Busquen en Google Imágenes “amanecer en la Cordillera + Mendoza”. ¿Quién no quiere ser dueño de un campo de viñas? Se sabe que por los terrenos cuyanos hay 300 días de sol al año. Para meterse adentro del paisaje del vino no necesariamente hay que comprarse una bodega como hizo Francis Ford en el Valle de Napa, en California, aunque no estaría mal. En Valle de Uco –“el Napa argentino”, dicen por ahí–, se pueden comprar apenas algunas hectáreas productivas donde elaborar un vino propio con el asesoramiento de entendidos en la materia. Un modelo de negocio que se expande y con muchos encantos.
En 2010, hace casi 5 años, la comunidad mendocina comentaba la separación de los históricos hermanos Mas, fundadores de La Anita, pioneros en los 90 de un nuevo concepto de bodega, las boutiques. Esto es: producción de calidad a pequeña escala. Antonio Mas se avocó, entonces, a un proyecto de su hijo Santiago: aka Finca Propia. Un terreno de 56 hectáreas en Valle de Uco, con plantaciones de Malbec, Cabernet Sauvignon y Chardonnay destinadas a ser propiedad del gran público amante del vino. De todas las propuestas, esta es una de las más accesibles porque permite comprar, 24 o 48 vides (también una o más hileras completas), con valores a partir de los 45 mil pesos. Comprando lo mínimo, tenés una caja de seis vinos al mes del varietal que elijas, bajo la marca Río de Luna, pero con tu nombre en las botellas. La bodega se puede visitar en todo momento, al igual que trabajar las viñas a tu nombre, podando, raleando, durante la vendimia o la vinificación.
www.fincapropia.com
En las tierras de Pablo Gimenez Riili –un apellido asociado a la vitivinicultura mendocina desde los años 40– y el norteamericano Michael Evans –que cambió su trabajo de asesor político en Estados Unidos por el bucólico horizonte del Valle de Uco– se combina el concepto de wine country con la posibilidad de elaborar y embotellar un vino propio bajo la tutela del enólogo Santiago Achaval (Achaval Ferrer). Aquí el favorito es el Cabernet Franc y el plus son las Blending Sessions, donde los dueños pueden desarrollar un corte propio con otros varietales. Varios de los 140 clientes actuales de The Vines, en su mayoría extranjeros, invirtieron en su parcela con fines comerciales, pero la gran mayoría adoptaron al viñedo como estilo de vida y lo visitan, al menos, una vez al año: ya sea para plantar sus vides en septiembre o diciembre, durante la vendimia o al momento de vinificar. Una hectárea de viñedo plantado cuesta un estimado de 250.000 dólares. Dos hectáreas y media de las 670 totales que tiene The Vines están destinadas a construir casas para mudarse allí.
www.vinesofmendoza.com
Es esta una de las primera bodegas en poblar el Valle, con 80 hectáreas divididas entre Merlot, Cabernet, Malbec y Chardonnay, en producción desde 1974. Acá se puede adquirir desde una hectárea monovarietal y la participación en el proceso de elaboración del vino puede ser 100% pasiva, o todo lo contrario. Y aquí la mayor ventaja: por cada dueño se realiza una fermentación individual, lo que permite ir experimentando con las uvas cada año para lograr ejemplares más o menos complejos, trabajando codo a codo con el ingeniero agrónomo y la enóloga Mariela Ardito. “Algunos piden un Malbec cosechado un poco más verde que lo habitual, otros prefieren cortar más tarde para lograr un vino más acaramelado”, describe Lucas Palmero. En cualquier caso, el resultado serán entre 4500 y 6000 botellas por hectárea a un costo aproximado de 100.000 dólares el terreno. El antiguo casco recibe a los huéspedes durante sus visitas técnicas.
www.custom-winery.com
Tres años de descorchar tus botellas propias. El total de la vida útil de una barrica de roble francés. La opción de Algodon Wines Estates, en San Rafael, se llama Programa de Barricas y consiste en comprar un barril para disponer de sus vinos cada 12 meses de guarda. Con algunas plantas enclavadas allí desde 1946, entre ciruelos, nogales, olivos y árboles de pera, el Malbec es el más pedido. Sin embargo, la figurita sobresaliente de los varietales que elabora para Algodón el winemaker mendocino, Mauro Nosenzo (ex Alfredo Roca), es un atractivo Bonarda. Finalizado el proceso, se puede personalizar completamente la etiqueta con el asesoramiento de los diseñadores de la empresa. Interesante para regalos empresariales o grandes eventos familiares.
www.algodonwineestates.com
Fotos: gentileza bodegas mencionadas