Fogones y banquetes en la plantación/Un campamento genial y mucho aprendizaje sobre sabores y aromas/Dos días de cosecha del ingrediente clave de la Fernández IPA de Patagonia en la provincia de Río Negro/El «Lupulo Nahuel»/¿qué es la técnica del Wet Hot?
Mesa lista para un banquete durante la cosecha de lúpulo en la provincia de Río Negro
Camping y espuma: ¿cómo fue participar de la cosecha de lúpulo en plena Patagonia? Por Sol di Vito (desde Río Negro)
Visitaste cada cervecería porteña, probaste pintas de todo tipo, más oscuras, con menos espuma, incluso te animaste a las más exóticas con ingredientes peculiares como remolacha o calabaza. Pero no probaste esta. Una cerveza que se puede tomar una sola vez al año por tan solo unos meses. Una oda al lúpulo, uno de los cuatro ingredientes clave al cocinar la favorita de la noche, que podemos disfrutar por tan solo un tiempito más y mis manos participaron de la cosecha de su ingrediente clave.
Fernández IPA es la nueva edición limitada de Patagonia, y no, no la creó un tal Juan Fernández. El nombre se inspira en la emblemática chacra de 48 hectáreas ubicada en Fernández Oro, Río Negro, donde gran parte del lúpulo utilizado en la cocción de las cervezas de la marca se cultiva. Se trata de una variedad creada con una técnica de lupulado llamada Wet Hop, es decir, con lúpulo fresco recientemente cosechado -a no confundir con “mojado”. Y aquí recae su originalidad: no pueden pasar más de 24 horas desde su cosecha hasta su utilización (o secado) en la cocción. ¿Pero cómo es esto posible? Fervientes objetores de la bebida que inunda las calles porteñas, abstenerse: esto no es nada menos que una máster class de cerveza.
El lúpulo no solo tiene un sabor dominante sino un olor que inunda los sentidos – y esto es algo que descubrí en primera persona cuando, hace tan solo unos meses, participé de la Cosecha 2019. Una fiesta cervecera y un curso intensivo gracias al cual entro más confiada a cada cervecería nueva que visito. Porque además de acampar en plena plantación, tomar una pinta frente a un fogón, disfrutar tremendas cervezas y degustar perfectos maridajes, presenciamos paso a paso la creación de la gran Fernández IPA, un explícito homenaje a la cosecha.
«No hay cervezas rojas, rubias, ni negras, eso es algo que Sol Cravello, Jefa de Conocimiento Cervecero en Patagonia y una de las mejores en este tema del país, me dejó bien en claro –y también esta en contra de la palabra “birra”, aunque eso es otra historia. Pero si hay honey, lager, porter e IPA, y qué IPA es esta…»
Todo empieza con el lúpulo Nahuel, la variedad elegida por ser aquel en el mejor momento para ser cosechado. Dicen los que saben que la verdadera forma de saber si la flor o el cono está en su punto perfecto es por el sonido que hacen sus hojas al aplastarla – y así también disfrutar su aroma, al liberarse la lupulina en su interior. Y es este cono el que tras cosechado con camiones, anteojos y guantes –sí, me lo puse todo- se lleva directamente a la planta para procesar y eventualmente agregar al preparado. Algo solo posible al tener la plantación cerca: he ahí la cuestión.
Porque sin el lúpulo puede haber bebida pero no cerveza. Es este el que le da carácter y personalidad, y es por eso que puede ser protagonista, como en toda IPA, o un elemento secundario. ¿Qué tiene de especial la Wet Hop? En simples palabras, tiene un toque algo vegetal, un gusto a verde difícil de explicar. Su amargor es más complejo, se trata de una IPA única que además tiene otros siete tipos de lúpulo que la hacen aún más interesante. Veredicto: vale la pena probarla.
«Todo empieza con el lúpulo Nahuel, la variedad elegida por ser aquel en el mejor momento para ser cosechado. Dicen los que saben que la verdadera forma de saber si la flor o el cono está en su punto perfecto es por el sonido que hacen sus hojas al aplastarla – y así también disfrutar su aroma, al liberarse la lupulina en su interior…»
No hay cervezas rojas, rubias, ni negras, eso es algo que Sol Cravello, Jefa de Conocimiento Cervecero en Patagonia y una de las mejores en este tema del país, me dejó bien en claro –y también esta en contra de la palabra “birra”, aunque eso es otra historia. Pero si hay honey, lager, porter e IPA, y qué IPA es esta. Por tan solo un tiempo más, la Fernández IPA está en las canillas de refugios en la ciudad y el gran bar de Sucre –que merece una visita de por sí- o en latas en supermercados y almacenes lista para ser probada. Y si no te gustan las IPA, probala igual porque casi que la hice yo, ¿no?
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