Florencia Fabiano vivió en distintos países y viajó por todo el mundo, trabajó con Dior y Cartier (entre otras marcas internacionales), fue tapa de las revistas de moda más reconocidas y es la cara de Caro Cuore en nuestro país. La moda fue y sigue siendo su vida, pero hace un tiempo también se descubrió como fotógrafa. Después de tres años de haberse instalado en Argentina nuevamente, confiesa que le costó volver, que tuvo que construirse de nuevo y reencontrarse con ella misma. Confiesa ser otra Flor. Sea la que sea, si hay algo que esta Flor irradia es energía positiva y sabiduría para disfrutar de la linda vida. Maleva charló con ella, una tarde soleada de otoño, en Vicente López, a pasos del río.
¿Qué fue lo que te atrajo de la fotografía?
Empecé a sacar fotos como hobby, pero después la fotografía me ayudó a encontrar mi personalidad. Al vivir afuera y viajar, había muchas cosas que no podía compartir ni registrar. Conocía todo el mundo, pero me sentía vacía y necesitaba expresarme. Me faltaba mi lugar y lo encontré en la fotografía. Además, después de que me sacaran tantas fotos modelando, me intrigaba un poco qué le pasaba al que estaba del otro lado del lente.
Empezaste como autodidacta y terminaste exponiendo y vendiendo muchas de tus fotos.
Sí, estudié en la escuela de Andy Goldstein y después hice un curso sobre fotografía callejera en Londres. ¡Soy fanática de los cursos: hice de Psicología, de Comunicación, de todo! Siempre es bueno estudiar cuando hay algo que te gusta. Mi primera muestra fue en el 2010, cuando conocí al artista Milo Lockett que me ofreció exponer mis fotos. Ser artista era algo que veía muy lejano, pero me di cuenta de que todos podemos serlo.
«Empecé a sacar fotos como hobby, pero después la fotografía me ayudó a encontrar mi personalidad. Al vivir afuera y viajar, había muchas cosas que no podía compartir ni registrar. Conocía todo el mundo, pero me sentía vacía y necesitaba expresarme. Me faltaba mi lugar y lo encontré en la fotografía.»
¿Qué cosas o situaciones te gusta captar con la cámara?
Me encantan los retratos y las situaciones naturales. Cuando me encuentro con personas mágicas o con miradas que me quiero guardar, me acerco con el lente a su cara y no me importa nada. A veces ni siquiera pido permiso y me he ligado retos. Algunas de esas fotos las tengo de fondo de pantalla en la computadora. Me interesa que detrás de la foto siempre haya un sentido, una búsqueda.
Leí que vas a lanzar unas remeras con fotografías.
Es un proyecto que tenemos con Jimena Buttigliengo para el que convocamos a diferentes artistas. Son remeras con mensajes positivos y con fotografías, que conjugan todo lo que nos gusta: calidad, diseño, moda, arte. Creo que la ropa puede cambiar nuestro estado de ánimo y estas remeras transmiten mensajes acerca de cómo encarar el día. También estoy armando un movimiento que se llama Fashion Boomerang. Es una especie de feria con arte, música y ropa usada a la venta. Me di cuenta de que la gente necesita tener el arte en otras cosas, no solo en un cuadro o una foto. Por eso, quiero mostrar arte desde otros lugares.
«También estoy armando un movimiento que se llama Fashion Boomerang. Es una especie de feria con arte, música y ropa usada a la venta. Me di cuenta de que la gente necesita tener el arte en otras cosas, no solo en un cuadro o una foto. Por eso, quiero mostrar arte desde otros lugares.»
Estás con muchos proyectos más allá de la moda, ¿siempre fuiste tan curiosa?
¡Siempre! Me gusta la variedad y tener energías distintas. Desde adolescente tenía hambre de conocer, de hacer, de saber, de ver. Recién ahora estoy plasmando todas esas cosas que viví y canalizándolas.
Y a la hora de parar un poco y relajarte, ¿tenés algún ritual?
En esos momentos no pueden faltar en casa las velas, algún olorcito que me haga bien como Palo Santo y la música. No tengo un género musical preferido, sino que elijo según mi estado de ánimo. Escucho desde música electrónica o clásica, hasta música que me pasó mi profe de yoga.
Cuando viajas por placer, ¿hay algo que no dejás de visitar?
Me encanta la comida, así que consulto las guías de viaje que recomiendan restaurantes y trato de ir a varios. Uno de mis preferidos está en París, donde sirven entrecot con papas fritas y ensalada verde francesa. También tengo lugares especiales que me gusta visitar, como el museo de Van Gogh en Amsterdam, el Pompidou o la Torre Eiffel (donde entrenaba de chica y tengo muchos recuerdos). Pero debo confesar que lo primero que hago cuando llego a una ciudad es visitar un H&M. Mi vicio por la ropa y hacer shopping no puedo evitarlo.
«Me encanta la comida, así que consulto las guías de viaje que recomiendan restaurantes y trato de ir a varios. Uno de mis preferidos está en París, donde sirven entrecot con papas fritas y ensalada verde francesa. También tengo lugares especiales que me gusta visitar, como el museo de Van Gogh en Amsterdam, el Pompidou o la Torre Eiffel (donde entrenaba de chica y tengo muchos recuerdos).»
¿Pensás a la hora de comprar o sos más impulsiva?
Depende de qué cosas sean. Tengo una alarma interna, pero se me activa después del segundo día de compras. Apenas llego a un lugar no tengo tanto control, aunque por lo general, primero me gusta recorrer, mirar y después comprar.
Hablando de moda, ¿hay que tener el ego bien plantado para sobrevivir en ese mundo?
Si tenés el ego bien plantado dudo de que seas feliz, porque el ego es muy destructor en algunas cosas. Simplemente tenés que confiar en vos. Cuando conseguí mi primer trabajo en el exterior para Christian Dior tenía dieciséis años, no sabía a qué casting iba y llegué con jeans y zapatillas. La modelo ya estaba elegida, pero me vieron y me contrataron. Esa fue una enseñanza que recuerdo siempre: fui con toda la inocencia, sin ningún ego, con naturalidad, y quedé en el trabajo más importante que hice hasta ahora. El mundo de la moda es un ambiente difícil, porque ahí vos sos tu belleza y en realidad sos mucho más que eso.
«El mundo de la moda es un ambiente difícil, porque ahí vos sos tu belleza y en realidad sos mucho más que eso.»
Por último, ¿qué es el arte en tu vida?
Todo, es lo que me hace la vida más linda y me da felicidad. El arte es algo que quiero captar, por eso me di cuenta de que todo puede ser arte: la moda, la cocina, la lluvia, los colores, un animal. Todo tiene esa magia y belleza artística. Con Instagram veo que a la gente le pasa lo mismo que a mí: una foto del pasto que estamos pisando ahora con tu percepción particular puede ser arte.
