabemos que vivimos en un lugar precioso, no nos gusta exhibirlo…»
¿Y por qué abriste tus puertas?
Por una situación de fuerza mayor: la pandemia, la cuarentena, el aburrimiento, el pánico y la necesidad de poner la cabeza en otra cosa. Todavía estoy anonadado con la propuesta; la idea fue empezar a trabajar con lo que había en casa. “Pasale el trapo” era porque sugería usar utensilios como trapos, y todo lo que hay en una casa y pueda usarse para hacer expresión. Empezaron a salir cosas muy copadas, y viendo mi historia como diseñador, me digo, ¡yo empecé haciendo esto! Mis primeros trabajos fueron con trapos, servilletas, bolsas. No me había percatado.
Es como volver al inicio, pero con la diferencia de que hoy hay redes sociales.
Sí, fue mágico. El vínculo con la gente es muy bueno. Estoy muy agradecido de que una situación de tanto miedo y angustia, haya disparado algo creativo. La gente hace cosas divinas, y me las manda; comparto todo en mis historias para que todos se motiven.
¿Cómo creés que puede cambiar la manera de vestirnos a partir de esto?
Te lo pongo en un ejemplo metafórico: se acabaron los tacos altos. Es un poco dura la reflexión, porque yo creo que el taco alto es divino, motivador de una actitud y un tipo de belleza, pero sin embargo, es como una alteración del estado del ser; modifica la cuestión postural, actitudinal. Lo que puede pasar en relación a la moda es que los usos y las costumbres se modifiquen a tal punto, que el taco pases a usarlo en tu casa, para una situación íntima que vos elijas. Y tu estar en lo social, donde se usaba el taco antes, pase a ser un calzado cómodo que te permita fluidez. Cómodo, fluido, independiente, es todo lo contrario que sentís arriba de un par de tacos. Es una metáfora, porque puede que no cambie esto puntualmente, pero estoy seguro de que representa lo que va a pasar con la moda.
«Te lo pongo en un ejemplo metafórico: se acabaron los tacos altos. Es un poco dura la reflexión, porque yo creo que el taco alto es divino, motivador de una actitud y un tipo de belleza…lo que puede pasar en relación a la moda es que los usos y las costumbres se modifiquen a tal punto, que el taco pases a usarlo en tu casa, para una situación íntima que vos elijas…»
¿Cuál es la prenda “it” en este momento?
Yo creo que el tapado va a ser furor, porque básicamente vas a estar en jogging o pijama, y es lo que vas a poner para salir al supermercado. Y a la vez, creo que puede resurgir una prenda que estaba muerta y me parece genial: el delantal. ¿Cómo me imagino a la gente en el futuro? Con tapabocas, y una bata que te cubra del exterior, diseñado con la misma estética. El delantal de los médicos, los piqueteros, va a tomar un lugar muy fuerte; se va a convertir en esa prenda que te eches encima para salir a la calle, y la dejes en la puerta, al llegar.
Y el tapaboca o barbijo, ¿el accesorio del año?
Claro, pero además de que se va a convertir en un accesorio más, viene a decirnos algo nuevo y poderoso, que tiene que ver con la identidad. Imaginate, ¡tu celular no te reconoce con tapaboca! Eso significa que una serie de planes y proyectos que había en torno a la identidad y al control, cambian en tanto tengamos otra fisionomía. Podemos adoptar nuevas conductas. Hay una historia y una relación muy fuerte Oriente-Occidente respecto a esto.
¿Por qué?
Porque Oriente usa máscaras, y no me refiero solo a tapabocas. Los actores usan máscaras, y están presentes como un artilugio, una puerta a la fantasía, además de un filtro para los cuidados de salud. Y la presencia del ego, allí, se juega de manera distinta. En Occidente, el ego se pone de manifiesto a través del rostro. Va a haber un gran cambio respecto a las identidades, y nuevas conductas.
Sobretodo en un país como Argentina, que es mucho del “toqueteo”.
Somos el país que comparte el mate, ¡con cualquiera! Eso nunca más. Aparte este último tiempo hubo un destape sexual que se conoció como el “poliamor” y esta cuestión de abrir las parejas en torno a la exploración. Eso, de alguna manera, también se termina. Vendrá la vacuna, y nos acostumbraremos, tal como pasó con el HIV, pero yo creo que queda una herida y sobretodo esa sensación temeraria de que el otro puede ser una fuente de contagio.
«Es tremendo lo que está sucediendo, pero a la vez, creo que es una enorme oportunidad para toda la naturaleza, para nosotros y el planeta, de hacer un “reset”. Ese reseteo, creo que significa una oportunidad enorme de volver a elegir, volver a elegirnos, entender qué queremos y cómo queremos vivir, qué necesitamos de verdad, y qué hacíamos por inercia…»
Respecto al “look cuarentena”, ¿creés que vestir jogging todos los días puede llevar a un estado depresión?
No, yo creo que acá hay que partir de la idea de “sentirse mejor, como sea”. Si te hace bien vestirte, ¡vestite! Y si preferís usar jogging, hacelo. Lo que importa no es la fórmula, sino el bienestar de cada uno. Yo creo que en general, la gente deprimida viste jogging, pero no significa que la gente que usa jogging esté necesariamente deprimida.
¿Existe un aspecto provechoso a lo que se está viviendo?
Es tremendo lo que está sucediendo, pero a la vez, creo que es una enorme oportunidad para toda la naturaleza, para nosotros y el planeta, de hacer un “reset”. Ese reseteo, creo que significa una oportunidad enorme de volver a elegir, volver a elegirnos, entender qué queremos y cómo queremos vivir, qué necesitamos de verdad, y qué hacíamos por inercia. Cuando todo lo que tenías se reduce, creo que no queda otra que reflexionar y preguntarte qué querés, y de qué forma querés vivir. Obviamente si tenés hambre, no podes pensar en esto, pero si medianamente te estás gestionando y administrando y estás pudiendo llevar esta caminata por el desierto, seguramente te estás depurando. ¿Viste cuando te vas de viaje con alguien en un auto y te dicen que no podes pelearte? Es porque, ¿qué vas a hacer? No te podes bajar en medio de la ruta. Con esto es igual, pero con vos mismo. No te podes bajar de esta.